Enrique VIII y la enfermedad

Enrique VIII y la enfermedad

La enfermedad del monarca

Enrique VIII fue rey de Inglaterra en los aciagos tiempos en los que ocurrió la ruptura de la religión oficial del mismo con la iglesia católica. Como sabrán, el Rey se encontraba realmente desesperado por procrear un heredero hombre para la casa Tudor, pero al parecer sus deseos se podrían ver truncados debido a sus malas condiciones físicas, pues Enrique no era una persona que gozará de una salud particularmente buena, además claro de que cargaba con un par de vicios.

Pero el problema más importante del Rey era el síndrome de Mcleod. Esta enfermedad consiste en “ una alteración genética que puede llegar a afectar la sangre, el cerebro, el sistema nervioso periférico, músculo y corazón» . Su causa, que en tiempos antiguos no se conocía pero en la actualidad está másque clara, se debe a una mutación de herencia recesiva en el gen XK del cromosoma X. Algunos pacientes presentan tics faciales, convulsiones, demencia, crisis epilépticas y alteraciones en el comportamiento (trastornos de personalidad, ansiedad, depresión, trastornos obsesivo-compulsivos, trastornos bipolares o trastornos esquizo-afectivos).

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Ruptura con la Iglesia y otros vicios

De acuerdo con una investigación realizada en marzo de 2011, Enrique VIII era positivo en Kell y tenía el síndrome de McLeod. Esta situación hacía muy difícil que tuviera sus anhelados hijos varones que ocuparan su lugar en el trono, asunto que más adelante desembocaría en la separación del monarca con la Iglesia Católica y la creación de la Iglesia Anglicana. La razón de dicha separación, como muchos sabrán, fue justificar legalmente (o teológicamente) su separación de Catalina de Aragón y sus múltiples matrimonios con otras mujeres en busca de un heredero varón.

La enfermedad no tiene una cura, solo posibles tratamientos para solucionar las posibles complicaciones que puedan surgir.

Aparte de su enfermedad fisiológica, el monarca tenía otras manías y adicciones, entre las que se encontraban la ludopatía: era tal la afición al juego de Enrique VIII de Inglaterra que cuando se quedaba sin blanca apostaba bienes del estado, fue así como en una ocasión se jugó las campanas de la catedral londinense de San Pablo y las perdió en un juego de cartas.

Fuentes:

  1. https://traslascortinascortesanas.blogspot.com/2013/01/enfermedades-de-enrique-viii.html
  2. https://labioquimicaesbella.wordpress.com/2015/01/05/un-posible-diagnostico-cinco-siglos-tardio-enrique-viii-y-el-sindrome-de-mcleod/

Imagen: wikipedia.org

Bibliografía ►
El pensante.com (febrero 25, 2020). Enrique VIII y la enfermedad. Recuperado de https://elpensante.com/enrique-viii-y-la-enfermedad/