La Crisis Subprime
A la crisis económica que se cernió sobre los países desarrollados en el año 2008 normalmente se le conoce como Crisis Subprime. Como muchas otras crisis debidas a la especulación, se basó en un aumento irracional del precio de un producto (en este caso, de casas y edificios) que desencadenó una crisis bancaria internacional.
Veamos con algo más de detalle el funcionamiento de esta crisis. Todo comienza cuando el banco, por razones que explicaré más adelante, comienza a darse cuenta de que es un buen momento para brindar créditos. La economía se encuentra en crecimiento y los gerentes se ven obligados a ofrecer promociones, so pena de quedar rezagados frente a sus competidores. Los principales créditos que se ofrecen son para vivienda, pues normalmente el mismo valor de la casa actúa como “seguro” del costo del préstamo.
El comienzo de la crisis
Así, los bancos comenzaron a prestar más y más dinero a personas que no tenían un trabajo estable, carecían de ahorros para pagar parte de la casa y muchas veces tenían pésimo historial crediticio. El aumento en la demanda de casas (esto es, en la cantidad de personas buscando casas para comprar) hizo que los precios de los inmuebles comenzaran un lento ascenso que llevó a que muchas personas consideraran un buen negocio invertir en uno para venderlo en el futuro.
Estas personas comenzaron a endeudarse para comprar casa que luego venderían. Así mismo, otras personas se endeudaban para comprar estas mismas casas, y volver a venderlas unos años más tarde. Con el tiempo, millones de personas comenzaron a pedir créditos para hogares que solo querían vender, y el seguro para el crédito era el mismo valor de la casa. Y los precios no hacían sino aumentar.
El estallido de la burbuja
Esto se conoce como una burbuja financiera. De pronto, la burbuja estalló, y los precios ficticios (que habían subido por más de una década) se desplomaron. Súbitamente, miles de personas se dieron cuenta de que habían pedido préstamos que no podían pagar, pues para ello necesitaban vender la casa a un precio mayor al que la compraron. Y se vieron obligados a declararse en bancarrota.
La industria de construcción era una de las industrias más pujantes en gran número de países (España es el ejemplo más común). Con la burbuja quebraron centenares de empresas y miles de obreros se quedaron, de un día para otro, sin empleo. La crisis entonces se volvió nacional.
Por último, hay que tener en cuenta que los bancos no prestan su propio dinero, sino que usan el dinero de los ahorradores. Cuando los prestamistas declararon que no podían pagar sus hipotecas, los bancos comenzaron a peligrar… y con ellos, los ahorros de millones de personas. Este es un buen ejemplo del peligro del sistema económico moderno.
¿Alguien sabía lo que pasaría?
Pero, ¿por qué ocurrió esta crisis? ¿Acaso no hay instituciones encargadas de verificar la información y prevenir este tipo de problemas? La respuesta es que sí, dichas instituciones existen, pero se mostraron inútiles, ya fuera de manera deliberada o por negligencia. ¿Será posible que estas instituciones funcionaran mal en servicio de algún grupo financiero?
Esta es la teoría de un grupo considerable de analistas políticos y economistas que consideran que la crisis se debió, ante todo, a una ineptitud deliberada que le apuntaba a postrar las economías de los países desarrollados y a limitar la existencia de bancos independientes. Se trataba, como siempre, de concentrar aún más la riqueza y el poder. ¿Cómo fue, entonces, la conspiración?
Fueron varias las causas que llevaron al surgimiento de esta burbuja: estas causas impulsaban a los bancos a prestar más y más dinero. La primera fue la baja en las tasas de interés que decretó la Reserva Federal Estadounidense en el año 2001. La segunda, la desregularización de estas entidades que llevaba realizándose desde finales de los 80’s pero aumentó mucho durante el gobierno Bush. La tercera, por supuesto, son los mismos bancos, incapaces de notar el peligro y dados a dar créditos a personas que no podían pagarlos.
El papel de los bancos norteamericanos
¿Quién tuvo la culpa? Seguramente todos estos actores. ¿Quién se benefició más con esta crisis? La respuesta, como siempre, no resulta nada sorprendente: algunos grandes bancos estadounidenses fueron los que más se beneficiaron, ya veremos por qué.
En primer lugar, porque contrataron seguros de impago de hipotecas. Estos productos no son comunes, lo que hace pensar que los bancos sabían lo que iba a pasar.
En segundo lugar, porque ellos vendieron sus hipotecas a bancos europeos como “fondos de inversión”. Los bancos europeos, ingenuos, aceptaron las gangas sin notar que dentro venía una bomba de tiempo.
En tercer lugar, porque una vez estalló la crisis todos los bancos que habían comprado sus fondos de inversión comenzaron a quebrar, lo que les permitió comprarlos a precio de huevo. Muchos gobiernos europeos se vieron obligados a rescatar a los bancos pidiendo préstamos a las instituciones internacionales como el FMI. Estos préstamos, claro, al final volverán a los bolsillos de estas instituciones, y esto sin contar el dinero que perdieron millones de personas y pasaron a manos de grandes conglomerados financieros.
De acuerdo con estas teorías, los dueños de estos grandes bancos también tendrían influencia sobre el sistema político estadounidense y sobre la Reserva Federal. Su proyecto sería uno de larga data, orientado al debilitamiento del proyecto político socialdemócrata europeo y a la creación de una crisis en la zona euro que le permitiera doblegar esta poderosa estructura política. Como vimos, el resultado fue todo un éxito.
¿Crees que realmente se trate de una conspiración, o fue una crisis natural de la economía?
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