Ensayo sobre el ballet

Así mismo, según los teóricos de la Danza, la palabra “ballet” es un vocablo francés que puede traducirse literalmente como “baile”, y que fue usado por primera vez en 1582, en el Ballet-comique de la reine. Igualmente se te atribuye la acuñación del término a Balthasar de Beaujouelx, compositor francés. No obstante, algunos estudiosos de este arte, señalan que el término “ballet” puede referir a la pieza musical compuesta específicamente para ser interpretada por un grupo de bailarines en un escenario.

Principios básicos del Ballet

Igualmente, los historiadores sitúan el inicio del ballet en el siglo XVIII, específicamente en la corte del Rey Sol, Luis XIV, quien apasionado por esta danza promovió la creación de la Academia Real de Danza, considerada la primera institución en el mundo, donde comenzó a enseñarse este método formalmente.

Desde ese momento al presente muchos son los cambios que han ocurrido dentro de la teoría y las distintas técnicas de esta danza. A la fecha se pueden distinguir una serie de principios, bajo los cuales se rige el Ballet clásico. Seguidamente se detallarán los cánones bajo los que se deben comportar, posicionar y desplazarse en un espacio los cuerpos, bajo la técnica de esta danza clásica:

• Alineación: este parámetro hace referencia directa a la buena postura corporal que debe tener un bailarín, en todo momento, incluso fuera de escena. En este sentido, y de forma constante –sobre todo si el cuerpo se encuentra en desplazamiento, los pies deben permanecer en conjunción con la espalda, cuya columna vertebral debe encontrarse perfectamente derecha, los hombros hacia atrás y el cuello perfectamente estirado, a fin de que la cabeza también esté perfectamente alineada. De esta forma, se evitarán posibles lesiones, pues todos los bloques corporales actuarán en conjunto.

• Rotación: en cuanto a este movimiento, los especialistas en este técnica lo describen como la acción de rotar externamente las piernas, movimiento que se hace partiendo desde la cadera. Así mismo, para proceder a una rotación limpia y sin riesgos el bailarín debe contar con suficiente control muscular de las zonas involucradas: pelvis, abdomen y por su puesto las piernas.

• Distribución del peso: así mismo, otros de los elementos fundamentales de la técnica del ballet lo constituye la capacidad de bailarín de distribuir de una manera equilibrada y eficiente su peso corporal, a fin de que su peso se extienda adecuadamente en uno o ambos pies, de acuerdo a cada una de las posiciones que adopte el cuerpo durante su reposo o desplazamiento. La adecuada aplicación de esta técnica cuida igualmente el cuerpo de cualquier tipo de lesión.

• Postura: se refiere a las distintas posiciones convencionales, establecidas por la técnica del ballet, cuya idea es procurar una distribución del peso adecuada, en ambos pies, tanto si el bailarín se encuentra en descanso, o si se dirige a recobrar el equilibrio, antes de partir a una figura o movimiento distinto.

• Transferencia de peso: este principio refiere directamente a la acción en la cual un bailarín pasa su peso de ambos pies a uno, o por el contrario de uno de sus pies a ambos. No obstante, la principal regla de este método es lograr esta transferencia sin que el cuerpo se vea sometido a algún tipo de esfuerzo, es decir, de forma que se vea este cambio de manera suave.

• Colocación: por su parte, el principio de colocación indica la necesidad de hacer que hombros y caderas dibujen líneas paralelas, tomando como punto de referencia la línea del suelo. Está destinado a lograr que el bailarín cuente con gran precisión a la hora de decidir las distintas direcciones que tomará durante su desplazamiento en el espacio.

• Contrabalance: destinada, como su nombre lo indica,  a usar una parte del cuerpo para balancear el desequilibrio que puede ocasionar un movimiento determinado, el contrabalance es el movimiento que realiza el torso del bailarín en el momento en que éste levanta una pierna hacia atrás. En ese momento, de acuerdo a la técnica, el bailarín deberá inclinas hacia adelante y arriba su torso, a fin de que sirva de balance, no obstante esta posición no debe perderse la colocación.

• Aplomo: con este nombre, la técnica del ballet clásico nombra a la línea imaginaria usada para determinar si el cuerpo del bailarín se encuentra perfectamente alineado, es decir que cabeza, espalda, caderas, piernas y pies se encuentran en perfecta alineación.

Características básicas del ballet

Como toda Arte Escénica, el Ballet –además de sus técnicas y disciplina implícita- cuenta con características propias de su estética, puesta y vestuario. A continuación, algunas de las más resaltantes:

• De acuerdo a la tradición, el vestuario por antonomasia del ballet son las mallas, ropa cómoda y flexible, que permite al bailarín moverse libremente. En escena se acostumbra el uso del tutú, no obstante en los últimos tiempos este elemento se considera opcional, al menos que se traten de obras clásicas, en las cuales se requiere.
• Así mismo existen determinadas reglas sobre el tipo de zapatillas. En primera instancia, mientras la bailarina fortalece los huesos de sus pies y piernas, deberá usar zapatilla de media punta. Una vez haya conseguido dominar la técnica de punta de pie, usará zapatilla de puntas.
• En contraposición, el bailarín usará en todo momento zapatillas de media punta.
• El ballet como Arte Escénica se distingue por ser una obra teatral contada a través de la danza, donde el cuerpo del bailarín es el que describe, expresa, imita y transmite las determinadas emociones.
• Es una disciplina que requiere de entrega y estudio, por lo que generalmente su estudio se comienza desde los seis o siete años, sobre todo en el caso de las bailarinas.
• A pesar de que el común denominador asume que el ballet se centra especialmente en las figuras y movimientos hechos con las manos y pies, en realidad, es un arte corporal integral donde están involucrados todos los miembros del cuerpo.
• A diferencia de la danza contemporánea, en el Ballet, los bailarines deben tener en todo momento la cara al público, procurando de igual manera una leve sonrisa.

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