En el campo de la Onomástica, se entiende por Antroponimia a la disciplina que se encarga de estudiar el origen, contexto histórico, significado y vigencia de los nombres –tanto nombres de pila como apellidos- asignados a personas, es decir, a los nombres propios.
Definición de nombre propio
Sin embargo, vale la pena recordar también el concepto propio de nombre, el cual puede ser definido como aquellas palabras, con calidad de sustantivo, que son usadas para denominar a una persona -aun cuando pueden asignarse también a animales, lugares y ciudadas- desde su nacimiento o bautizo hasta su muerte, a fin de poder identificarla, distinguirla y llamarla entre un grupo de personas. De esta forma, a través de la elección y asignación de un nombre propio, los semejantes de un individuo logran determinarlo lingüísticamente, asignándole una etiqueta verbal, que pretende ser única e irrepetible, al menos en contextos cerrados.
Importancia del nombre
Por tradición, al menos en occidente, la elección del nombre recae en los padres, aun cuando algunas culturas le otorgan este privilegio a los abuelos o a los sabios de la comunidad, así mismo puede ser un hecho desarrollado en lo privado de la casa, como también una celebración colectiva en torno a la escogencia adecuada del nombre, y es que independientemente de la forma y la cantidad de personas que se involucren en su elección, escoger el nombre adecuado para una persona es un poco más difícil de lo que parece, pues debe gustar a todos, parecerse a la persona, responder a ciertas culturas o creencias, tener significados adecuados, entre otros aspectos importantes, que van cambiando según las distintas culturas.
De esta forma, la decisión del nombre es un hecho pensado, consultado, reflexionado y tomado con gran cuidado, no sólo por la cantidad de opciones y elementos que hay que tomar en cuenta, sino porque esta palabra que servirá para determinar lingüísticamente y para toda la vida a alguien será parte importante de su personalidad, y dependiendo de las creencias relacionadas incluso de su propio destino, pues para algunas tendencias los nombres son capaces también de signar la vida de quien los lleva, por lo que no es para nada extraño ver a aquellos que están próximos a ser padres consultando libros onomásticos, para poder decidir cuál será el nombre del futuro bebé, aun cuando también se dan casos donde esto no representa una angustia, pues los papá tienen muy claro desde el principio qué nombre tendrá su hijo, o simplemente se trata de familias que siguen la tradición de bautizar a sus descendientes con los nombres de sus ancestros.
Ejemplos de nombres propios
Una buena manera de hacer listados de opciones de nombres para aquellos padres, tíos, abuelos o consejeros que están en la tarea de escoger nombres, así como para cualquiera que quiera conocer algunos onomásticos en español, es reseñar estos en compañía de su origen cultural, así como de su significado inmediato. A continuación, diez ejemplos de nombres femeninos y diez ejemplos de nombres masculinos:
Nombres para mujeres
A pesar de que existen miles de nombres propios para mujeres en el Español, casi siempre que se desea hacer un breve listado de ellos se escogen al menos diez de los más resaltantes, a fin de que el lector pueda hacerse una idea de los tipos de nombres con los que las mujeres pertenecientes al occidente hispanohablante son llamadas. Entre ellos se encuentran los siguientes:
- Alicia: nombre de origen germano, que significa “consuelo”.
- Andrea: nombre de origen griego, que puede ser traducido como “valentía”.
- Josefina: nombre de origen hebreo, que significa “Dios dará”.
- Mirta: nombre de origen griego, que hace referencia al mirto, y que puede traducirse como “símbolo de belleza”.
- Mónica: viene del griego, y significa “solitaria”.
- Paula: nombre de origen latino, que puede ser traducido como “pequeña”.
- Noelia: nombre cristiano, de origen francés, que significa “natividad” o “nacimiento”.
- Juliana: de origen latino, puede traducirse como “de cabello suave”.
- Florencia: viene del latín y puede traducirse como “florida”.
- Romina: nombre de origen árabe, que significa “de la tierra de los romanos”, aunque otras fuentes también lo traducen como “de la tierra de los cristianos”.
Nombres para hombres
Otro tanto ocurre con los nombres usados en sentido masculino, es decir, para nombrar personas del género masculino. No obstante, a fin de poder dar un ejemplo conciso del tipo de nombres que se usan en español, se pueden usar los siguientes:
- Jesús: nombre de origen griego, que puede ser traducido como “dios es la salvación”.
- Andrés: nombre de origen griego, que significa “valiente”.
- Nicolás: proveniente del griego, significa “victoria”.
- Juan: nombre latino que significa “don gracioso de Dios”.
- Jacinto: de origen griego, refiere a la flor del Jacinto, y se traduce como “flor”.
- Bartolomé: de origen hebreo, significa “anciano”.
- Rodrigo: nombre proveniente del germano, que significa “rico en fama”.
- Antonio: de origen latino, puede traducirse como “digno de alabanza”.
- Gerardo: nombre de origen germano, que significa “hábil con las armas”.
- Gonzalo: nombre de origen visigótico, que puede traducirse como “disposición del guerrero a luchar”.
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