Un hecho insólito acaeció entre los años 1917 y 1928, en el mundo entero. Millones de personas perdieron la vida de una manera demasiado extraña y el número de víctimas compite con las que dejaron las terribles pestes como la gripe española. Pero esta vez la epidemia no fue de enfermedades dolorosas, sino de un sueño mortal que se expandió por el planeta. Ésta es la historia:
El nombre científico de ese mal es “encefalitis letárgica”. Tan pronto como lo adquiere una persona, en muy poco tiempo cae en un trance onírico del cual es casi imposible salir. Se han realizado filmes al respecto, como la película intitulada “Despertares”, donde se resaltó la brillante labor del doctor Oliver Sacks, que trabajó arduamente para hallar una cura, con un fármaco al que llamó “L-DOPA”. Pero los efectos secundarios con el tiempo, fueron la decepción de esta luz de esperanza.
El enfermo empieza a percibir unos síntomas bien específicos, como que le invade una impresionante fiebre, dolor de huesos, de garganta, visión borrosa, atrofiamiento mental, temblores en las manos y piernas, episodios psicóticos y mareos incontrolables. Lo crudo de la situación fue entre esos primeros años del siglo XX, pero en la década de los 80’s, de nuevo se encendían las alarmas con más de 20 casos.
Una bacteria mutante
Fue en ese momento, que la ciencia descubrió que la causa era una bacteria mutante de tipo estreptococo, misma que en su fase simple, ocasiona dolores de garganta, pero con el tiempo ha sufrido una metamorfosis y ahora produce una reacción violenta y letal en el sistema inmune, que termina por atrofiar el sistema nervioso central.
No se ha podido hallar un medicamento 100% eficaz, sino que continuaron las esperanzas fatuas, debido a que los efectos secundarios de todos estos fármacos propuestos, han sido desastrosos. Dentro de este conjunto hallamos la Levodopa, los esteroides, el Zolidem, entre otros. Muy pocas personas o casi nadie sobrevive a esta peligrosa epidemia.
Aunque una parte de los científicos, consideran que no se tiene una real causa confirmada, de esta rara patología. Otra investigación efectuada a principios del milenio, asegura que todo se origina por una reacción autoinmune del organismo.
Si alguien corrió con la suerte de haberse infectado de la peligrosa bacteria, los galenos especializados optan por estabilizar al enfermo a como dé lugar. Primero usan esteroides, pero obran tan sólo en algunas personas. Algunos medicamentos desarrollados especialmente para tratar el Parkinson, han servido para algunos pacientes. En la actualidad, un fármaco de nombre Zolpidem, ha sido muy aplaudido por los buenos resultados con la encefalitis letárgica.
La villa fantasma
Toda una aldea completa, resultó envuelta en un sueño profundo, del cual casi muchos casi no despiertan. Una villa de nombre Kalachi, en medio de la estepa de Kazajistán, en marzo de 2013, fue el centro de atracción de la comunidad científica y de investigadores diversos, puesto que más de 140 personas mostraban unos síntomas nunca antes vistos, pero muy similar a la epidemia de sueño. Sólo que esta vez, los afectados sufrían de alucinaciones, ataques compulsivos de violencia, ganas excesivas de copular, lagunas mentales y finalmente, caían en un sueño profundo y nadie podía despertarlos.
Tanto niños como adultos iban cayendo desmayados al mismo tiempo, mismos que despertaron semanas después, sin saber qué les había ocurrido. Los médicos se esforzaron al máximo para entender el misterioso fenómeno, pero no obtuvieron respuesta alguna al principio. Muchos rumores y teorías se gestaron, como maldiciones y encantamientos mágicos. Hubo quienes atribuían todo al licor adulterado, pero se invalidó esa hipótesis porque los niños igualmente cayeron en ese estado.
Sólo hasta mitad de 2015, los estudios informaron que sin duda alguna, todo habría sido provocado por las altas concentraciones de monóxido de carbono y de hidrocarburos en el ambiente, produciendo desmayos masivos por la disminución del oxígeno, lo cual conlleva a la pérdida del conocimiento.
En síntesis, todo apuntó a que la culpa fue de una mina soviética, que por haberse abandonado, por la acción del agua se liberaron altos contenidos de monóxido de carbono en el ambiente cercano. Así fue la versión oficial. No obstante, algunos contradictores han manifestado que el gobierno ruso oculta la verdad de los hechos.
La minería y las multinacionales son responsables de muchos casos similares y peores.
Imagen: wikipedia.org