Definición del valor de la Fidelidad
En el ámbito de los valores morales, se conoce como Fidelidad a la capacidad que tiene un individuo de guardar Lealtad, Devoción, Entrega y Apego a las promesas realizadas, bien sea a una persona, un colectivo, o incluso una causa, Institución o Empresa.
Por lo general, el término Fidelidad se asocia de forma inmediata a aquel valor profesado mutuamente por los miembros de un matrimonio. De esta forma, tanto en las bodas civiles como en la mayoría de las religiosas, cada uno de los novios le promete al otro ser fiel, lo cual implica mucho más que no involucrarse física o emocionalmente con un tercero, sino que también se relaciona con el hecho mismo de estar en todo momento, para apoyarse, acompañarse y ayudarse en la abundancia y la salud, pero sobre todo en la dificultad y la enfermedad.
No obstante, la Fidelidad también puede profesarse hacia otros aspectos de la vida, como un proyecto o ideología. Así mismo, se puede nombrar como Fidelidad a la entrega y lealtad que un individuo puede ejercer frente a la Empresa a la que trabaja. De igual forma, un individuo puede ser fiel a una marca, un artista, una tradición o una celebridad, entendiéndose en este caso que esta persona prefiere siempre y por sobre todas las cosas al objeto de su fidelidad.
Importancia de la Fidelidad como valor
De acuerdo a algunas disciplinas como la Psicología, la Fidelidad implica por parte de quien la profesa un serio compromiso hacia el objeto de su lealtad y entrega, por lo que una persona fiel será un individuo que se entregue con pasión y que esté dispuesto a dar lo mejor de sí a una persona o causa específica. En este sentido, apuntan algunos psicólogos, la Fidelidad es un valor que integra dentro de la estructura de pensamiento y comportamiento del humano niveles de seriedad, lealtad, solidaridad y devoción, lo cual se puede ver reflejado en su buen desempeño como amigo, familiar, pareja, empleado, militante o consumidor.
En sintonía con esto, los psicólogos también han apuntado que una sociedad conformada por individuos que tengan el valor de la Fidelidad dentro de su esquema de valores, originará a la larga una comunidad humana en la cual las relaciones fraternas, amorosas y comerciales estén basadas en vínculos honestos, leales y respetuosos. Igualmente, será una sociedad conformada por familias sólidas, así como por trabajadores comprometidos, todo lo que tenderá a una sociedad mucho más felices y productivas, traduciéndose en beneficios para todos.
Adquisición de la Fidelidad como valor
A pesar de que la Fidelidad es una actitud natural e inherente a los humanos, algunos profesionales del comportamiento humano han señalado la necesidad de que este valor sea inculcado y estimulado desde las primeras etapas de la infancia, a fin de formar adultos capaces de profesar Fidelidad en sus relaciones más importantes, tanto las afectivas como las laborales, asegurando de esta forma un futuro mucho más serio, sólido, comprometido y feliz.
No obstante, algunos padres y maestros pueden sentirse un poco desorientados en su tarea de enseñar a los más pequeños el valor de la Fidelidad, por lo que algunas disciplinas como la Psicología han diseñado algunos tips que pueden ser útiles, tanto en la casa como en el aula, a la hora de inculcar este valor en las niñas y niños:
1.- Como siempre que se trata de la enseñanza de actitudes o valores en los más pequeños, el principal método de aprendizaje se dará a través del Ejemplo. De esta forma, un niño que se levante viendo cómo sus padres profesan Fidelidad entre ellos, en el futuro será un esposo y padre fiel, sabiendo que la unidad de ese vínculo garantiza la continuidad, solidez y felicidad del núcleo familia, lo que a la larga beneficia a los más pequeños y a la sociedad.
2.- Igualmente, el niño podrá aprender mediante el Ejemplo de sus padres cómo profesar fidelidad hacia otros miembros de su familia o de la sociedad, como amigos o socios. En la medida en que el niño vea cómo sus padres profesan lealtad y compromiso hacia sus semejantes y allegados, aprenderá a ser un amigo, familiar y socio honesto, solidario y en el cual se pueda confiar, lo que se traducirá en un adulto íntegro.
3.- Así mismo, el niño aprovechará al máximo el poder ver cómo sus padres fungen como trabajadores fieles a la empresa a la que pertenecen o al jefe para el que trabajan. De esta manera, el infante verá los buenos resultados que pueden traer como consecuencia el ser un empleado responsable y dedicado, tomando esta tipología positiva como referente en su vida de adulto.
4.- Por su parte, en el aula, los maestros pueden reforzar lo que los padres han enseñado en casa, a través de historias o cuentos que hablen de la importancia que constituye en la vida ser fiel hacia los amigos, los familiares, las ideas o las causas, a fin de que el niño reflexiones sobre sus afectos y convicciones y los efectos vitales que implica mantenerse fiel a ellos.
Fuente de imagen: elpensante.com