Windows 10 ha sido la máxima apuesta de los últimos años por parte de la empresa Microsoft y, en su momento, se promocionó ampliamente como actualización gratuita para los que tuvieran versiones originales de sus precedentes sistemas operativos Windows 7 y Windows 8.
La actualización supone una mejora considerable en eficiencia, potencia, rapidez y una gran variedad de otras maravillas. Y los usuarios que lo han probado se han mostrado satisfechos y funciona con mayor rapidez y consume menos recursos.
Sin embargo, algunas personas consideran que detrás de tan grande maravilla se esconde algo oscuro o, cuando menos, sospechoso como la aceptación de recibir datos desde el micrófono por parte de Microsoft pudiendo transmitir información, con lo que millones de personas podrían estar siendo escuchadas.
Esto sería posible en base a un sistema de inteligencia artificial llamado Cortana que, aparte de sus bondades, y de acuerdo a Katherine Albrecht, una experta en consumo privado estadounidense, Cortana no sólo podría hacer eso, sino que ahora mismo estaría transmitiendo conversaciones confidenciales que se pueden producir en cualquier lugar.
Pero la cuestión iría más allá, pues Cortana no sólo grabaría las conversaciones, sino que adicionalmente recogería información sobre las teclas pulsadas con una capacidad de hasta 12.000 palabras, lo que representaría algo más de 20 páginas de Word repletas de texto.
A esto se le suma el hecho de que la actualización se hubiera liberado de forma gratuita hacia finales de julio del año 2015, lo cual no había tenido precedente en la historia de Windows. De acuerdo a muchos expertos esto obedeció al hecho de ganar algún terreno sobre otros sistemas operativos como Mac o Android que amenazaban con apabullar al por tantos años único rey de las computadoras.
Sin embargo, de acuerdo a los conspiracionistas, este es un hecho adicional que pone un manto de sospecha sobre el archipromocionado sistema operativo ya que dudan que Microsoft hubiera trabajado tantos años para regalar su trabajo haciendo las veces de ONG o de casa filántropa, a menos que tuviera otros objetivos de fondo.
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