La Democracia es una forma de gobierno, planteada correcta y detalladamente en la antigua Grecia. Para esos antiguos sabios, la democracia no era el gobierno de la mayoría; ni tampoco el gobierno de la minoría. Democracia era el gobierno de todos, en el que participaban los menos y los más.
¿Sólo un ideal?
En la actualidad, resulta ser un ideal nada más, pero se hace ver como una organización del Estado, mediante el cual “a través de mecanismos de participación directa o indirecta se le otorga poder y legitimidad a los representantes políticos. Aunque no se cumple, los libros de historia y los diccionarios definen a la democracia como una manera de convivencia social, en la cual todos los habitantes son iguales y gozan de libertad total ante las leyes.
Pero sería imposible que los ciudadanos fueran libres, si cada persona no es verdaderamente libre, tanto financieramente, como psicológicamente. Debe tenerse en cuenta que la sociedad en general, es la extensión de cada individuo. Entonces, por lógica consecuencia, si no cambia cada sujeto, la sociedad nunca cambiaría, aunque sus líderes y campañas politiqueras siempre tengan como lema a la democracia.
Y es que precisamente, el concepto de democracia originalmente, también proviene del movimiento pacífico pero revolucionario, del cristianismo, el cual luchó por destruir las crueles diferencias entre hombres libres y esclavos, teniendo como base que ante los ojos de Dios todos somos iguales.
El origen de la democracia
Pero su origen más popular y conocido, se remonta al año 1000 A.C. en Atenas, que estaba gobernada por un rey. Varios reyes gobernaban armoniosamente, hasta que uno de ellos comenzó a codiciar más y más poder, llevándolo a cometer graves injusticias. Este hecho causó que la gente se revolucionara y lo derrocara. Desde ese momento la monarquía finalizó en Grecia y ciertas familias iniciaron a legislar.
Esas familias eran grupos de nobles o líderes de los clanes y tomaron el poder militar, político y religioso, reunidos en consejos de arcontes, en el que sólo participaban los miembros de esas familias particulares.
Esa clase de burguesía aristócrata permaneció durante dos siglos en Atenas. Ellos tenían sus propios dioses aristócratas diferentes a los del pueblo, que eran considerados como dioses menores e inferiores. Incluso, muy similar a la actualidad, esas familias elitistas afirmaban contundentemente que el poder debería ser para los poderosos, fuertes y ricos y no para los débiles pobres, como los campesinos, artesanos y trabajadores.
Historia de la democracia en la antigüedad
Todo comenzó a cambiar entrando el siglo V A.C. cinco siglos más tarde, con unos procesos bastante complejos, de lucha, de revoluciones y transformaciones. Cada vez más se iba pregonando la idea de la igualdad entre todos los atenienses, pero faltaba un líder que llevara a cabo con eficacia esas ideas democráticas.
Clístenes y Pericles fueron esos grandes hombres líderes, promotores de la democracia real. Curiosamente, Pericles era un gran aristócrata, pero muy diferente a las familias burguesas de antaño que despreciaba a la prole, sino que por el contrario era bastante reservado, modesto y todo un revolucionario.
Los grandes filósofos de la historia eran muy buenos amigos de Pericles, como Sófocles, Anaxágoras, Heródoto, Fidias y Protágoras. Es que se trataba de un genio amante de la belleza y de la sabiduría. Fue Pericles, el verdadero Padre de la Democracia Real.
Lo que se considera como democracia en las naciones que actualmente se autodenominan democráticas, en realidad no se parece en absoluto a la original de Atenas. Hoy la gente anda inconforme, con angustia, con hambre y ya está demostrado que la gente con hambre, jamás creería en la democracia.
Como dijo un gran sabio de esos de la antigüedad, “Democracia es el Pueblo sabiamente organizado. Democracia no es el apoyo equivocado que el pueblo engañado da a un dictador vitalicio”. Hoy, la democracia es tan sólo una palabra bonita para convencer y engañar a las masas, con un discurso totalmente falso, haciendo pensar que la democracia es ir a votar por cualquiera de esos actores hablando algo que nunca van a cumplir, sea quien sea.
Escrito por: Diego Felipe Baquero R.