Los calamares, como grupo, son unas criaturas particularmente misteriosas. La gran mayoría habita en las regiones profundas de los océanos y solo ascienden a la superficie para alimentarse, en las noches, cuando hay menos depredadores. Sus cuerpos aerodinámicos pueden moverse a grandes velocidades en las aguas, aunque normalmente no son capaces de superar a los peces, su competencia más directa.
El gran calamar de Humbolt
Una de las especies más conocidas es el llamado calamar de Humboldt, que alcanza tamaños considerables de hasta 2 metros de longitud y 45 kilogramos de peso. Fuente importante de alimento y trabajo para las poblaciones de México (y en menor medida de otros países con costas en el pacífico), este calamar se caracteriza por un comportamiento social muy complejo que involucra sistemas de comunicación mediante cambios de color. Algunos científicos creen que su inteligencia podría ser comparable a la de un perro.
Por esta razón, para centenares de habitantes de California fue un episodio traumático encontrar miles de cuerpos de calamar varados en las costas de este país hacia diciembre del año 2012. Los animales se encontraban muertos o moribundos en medio de la arena, a la que nadie se sabía cómo habían llegado. Pese a que muchos visitantes intentaban devolverlos a las aguas, los animales, desorientados, volvían a dirigirse inexorablemente hacia tierra.
Pese a que, de acuerdo con los biólogos, el fenómeno ocurre de manera más o menos regular (principalmente en el pacífico norte), en esta ocasión la magnitud del evento no tenía precedente. Las autoridades de los Estados Unidos pronto comenzaron una investigación en la que se determinaron dos posibles culpables: las algas rojas o el calentamiento global.
¿A qué se deben las muertes?
La primera hipótesis le apuntaba a un cambio en las corrientes marinas que habría confundido a los calamares (en su mayoría jóvenes), enviándolos hacia la costa, en donde morirían de asfixia. Esta teoría, aunque muy defendida por algunos, pronto dio paso a una segunda hipótesis basada en el análisis de los tejidos del calamar en donde aparecía una cantidad moderada de ácido domoico, producido por las algas rojas que de manera periódica producen las llamadas “mareas rojas” en las costas de la región.
De acuerdo con los investigadores, los calamares habrían ingerido cantidades moderadas de esta alga, que habría a su vez causado una intoxicación leve confundiendo al calamar y enviándolo a la costa. Así mismo, los calamares son mayormente juveniles, por lo que sus cuerpos estarían mal preparados para resistir la neurotoxina.
Algunas versiones no confirmadas por científicos hablan de la posible influencia de la catástrofe de Fukushima (ocurrida en marzo de 2011) en las muertes masivas del 2012 (que superan por mucho las de años anteriores). Sin embargo, las autoridades afirman que el accidente nuclear no tiene nada que ver y que son solo rumores destinados a generar temor entre la población. También se sostiene que no existe relación entre estos episodios y la muerte masiva de las estrellas de mar.
¿Conoces algún otro caso de muertes masivas de animales en esta región? ¿Consideras fiables a las versiones oficiales o crees que el accidente nuclear tiene algo que ver allí?
En este video (en inglés) aparecen imágenes de las muertes masivas.
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