La Segunda Guerra Mundial
En 1939 estalló el que ha sido el conflicto más costoso en la historia de la humanidad: la Segunda Guerra Mundial. Por una parte, Alemania, Italia y Japón habían consolidado una extraña alianza que se enfrentaría con Francia, Inglaterra, la Unión Soviética y posteriormente los Estados Unidos.
La mayor parte de América Latina permaneció originalmente indiferente al conflicto, a excepción de Brasil que se alineó con los aliados. Sin embargo, con el ingreso de los Estados Unidos al conflicto (país extremadamente influyente en la región) la mayor parte de los países latinoamericanos comenzaron a tomar el bando aliado.
Fue en este contexto que Colombia adoptó la postura de “neutral, pero no indiferente” en la que claramente prefería un bando sobre el otro. Y siguiendo el ejemplo de los Estados Unidos, el gobierno colombiano comenzó a perseguir a las personas que tuviesen empresas o actividades económicas que beneficiarán de alguna manera a los gobiernos del Eje.
Listas negras
A partir del año 1941 el gobierno de Estados Unidos comenzó a publicar listas de individuos de ascendencia alemana, italiana o japonesa cuyas empresas supuestamente habrían ayudado a los esfuerzos de guerra de estos países. Los dueños de estas empresas sufrieron ostracismo social, se les prohibió acercarse a menos de 100 kilómetros de las costas y algunos, principalmente japoneses, fueron internados en campos de concentración.
Colombia, o mejor, el gobierno colombiano, siempre ha tenido la tendencia a alinearse con los intereses del gobierno estadounidense, ya sea por necesidad o por temor. Este caso particular no fue la excepción, y el gobierno colombiano comenzó a realizar sus propias listas y a señalar a alemanes y japoneses residentes en el país.
El campo de concentración
Pero el gobierno colombiano fue más allá. Tomó la decisión de recluir a todas las personas que aparecían en estas listas con el argumento de que podían ser un peligro para la estabilidad del país. Para ello adaptó un conocido hotel en Fusagasugá que se convertiría en una especie de cárcel/campo de concentración. El Hotel Sabaneta, como se llamaba esta edificación antes de convertirse en una cárcel, era visitado regularmente por la clase política bogotana como lugar de descanso y esparcimiento.
Un total de al menos 100 alemanes y 11 japoneses fueron internados en este campo, y no se les permitió volver a sus hogares ni continuar con sus actividades económicas. Su correspondencia tenía que estar español y era cuidadosamente revisada por las autoridades colombianas. No se les permitía trabajar y sólo podían recibir visitas familiares dos días a la semana.
Este hotel fue la ruina de muchos alemanes, que privados que su trabajo y sin la posibilidad de moverse dieron como su fortuna familiar se reducía día tras día hasta desaparecer.
En este sentido, el gobierno colombiano fue aún más duro que el gobierno estadounidense (que no encarceló ningún alemán). ¿A qué se debió esta decisión?
La goleta de Providencia
Sucede que en 1943 un submarino alemán atacó y hundió una goleta colombiana en el norte del Caribe, cerca de la isla de Providencia. Como imaginarán, el asunto local o nada bien el gobierno colombiano que de inmediato tomó medidas contra el Eje… incluyendo la publicación de las listas negras.
Sin embargo, diversas fuentes y relatos de este periodo indican que las listas no tenían ninguna relación con alianzas con la Alemania Nazi sino que se realizaba de acuerdo con los caprichos de políticos y periodistas. Cualquier alemán o japonés podía ser internado por el simple hecho de haber molestado a alguien o de ser víctima de un rumor infundado. Por esta razón, el centro (del que hoy apenas quedan las ruinas) fue duramente criticado por diversas personas.
Fuentes:
- https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-45419265
- https://www.semana.com/mundo/articulo/el-campo-de-concentracion-de-fusagasuga-para-alemanes-y-japoneses-durante-la-segunda-guerra-mundial/582975
Imágenes: 1: laopinion.com.co, 2: elcolombiano.com