Por supuesto, me refiero a un clásico estereotipo del hechicero, pero es también el estereotipo más común en las sociedades tradicionales. Arabia Saudita, un país que ha conseguido cantidades inimaginables de riqueza gracias a la exportación petrolera sigue teniendo unas raíces muy tradicionales y no ha sido capaz de librarse del todo de su pasado.

Lo más interesante del asunto es que el país es increíblemente religioso y la ley islámica prohíbe cualquier tipo de brujería. Sin embargo, esto parece no amedrentar a quienes insisten en los sacrificios rituales y el contacto con los Jinn (genios, en las traducciones occidentales), y está tan generalizado este tipo de situaciones que incluso en los juzgados es común que alguien alegue inocencia pues “estaba embrujado” o “bajo el mal de ojo”.

Representación de un Genio – Jinn

La peculiar reacción del gobierno saudí

Arabia Saudita es un país extremadamente religioso: siguiendo los lineamientos del Islam, aquí no impera la ley civil (como en occidente) sino la Sharia, el conjunto de normas establecidas por el Corán para los creyentes de esta religión. Dentro de las normas, como ya mencioné, está la absoluta prohibición de la brujería pues la creencia en cualquier otro poder supremo, además de Alá, se considera blasfema.

Por esta razón el gobierno mira con preocupación este tipo de actividades, que considera no solo reales sino blasfemas, y las castiga consistentemente con todo el peso de la ley… o, en este caso, de la Sharia, que afirma que las penas pueden ir desde el encarcelamiento a la muerte por decapitación.

Pero en el 2009 la lucha contra la brujería dio un paso con la creación del Escuadrón de Élite anti Brujería, que haría parte del Comité para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio. Dicho Comité está encargado de la vigilancia del respeto a los preceptos del Islam (como la vestimenta, el respeto a las horas de oración o los lugares donde hombres y mujeres deben estar separados) y su nuevo escuadrón estaría encargado casi que únicamente de prevenir y reprimir la brujería.

La polémica actuación del Escuadrón

El escuadrón saudí se ha hecho tristemente célebre por sus intervenciones que involucraron ciudadanos de otros países que terminaron por ser condenados a muerte (aunque en defensa de los saudíes todos ellos estaban radicados en Arabia y practicaban la religión islámica).

Una mujer a punto de ser decapitada por brujería

El primer caso ocurrió en 2007, cuando un farmaceuta egipcio fue condenado por dejar una copia del Corán en un baño (algo considerado insultante y denigrante en esta sociedad). Tras esta peculiar denuncia el escuadrón se dirigió a su hogar donde encontró velas, hierbas con olores extraños y libros que supuestamente se usaban para “invocar demonios”, una grave acusación de magia negra que llevaría a que fuera condenado a muerte.

Un caso semejante ocurrió en 2008 cuando Alí Sabat, una importante personalidad de radio libanesa, fue detenida. El hombre fue condenado a muerte y de no ser por la presión internacional (principalmente del gobierno libanés) habría sido ejecutado. A su salida del país afirmó que había sido obligado a confesar cargos que jamás había cometido.

Sabat fue afortunado, pero centenares de personas (muchas veces trabajadores humildes que ni siquiera hablan árabe) no han tenido tanta suerte. De acuerdo con las cifras disponibles, el primer año de actuación el escuadrón realizó 118 detenciones y para 2011 ya eran 800 los detenidos por supuesta brujería. Se desconoce su alcance en la actualidad, pero ha sido fuertemente criticado por las autoridades mundiales porque se arriesga convertir a Arabia Saudita en un verdadero país de cacería de brujas.

Fuente de imágenes: 1 y 3: think-aboutit.com, 2: mrdmister.com