Un símbolo japonés
Los árboles de cerezo de floración (conocidos en japonés como «sakura») son una de las imágenes más emblemáticas de la primavera en Japón. Cada año, millones de turistas se desplazan al país para ver los árboles de cerezo en flor.
Son originarios de Japón, aunque también se encuentran en otros países de Asia, como China y Corea. En Japón, los árboles de cerezo de floración tienen una gran importancia cultural y simbólica, y son considerados un símbolo de la belleza y la transitoriedad de la vida.
La floración de los árboles de cerezo es un evento muy esperado en Japón y se celebra con fiestas y festivales al aire libre. Uno de los festivales más famosos es el Hanami, que se celebra en todo el país durante la primavera. Durante el Hanami, la gente se reúne bajo los árboles de cerezo en flor para disfrutar de la belleza de las flores y también para beber y comer al aire libre.
Aunque la mayoría de los árboles de cerezo de floración son rosas o rojos, también hay árboles que florecen en colores como el blanco y el rosa pálido. Los árboles de cerezo de floración son conocidos por tener una floración espectacular, con flores que cubren completamente el árbol. Sin embargo, la floración es breve, y las flores suelen caer al suelo después de pocos días.
Se cree que los árboles de cerezo de floración llegaron a Japón desde China hace más de 1.200 años, aunque hay registros que indican que los árboles de cerezo de floración eran cultivados en Japón incluso antes de eso.
En Japón, los árboles de cerezo de floración tienen una gran importancia cultural y simbólica. Son considerados un símbolo de la belleza y la transitoriedad de la vida y se les atribuye un gran valor poético y artístico. Los árboles de cerezo de floración también son un elemento importante en la literatura, el arte y la música japoneses.