La oración puede ser definida como la acción religiosa de entrar en comunicación con una entidad superior, conocida casi siempre como Dios, a pesar de que existen personas cuya fe predica también la oración a santos u otras entidades espirituales.
Finalidad de la oración
Durante esta comunicación, la persona trata de expresarle a la entidad en la que cree sus distintos pensamientos, angustias, sentimientos y deseos, por lo que algunas religiones como la católica la diferencian del hecho de rezar, acción que es vista por las nuevas generaciones como la repetición de formas hechas antiguamente, y que no tienen tanto valor como la palabra sincera, nacida del corazón y el pensamiento de la persona. Igualmente, cada religión la asume de forma distinta, siendo considerada desde una opción hasta una obligación en sí misma, dependiendo el culto del que se trate.
Etimología
De acuerdo a los expertos en Etimología, la palabra Oración proviene del vocablo latín orationis, la cual puede traducirse como “toda idea que puede ser expresada por el lenguaje”, aun cuando muchas religiones no todas las religiones piensan que la oración deba ser verbalizada para cumplir su cometido, sino que puede ser hecha a través de un ejercicio mental. No obstante, existen teorías lingüísticas que expresan que el individuo indudablemente piensa con palabras, pues es el lenguaje el que hila y da orden a los pensamientos. Basados en esto, se podría decir entonces que la oración realmente constituye toda expresión verbalizada, más allá de que esta se exteriorice o simplemente se mantenga en secreto dentro de sí.
La oración según cada religión
Por lo general, las religiones no se diferencian solamente por las distintas deidades en las que cree cada una, sino que también presentan contrastes en la forma en que se exteriorizan estas creencias, a través de distintos rituales, celebraciones y costumbres, de los cuales la forma de orar, es decir, la forma de entrar en comunicación con la máxima deidad o con las diferentes entidades espirituales, puede variar de una a otra. En este sentido, sería pertinente revisar las distintas maneras en que es concebida y practicada por las diferentes religiones el acto espiritual de la oración:
Cristianismo
Para esta religión, la oración tiende a ser un acto sumamente importante, puesto que es en ella que la persona logra entrar en comunicación con Dios, a quien se le pueden comunicar angustias, deseos y temores. Se acostumbra a practicar en solitario, procurando también un ambiente de recogimiento y silencio. No obstante, no se descarta la oración en comunidad, bien sea en pareja, familia o incluso grupos más nutridos, como aquellos que se reúnen en torno a una Iglesia o congregación, puesto que de acuerdo a las escrituras de la Biblia, en su paso por la tierra, Jesús, visto por las religiones en base cristiana como el máximo profeta y la máxima deidad, señaló que donde hubiese más de dos persona orando, él estaría presente, por lo que para el Cristianismo las oraciones grupales revisten especial importancia. Así mismo, resalta como necesario el uso de palabras propias, más que repeticiones de oraciones antiguas.
Dentro de la gama de religiones orientadas a la creencia en Cristo, puede haber también diferencias en cuanto a sus ritos. Por ejemplo, para los católicos, la oración se debe hacer de rodillas, en un reclinatorio, aun cuando también se puede llevar a cabo en el ámbito privado. Aun cuando se haga con las propias palabras, se acostumbra también repetir oraciones o rezar el rosario. Para otras religiones cristianas es indispensable en cambio el uso de la propia palabra, así como la presencia de cantos.
Islam
En cambio, para los musulmanes, la oración es vista como una obligación, la cual además debe repetirse cinco veces al día, sin importar la actividad que se esté realizando o en dónde se encuentre la persona. Dentro de esta religión, la oración recibe el nombre de salat o azalá. De esta forma, el practicante de la fe en Alá, debe practicar durante el día cinco momento de oración: el Fajr (antes del amanecer); Dhuhr (después del mediodía); Asr (cuando comienza a caer el sol); Magrib (ocurrida la puesta del sol); Isha (hora y media después de esconderse el sol). Independientemente, del lugar del mundo en donde el fiel musulmán se encuentre, éste deberá inclinarse en dirección a donde se encuentra La Meca, a fin de entrar en comunicación con Alá.
El judaísmo
Por su parte, el judaísmo entiende la oración como el complemento de una vida religiosa, estando presente en todos los tránsitos y momentos de la vida, por lo que esta religión cuenta con oraciones al despertar, al caer la noche, para acompañar una comida. No obstante, también cuenta con estrictas prohibiciones, por ejemplo bajo ninguna circunstancia está permitido dirigirse a Dios para pedirle que vaya en contra de alguien.
Budismo
Finalmente, algunas personas ven en la repetición de los mantras, y en la meditación representaciones de lo que puede ser la oración, pues básicamente estos métodos también buscan que la persona aprenda a concentrarse, enfocarse y entrar en comunicación con esas entidades espirituales, o incluso consigo mismo.
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