Definición del valor de la Sencillez
En el ámbito de los valores humano, la Sencillez es conocida como la capacidad que tiene un ser humano de conservar sus cualidades de Humildad, Empatía, Respeto, Receptividad y Solidaridad, a pesar de su estatus social, intelectual o de los golpes de suerte que haya tenido en la vida.
De esta manera, una persona que practique la Sencillez como norma de vida será un individuo que a pesar de los ascensos profesionales, sociales o económicos que logre en su vida personal no olvidará el hecho de que sus semejantes son seres humanos, que merecen Respeto y que tienen un valor como individuos, el cual debe tenerse en cuenta. En sintonía con esto, su trato debe ser de igual a igual, con sus semejantes, sólo por el hecho de que ambos son humanos, independientemente de las investiduras que haya designado la civilización para cada uno de ellos.
Por el contrario, existen personas que al apenas rozar el éxito o ganar un poco más de plata olvidan de dónde vienen o quienes estuvieron con él en su camino al triunfo. Un persona que tenga la Sencillez como valor fundamental de su vida será una persona que siempre tratará con respeto a los otros independientemente de los roles o condiciones de cada uno, conscientes de que con esto cumple con la responsabilidad social que le otorga su posición, al tiempo que gana mucho más respeto y admiración.
Importancia de la Sencillez como valor
En sintonía con esto, disciplinas como la Psicología han señalado sobre la repercusión que tiene en la vida de un individuo la práctica de la Sencillez entre sus esquemas de valores, afirmando que una individuo que sea sencillo será percibido por su entorno como una persona íntegra, respetuosa, humilde y valiosa, lo que en primera instancia le generará la posibilidad de poder establecer relaciones interpersonales basadas en la confianza y la admiración, así mismo su posición tomará mayor relevancia en la medida en que a pesar de ella, la persona establezca diálogos con sus semejantes con una actitud sencilla, humilde y solidaria.
Así mismo, la Sencillez está casi siempre relacionada con una alta Autoestima, pues quien se sabe valioso e importante, no debe estar todo el tiempo reafirmándoselo con actitudes irrespetuosas hacia otras o demostraciones de poder innecesarias, por el contrario este tipo de actitudes negativas están más ligadas con falta de autoreconocimiento y un ego exacerbado, mientras que una persona positiva, que se quiera a sí misma, será un individuo que tratará a los otros con el mismo respeto que siente hacia él mismo.
En un sentido mucho más amplio, la Psicología también se ha expresado sobre la importancia que tiene el valor de la Sencillez en términos sociales. De esta forma, una sociedad conformada por individuos que en su mayoría ejerza el valor de la Sencillez será una comunidad humana donde se establecerán relaciones interpersonales basadas en la humildad, la sinceridad y la empatía, lo cual generará con el tiempo la Sinergia necesaria para avanzar hacia estadios superiores, en búsqueda de la autorrealización. Igualmente, será una sociedad caracterizada por su carácter humilde, que preferirá siempre el trabajo productivo y el ahorro, antes que la apariencia y el derroche, siendo a su vez una comunidad que prefiera más la Sinceridad y menos de oropel.
Adquisición de la Sencillez como valor
A pesar de que la Sencillez es un valor inherente al ser humano, los psicólogos también han advertido sobre la pertinencia de inculcar y enseñar este valor desde las etapas más tempranas, a fin de formar individuos que en su vida sean conscientes de la necesidad de tratar a los otros como sus semejantes, a través de prácticas de respeto, solidaridad, siendo consciente de que una posición social o económica no lo hace mejor ser humano.
No obstante, algunos padres y maestros pueden llegar a sentirse desorientados en la planificación de estrategias educativas que le permitan sembrar y estimular en los más pequeños el valor de la Sencillez, por lo que la Psicología también ha ideado una serie de tips y métodos que pueden ser de utilidad. A continuación, algunas de ellas:
1.- Como siempre que se trata de la enseñanza de actitudes y valores, la principal herramienta será el Ejemplo. De esta forma, un niño que crezca viendo cómo sus padres tratan con respeto y empatía a todas las personas con las que se relacionan, independientemente de su condición social o económica, será una persona que entienda que los humanos son humanos más allá del rol que desempeñen en la sociedad.
2.- Igualmente, los padres deben orientar a los niños en su relación con sus semejantes, enseñándoles que cada uno de sus semejantes merecen respeto, por lo que los padres no deben permitir en sus hijos actitudes de acoso o burla, basados en situaciones raciales, sociales o económicas, enseñando al niño por el contrario que debe tratar a sus compañeros con respeto.
3.- Así mismo, los maestros pueden desarrollar actividades en el aula que vengan a reforzar lo enseñado por los padres en sus casas. En este sentido, pueden escoger fábulas y cuentos que sirvan para ilustrar el valor de la Sencillez, de manera lúdica y con un lenguaje sencillo.
Fuente de imagen: elpensante.com