Tal vez lo mejor, antes de avanzar sobre la explicación de cada uno de los elementos que constituyen la operación de radicación, sea revisar de forma breve la propia definición de esta operación, a fin de poder entender cada uno de los constituyentes de ella, en su contexto matemático preciso.
La radicación
En consecuencia, se podrá comenzar por decir que la disciplina de las Matemáticas ha optado por definir la Radicación como una operación inversa a la Potenciación, en donde dos números específicos, tratan de hallar un tercer número, que al ser multiplicado por sí mismo, la cantidad de veces que señale uno de ellos, se obtenga el otro número que ha participado de la operación.
Qué pasa exactamente en una operación de radicación
Sin embargo, puede que esta explicación necesite un ejemplo concreto que permita entender realmente qué es lo que sucede durante una operación de radicación, o más precisamente cómo es que logra resolverse. A continuación, qué es lo que pasa durante una operación de radicación:
Suponiendo que se cuente con el número 8, y se desee saber cuál es la raíz cúbica de este número. En este sentido, se deberán seguir entonces una serie de pasos, encaminados a dar solución a la operación:
1.- Lo primero que se hará será expresar matemáticamente la operación: ∛8 =
2.- Al hacerlo, se apreciará mucho más claro, cómo se deberá encontrar un número, que al multiplicarse por sí mismo, un total de tres veces, dé como resultado 8.
3.- Teniendo presente que la Radicación es una operación inversa a la Potenciación, entonces se podrá comenzar a probar potencias, en donde el exponente sea 3, hasta encontrar una base que al ser elevada a este número, dé como resultado 8:
13 = 1
23 = 84.- Afortunadamente, no se debe avanzar mucho en la búsqueda de bases, para encontrar que si en una potencia la base es 2 y el exponente es 3, la operación arrojará 8 como resultado. En tal sentido, se asumirá entonces que el 2 es la raíz cúbica de 8 → ∛8 = 2, puesto que al elevar el 2 al exponente 3, se obtiene 8, por lo que se considera igualmente la Radicación comprobada.
Elementos de la radicación
Teniendo presente esta definición, probablemente sea mucho más sencillo comprender los conceptos de los elementos de constituyen la Radicación, y que han sido explicados respectivamente por las Matemáticas de la siguiente manera:
- Índice: el primer elemento que podrá distinguirse dentro de una operación de radicación será el índice, el cual puede ser explicado como el número que indica cuántas veces deberá multiplicarse por sí misma la raíz, a fin de conseguir un resultado equivalente al radicando. De esta manera, si se piensa en su operación inversa, entonces el índice podría ser interpretado, dentro de la Potenciación, como el exponente al que debe elevarse la raíz, a fin de dar con el radicando.
- Raíz: por su parte, el Radicando será entendido como el resultado final de toda operación de Radicación, así como el número que una vez se multiplique a sí mismo la cantidad de veces que señale el índice de la operación, dará como resultado el radicando. Desde la perspectiva inversa, es decir, en caso de que la operación se planteara como una Potenciación, entonces la Raíz haría las veces de base, elevándose al número que cumple las veces de índice.
- Radicando: de esta manera, el radicando constituiría el segundo número sobre el cual se desarrolla la operación de radicación, es decir, que le señalaría al índice cuál es el resultado que debe dar el número que se desempeñe como raíz, cuando se multiplique por sí mismo, tantas veces como señale el índice. Así mismo, si se pensara en la operación inversa, el radicando podría ser interpretado como la potencia de la potenciación.
- Signo: finalmente, el signo será también parte importante de la operación de Radicación. En esta operación, este papel es ejercido por el símbolo √. De igual forma, la norma matemática señala que el signo radical, que es el nombre que recibe este símbolo, deberá anotarse en medio del índice y del radicando, teniendo entonces la misión de señalar que entre ellos tiene lugar una operación de radicación.
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