Definición del valor de la Sociabilidad
En el ámbito de los valores humanos, la Sociabilidad es conocida como la capacidad y necesidad que tiene el ser humano de establecer vínculos interpersonales con sus semejantes, a fin de conocerlos y compartir con ellos los diferentes aspectos de su vida.
Como seres sociales que son por naturaleza los humanos, estos buscarán casi siempre acercarse a otros humanos, para establecer relaciones de amistad o afecto. En este sentido, disciplinas como la Psicología apuntan que cada uno de los involucrados debe hacer uso de sus otros valores a fin de poder crear relaciones basadas en el Respeto, la Empatía, el Amor, la Sinceridad, la Honestidad, el Servicio y la Felicidad, a fin de que estos lazos se traduzcan en encuentros positivos y productivos para los involucrados, puesto que la Sociabilidad es tan inherente al humano, que también puede darse entre personas sin valores, que se unen para llevar a cabo objetivos negativos, que afectan a los demás e incluso a ellos mismos.
Importancia de la Sociabilidad como valor
Por otro lado, la Psicología ha señalado la repercusión individual que tiene el valor de la Sinceridad al ser integrado en el esquema de comportamiento y pensamiento de una persona, asegurando que en la medida en que un individuo siente y sigue la necesidad de conocer y relacionarse con sus semejantes, en primer lugar está asegurándose una vida social, alejándose del aislamiento y la soledad, cualidades que no corresponden del todo a la cotidianidad del ser humano, y que por ello pueden conducir a cuadros psicológicos como la depresión.
Así mismo, el hecho de que un individuo conozca y se relaciones con otros hace que entre los involucrados se establezca un intercambio de información, tanto a sus respectivos orígenes como a la forma de ver el mundo, lo que también traerá como beneficio la ampliación de perspectivas y conocimientos de cada uno. Igualmente, teniendo cada individuo sus propios talentos, cada persona podrá aportar a la vida de otro sus conocimientos y virtudes, estableciéndose entonces redes de apoyo y cooperación, vitales para el desarrollo de cualquier persona.
En un aspecto mucho más amplio, los psicólogos también se han pronunciado sobre los beneficios sociales que conlleva el valor de la Sociabilidad. Con referencia a esto han indicado en primer lugar que este valor es la base misma de la sociedad, pues lleva a los humanos a sentir el deseo de agruparse, conocerse y funcionar como un colectivo, sin lo cual sería impensable poder hablar de sociedad. De la misma forma, la Sociabilidad hace que las personas afines se conozcan y establezcan lazos duraderos, que puedan conllevar a que planeen proyectos juntos, los cuales se traduzcan en productividad, cooperación, solidaridad y bienestar común.
Adquisición de la Sociabilidad como valor
A pesar de que el valor de la Sociabilidad es un sentimiento natural e inherente al ser humano, la Psicología resalta la pertinencia que tiene inculcar y estimular este valor en los niños y niñas, desde las primeras etapas de la infancia, a fin de criar individuos conscientes de pertenecer a un colectivo, y con la capacidad de relacionarse con otros, lo cual en el futuro se convertirá en una herramienta importante en la vida social y profesional de la persona.
Sin embargo, puede que algunos padres y maestros se sientan un poco desorientados en su tarea de idear estrategias pedagógicas que les permitan llevar adelante la tarea de sembrar y cultivar el valor de la Sociabilidad en los niños a su cargo, por lo que la Psicología también ha creado algunos tips y métodos que pueden facilitar esta tarea. A continuación, algunos de ellos:
1.- En primer lugar, como siempre que se trata de una actitud o valor, la herramienta principal será el ejemplo. En este sentido, un niño que crezca viendo cómo sus padres se relacionan con otros individuos más allá del núcleo familiar, siendo capaces de sostener amistades durante años, será una persona que entienda que los humanos tienen la posibilidad de manejarse en un círculo social, del cual pueden nutrirse, al tiempo que cumplen funciones de servicio y amistad con otros individuos. Por el contrario, padres solitarios difícilmente enseñen a su hijo a relacionarse con otros, o al menos con las personas indicadas, pues el niño no contará con referentes claros de amistad o vínculos extrafamiliares.
2.- Así mismo, es importante que aun cuando se haya decidido no enviar al niño a jardín desde muy temprana edad, los padres sí le procuren un grupo de juegos, o al menos lo lleven al parque, para que el niño desde sus primeros años pueda unirse a sus semejantes y contemporáneos, a fin de que pueda hacer frente al sentimiento de Sociabilidad, y se enfrente también a los mecanismos de criar vínculos.
3.- En cuanto a las actividades que se pueden diseñar dentro del aula, los psicólogos han afirmado que los docentes y maestros también pueden emprender actividades grupales que busquen fortalecer la confianza, el respeto y la solidaridad entre los niños, a fin de reforzar también el valor de la Sociabilidad, enseñándoles que son un grupo, pero que deben estar siempre receptivos hacia otros niños y cuidarse mutuamente, sin que haya cabida para maltratos, burlas o acoso a cualquiera de sus miembros, u otros niños ajenos al grupo escolar.
Fuente de imagen: elpensante.com