Para la Lingüística las Funciones del Lenguaje pueden ser definidas como los distintos propósitos que se encuentran unidos al acto comunicativo en sí, es decir, las distintas intenciones y objetivos que persigue el hablante en el momento en que entabla comunicación con otro individuo.
Funciones del Lenguaje de Jakobson
A pesar de que son varios los lingüistas que se han dado a la tarea de señalar y definir distintos tipos de funciones del Lenguaje, por lo general el modelo más estudiado y difundido ha sido el propuesto por el lingüista Roman Jakobson, quien en un intento por ampliar el modelo promulgado a su vez por Bühler, estipuló un modelo comunicativo compuesto por seis elementos, a los cuales correspondía una función específica.
En este sentido, para Jakobson existen entonces seis distintos tipos de funciones: la Expresiva (inherente al Emisor); la Apelativa (referente al Receptor); la Metalingüística (relacionada al Código); la Fática (empleada en referencia al Canal); la Poética (la cual se encuentra asociada al Mensaje) y la Referencial (función que tiene que ver con el contexto en el cual se da el acto comunicativo. De esta forma, cada una de las funciones del Lenguaje, según el modelo de Jakobson, buscan movilizar u obtener determinadas respuestas de algún elemento específico del acto comunicativo.
Función referencial
De forma específica, la Función Referencial del Lenguaje, de acuerdo al modelo de Jakobson, es aquella intención o propósito del acto comunicativo relacionada con los distintos factores que pueden ser identificados como el referente o contexto de la propia comunicación o acto de habla. Así mismo, es descrita por la Lingüística como una de las Funciones del Lenguaje más evidentes y básicas, así como directa, pues el referente siempre se encuentra presente en el lugar físico en donde se da la comunicación, por lo que además de directa es verificable.
Igualmente, la Lingüística ha reseñado cómo esta función del Lenguaje, conocida también como Función Informativa o Función Representativa, hace uso del lenguaje denotativo, es decir, que las palabras empleadas son usadas en cuanto a sus significados primarios. Al mismo tiempo, las oraciones se encuentran conformadas por sustantivos y verbos, siendo estas las partículas gramaticales más importantes, mientras casi siempre se opta por el modo verbal indicativo, así como la entonación enunciativa. Por lo general, este tipo de función lingüística es característica de los textos científicos e informativos, aun cuando también se le considera cuna del género literario.
Ejemplos de la Función Referencial
Con respecto a aquellas oraciones que pueden servir de ejemplo, como construcciones propias de la Función Referencial, éstas básicamente deben cumplir con ciertos objetivos, para poder ser consideradas como pertenecientes a esta función lingüística. En torno a esto, los lingüistas entonces han señalado que toda oración que cumpla con la tarea de explicarnos qué es un objeto o cosa, qué hace, de qué se trata, cómo se comporta puede ser considerada una oración que cumple con la Función Referencial del Lenguaje.
De esta manera, resulta pertinente exponer algunas oraciones que por sus características, pueden entonces ser clasificadas dentro de la Función Referencial o informativa. A continuación, algunas de ellas:
La computadora está apagada
El caballo era negro.
Llueve por tercera vez en el día-
El oxígeno es el principal combustible del fuego.
Mi vestido de graduación es verde.
El barco quedó atrapado en una calma chica.
El perro duerme en su casita.
El día amaneció nublado.
El carro de Juan es nuevo.
El teléfono no ha dejado de sonar.
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