El valor de la solidaridad

El valor de la solidaridad

Definición del valor Solidaridad

En el ámbito social, se conoce a la “Solidaridad” como uno de los tantos valores éticos, la cual consiste específicamente en la capacidad que tiene cada ser humano por sentir afinidad y empatía hacia otros, lo cual originará también que decida ayudar a los otros en momento de angustia o penuria.

Igualmente, han descrito algunos sociólogos, la Solidaridad está ligada a un sentimiento de unidad, que produce que un grupo de gente se una en colectivo y emprenda la lucha –a través de mecanismos de interrelación e interdependencia- a fin de lograr metas comunes, que se traduzcan en el máximo beneficio de esa comunidad en específico.

Beneficios de la Solidaridad como valor

En cuanto a los beneficios o rasgos positivos que puede presentar el valor de la Solidaridad en una comunidad o sociedad, algunos profesionales de la Sociología y de la Psicología Social han apuntado por ejemplo que una comunidad donde se practique este valor será una sociedad con mucho mayores posibilidades de desarrollo, pues el hecho de que sus individuos sepan que cada uno no está desamparado, sino que forma parte de un grupo, el cual además lucha unido por el logro de ciertos objetivos positivos, genera un sentimiento de superación grupal, el cual hace que la sociedad se vuelva mucho más positiva, éticamente hablando.

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Cómo se adquiere el valor de la Solidaridad

En este sentido, varios especialistas han señalado que aunque la Solidaridad es un sentimiento inherente al hombre, e incluso se podría decir que innato, no puede dejar de ser inculcado por los padres y los maestros, en las primeras etapas de la infancia. Así, el valor de la Solidaridad debe ser enseñado a las y los niños, a fin de que estos crezcan siendo personas y adultos solidarios con sus padres, maestros, compañeros y personas de su entorno en general, a fin que volverlos individuos positivos dentro de la sociedad a la que pertenecen.

Sin embargo, algunas madres y padres pueden llegar a sentirse un poco desorientados a la hora de enseñarles a sus hijos cómo ser solidarios. No obstante existen algunos tips, señalados por Psicólogos y Psicopedagogos, que pueden ayudar a los responsables de la formación de los niños en la adquisición de la Solidaridad como valor. A continuación, un ejemplo de algunos de ellos:

1.- Cónsonos con la idea de que la acción enseña más que las palabras, la primera y más efectiva forma de poder enseñarle a los niños el valor de la Solidaridad es dándole el ejemplo. Así los padres deben ejercer la Solidaridad delante de sus hijos y también como un valor integrado en su sistema de vida, a fin de que el niño crezca entendiendo y viendo las distintas formas de ejercer la solidaridad, bien sea entre familiares, vecinos, amigos, e incluso ciudadanos desconocidos.

2.- Así mismo, es importante también que el padre comience a enseñarle al niño, desde que esta cumple los dos años de edad (momento en que el niño cobra conciencia del otro) cómo compartir con otro, o cómo dar consuelo. Igualmente, se le debe enseñar al niño –a través de la palabra y la acción- la importancia que tiene colocarse en el lugar del otro, así como ayudar o apoyar a quien necesite ayuda. En este sentido, es importante integrarle también en las actividades de la casa, como limpiar, planchar, lavar, por su puesto de acuerdo a sus posibilidades. No obstante, el niño debe crecer siendo parte de los oficios del hogar, teniendo conciencia de su deber de ayudar a su madre o padre en los quehaceres.

3.- Por otro lado, a pesar de que la Solidaridad es un valor y un sentimiento, en el período de formación del niño y la niña, debe ser tratado como una regla a cumplir, tanto dentro del aula y las inmediaciones de la Escuela, como en la casa, a fin de crear la responsabilidad de cada miembro de la Institución y el Hogar de ser solidarios los unos a los otros.

4.- Sin embargo, asumir la Solidaridad o cualquier otro valor ético como norma de convivencia en los espacios donde se desarrolla el niño, no quiere decir que estos entornos deban ser autoritarios, por el contrario, en opinión de especialistas en Educación, ambientes de crianza democráticos, en los cuales el niño sienta la libertad para poder expresarse y desenvolverse en un entorno afectivo, fomenta la adquisición de valores, así como el hecho de contar con suficiente confianza en sus padres y maestros, que promueva una comunicación abierta.

5.- Igualmente, tanto en la casa como en la Escuela deben generarse dinámicas cotidianas que ayuden a los niños a adquirir el valor de la Solidaridad. En este sentido, los padres deberán hacer que los niños ayuden a sus hermanos más pequeños o incluso a ellos mismos, dentro de los labores. En la Escuela también los maestros deberán enseñar a los niños a ayudarse los unos a los otros, así como a sentir interés por los otros.

6.- Por último, algunos Psicólogos han advertido sobre el impacto que tiene la sobreexposición del niño a los juegos de video y horas de televisión en su capacidad de tener conciencia del otro, así como empatía o afinidad. En este sentido, algunos estudios han revelado que en la medida en que los niños pasan tiempo conectados a los juegos de vídeo su capacidad de empatía disminuye, por ende la de sus niveles de la Solidaridad. De esta forma, los especialistas recomiendan a los padres y formadores, evitar que el niño pase mucho tiempo a solas, expuesto a estas actividades, y por el contrario fomentar actividades grupales, al aire libre.

Fuente de imagen: elpensante.com

Bibliografía ►
El pensante.com (febrero 15, 2016). El valor de la solidaridad. Recuperado de https://elpensante.com/el-valor-de-la-solidaridad/