Esta vida tiene millones de sorpresas y la muerte, cantidad de maneras de llegar. La tranquilidad del campo y de un lago a sus alrededores, ofrece un panorama exclusivo para pasar los días. Pero nadie contaría con que ese afluente de aguas tranquilas y brillantes con la luz del sol y de la luna, resultara explotando y acabando con todo a la redonda. Esta es la historia de “el lago que explotó y mató a 1700 personas”.
Era el lugar perfecto para vivir tranquilo
Trascurría con normalidad, el 31 de agosto de año 1986, en uno de los paisajes más acogedores y tranquilos del mundo, ubicado en Camerún, en las proximidades del “monte Oku”. El lago Nyos o también llamado Lwi, era una de los principales elementos de aquel terreno del Atlántico. Con una profundidad de 185 metros y un área promedio de un kilómetro y medio a lo ancho, cientos de casas y familias residían confortablemente en aquel lugar.
Al llegar las 9:00 pm., de ese día, un suceso inesperado quebró dicha tranquilidad y sosiego, tornando todo en un infierno lleno de cadáveres por doquier, a la redonda. De las profundidades del lago, surgió una tremenda explosión que cobró la vida de casi dos millares de personas, en unos cuantos segundos.
La razón es que dicho lago se encuentra a un lado de un poderoso volcán que durante siglos se mantuvo inactivo, pero en esa oportunidad, se presentó una filtración del dióxido de carbono en el fondo de las aguas y en un momento, resultó convirtiéndose en uno de los lagos con mayor cantidad de esta clase de gas en el mundo entero.
La onda explosiva se escuchó y se sintió a decenas de kilómetros alrededor y acabó con la existencia de todo lo que halló a su paso. “Fueron pocos los que vivieron para contarlo, pero un hombre relató que había oído algo similar a una explosión, que le hizo salir al exterior, y allí vio a todas sus vacas desplomadas en el suelo. Cuando volvió a entrar en casa, encontró muertas a su mujer y a su hija”, narró uno de los dos únicos sobrevivientes al escritor John Withington, quien escribiera la obra intitulada “Historia mundial de los desastres”.
No quedó nada ni nadie vivo alrededor
De tan terrible explosión, se generó una nube tóxica que en un abrir y cerrar de ojos, envenenó a todos los seres vivos que se hallaban circundando el lago, hasta casi 26 kilómetros a la redonda. Todos los animales, como el ganado, los perros, los gatos, entre otros, también perecieron inevitablemente.
Más allá de esos 26 kms, las personas sobrevivieron y contaron que sufrieron de un espantoso ardor en los ojos y en la parte nasal, como si les hubieran lanzado alguna clase de gas lacrimógeno o peor aún. La explosión mató al instante a cuanto ser vivo se encontraba bordeando el epicentro, pero la nube de gas venenoso se encargó de matar al resto de víctimas de manera acelerada, a través del circular del aire.
A esta índole de fenómenos naturales, los científicos los denominan como una erupción límnica y en este caso, es la peor que se haya podido registrar en la historia de la humanidad.
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