Las orcas son cazadores excelentes y muchas se alimentan de focas
Yubartas
Las ballenas yubartas o ballenas jorobadas son una magnífica especie que habita en prácticamente todos los océanos del mundo y migra grandes distancias para tener a sus crías en las regiones cálidas y seguras del trópico. Pueden medir hasta 16 metros de longitud y su relativa abundancia las hace un atractivo turístico en multitud de países, incluyendo la costa pacífica colombiana.
Las Yubartas son un animal imponente con un solo depredador conocido: las orcas. Como los lobos en los bosques del norte y los leones en las sabanas africanas, las orcas son depredadores letales, muy persistentes e increíblemente inteligentes. Pese a tener casi la mitad del tamaño de las yubartas (en el mejor de los casos), en ocasiones son capaces de doblegarlas o, al menos, capturar sus ballenatos.
Esto parece haber resultado en una especie de “odio natural” de estos animales hacia las orcas… y en una inesperada alianza con otras víctimas recurrentes de ellas: las focas.
Focas
Las orcas se especializan en cazar. Son animales temibles, capaces de niveles de organización y planeación casi incomparables en el mundo salvaje. Y muchas de ellas son particularmente aficionadas a la carne de foca.
Pese a que las focas tienen un refugio natural – la tierra – las orcas han aprendido a aprovechar sus debilidades. Son capaces de crear oleaje que las arroja de sus refugios en témpanos flotantes de hielo y en algunos casos incluso “encallan” en la arena para capturar una de sus presas. Es en verdad difícil para uno de estos animales sobrevivir al ataque de las orcas… a menos que cuenten con ayuda.
Y es precisamente aquí donde aparecen las ballenas yubartas.
Las yubartas son ballenas de tamaño considerable, capaces de enfrentarse a un grupo de orcas
Un comportamiento inesperado
Todo comenzó cuando el biólogo e investigador Robert Pitman (que trabaja para la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos NOAA) notó un comportamiento extraño en las ballenas yubarta. Un día que se encontraba haciendo estudios se fijó en una foca que se mantenía de manera precaria sobre un témpano de hielo mientras las orcas generaban olas para hacerla caer.
Al tiempo que Pitman, dos yubartas que se encontraban en las cercanías se dieron cuenta del mismo suceso y de inmediato enfilaron hacia el témpano. Cuando estaban llegando, las orcas lograron su cometido e hicieron caer a la foca. En palabras de Pitman:
Expuesta a un ataque letal en las aguas abiertas, la foca nadó de manera frenética hacia las yubartas, como si esperase obtener protección. Apenas tocó a la primera ballena el gigantesco animal se puso de espaldas y empujó a la foca (de más de 200 kilos) en su pecho, entre sus gigantescas aletas. Entonces, a medida que las orcas se acercaban, la ballena curvó su cuerpo y puso a la foca fuera del agua, incluso empujándola con su aleta cuando la corriente amenazó con hacerla caer.
La segunda ballena, entretanto, embestía amenazadoramente a las orcas obligándolas a retirarse. Aquel día, la foca salvó su vida gracias a la intervención de las dos ballenas.
Pitman pensó que se trataba de un caso aislado, pero decidió hacer una notificación y solicitar a otros biólogos el reporte de actividades semejantes. Recibió 31 reportes de los últimos años en los que un comportamiento muy semejante había sido observado y descrito, revelando que no se trata de un caso aislado: es algo recurrente en las poblaciones de ballenas yubarta.
Por ahora, la causa no se conoce, pero los biólogos presumen que se trata sencillamente del odio y la reacción natural de las ballenas de entorpecer cualquier actividad de las orcas. En palabras de Pitman:
Creo que tienen una regla simple. Cuando oigas a una orca atacar, ve e impídeselo.
Imágenes: 1: youtube.com, 2: wikipedia.org.