Plantada en los jardines y macetas de casi todos los hogares en el mundo, esta planta xerófila proveniente del África ha llegado para quedarse como uno de los más potentes y usados medicamentos alternativos, por sus grandes propiedades regeneradoras y curativas. Y es que la sábila no sólo puede ser empleada para sanar heridas, quemaduras y lesiones, sino que también puede convertirse en un aliado de nuestra belleza y cuidado corporal.
Para su uso, basta con transformar esta planta de largas y gruesas hojas espinadas en lociones, geles y cremas que puedes elaborar en la comodidad de tu casa. Sin embargo, la mayoría de las veces estas preparaciones usan como base el jugo de sábila, por lo que en esta ocasión te mostraremos cómo prepararlo de manera fácil y práctica.
Con el fin de preparar tu jugo de sábila necesitarás los siguientes ingredientes:
2 hojas de sábila
150 ml de agua
1 cucharada de mil
1 cucharada del jugo de frutas de tu preferencia
No obstante los últimos dos ingredientes son opcionales, y sólo se recomiendan para su toma. Su preparación como base para otros productos cosméticos por lo general no la requerirán, sin embargo siendo también productos naturales con beneficios particulares no está demás incluirlas también en nuestros tratamientos de belleza.
Una vez hayas reunido todos tus ingredientes, procede con los siguientes pasos:
1) De tu planta de sábila, escoge dos de las pencas u hojas que te parezcan de mejor tamaño y apariencia. Con un cuchillo córtalas correctamente. Una vez las tengas a mano, con una tijera corta las espinas laterales, a fin de no lastimarte, y lava con abundante agua.
2) Cuando hayas lavado tus pencas, córtalas horizontalmente con un cuchillo a fin de abrirlas. Una vez que tengas a simple vista la pulpa de tu planta, procede a retirarla con una cucharilla. Retira la cantidad que puedas, hasta que llegues a la corteza, y deposítala en el vaso de tu licuadora.
3) Incorpora entonces los 150 ml de agua, así como la cucharada de miel y de zumo de frutas (se recomienda naranja u otra fruta cítrica). Activa tu licuadora hasta que logres una preparación lo más homogénamente posible. Si crees que debes agregar un poco más de agua para aumentar la fluidez de tu jugo o de miel o jugo para mejorar su sabor, hazlo a tu gusto.
4) Una vez tengas tu jugo, sírvelo y bébelo. También puedes refrigerar el resto en tu nevera, en un recipiente de vidrio muy bien tapado. Sin embargo, es necesario que antes de decidirte a probar esta preparación consultes con tu médico de confianza sobre la ingesta de esta preparación. El jugo de sábila está recomendado para tratar ciertas condiciones gastrointestinales, igualmente aumenta la movilidad y el tránsito intestinal, por lo que está recomendado para tratar cuadros de estreñimiento. No obstante su uso no es aconsejado a mujeres embarazadas o buscando estarlo, pues la sábila puede provocar contracciones uterinas que desemboquen en aborto o partos prematuros. Igualmente tampoco se recomienda su uso durante la lactancia.
También puedes verter el resto de tu preparación en cubetas de hielo y llevarla a tu frizzer o congelador, a fin de procurarte unos cubitos de sábila, que puedes emplear en el tratamiento de quemaduras o lesiones cutáneas, sin olvidar que cualquier enfermedad o lesión debe ser consultada en primer término con tu médico, y que este tratamiento no sustituye ni su opinión ni sus recomendaciones, y que por el contrario constituye un acompañante o coadyuvante de estas.
Fuente de imagen: mejorconsalud.com