Diferencias entre los sexos
Somos una especie muy particular. Si bien cada uno de nosotros viene con su propio ADN, el cual en últimas determinará gran parte de nuestras características, somos seres extremadamente flexibles y capaces de adaptarnos a diferentes circunstancias. Claro, esta adaptación también viene escrita en nuestro ADN, pero el punto aquí es que somos bastante capaces de cambiar, dadas las circunstancias.
Por esta razón, nunca hemos sido totalmente capaces de determinar cuánto de nosotros se debe al entorno y a la crianza, y con cuánto nacemos. Es el eterno debate de “naturaleza vs crianza”, el cual se pone particularmente álgido cuando hablamos de las diferencias entre los sexos.
Pues mientras que para algunos la diferencia entre hombres y mujeres es definitiva y está escrita en piedra, otros creen que se debe a factores más culturales y sociales que genéticos. En general, ambos grupos tienen pruebas para demostrar su punto, y es probable que la verdad esté en algún lugar del medio.
Y por ello son extremadamente interesantes los estudios que muestran diferencias innatas entre uno y otro género, al menos, a nivel estadístico.
Temperatura
Ha sido por mucho tiempo un cliché que los hombres tienden a preferir temperaturas más bajas, y se sienten más cómodos en el frío, mientras que las mujeres prefieren el calor. En general, esto puede incluso llevar a conflictos de algún tipo en escenarios laborales, donde diferentes personas pueden buscar distintas temperaturas.
Pero aunque esto es conocimiento común, el estudio realizado, que demuestra las diferencias cognitivas a diferentes temperaturas, no se había hecho nunca.
El experimento realizó pruebas en matemáticas, lógica y habilidades verbales a estudiantes en grupos de 23-25 personas. Las habitaciones donde se realizaban las pruebas tenían temperaturas que iban de 16.2 °C a 32.5 °C.
La prueba encontró que las mujeres, de manera sistemática, obtuvieron mejores resultados en las temperaturas más altas, mientras que los hombres tendieron a mejorar su desempeño en temperaturas más bajas. Curiosamente, las únicas áreas afectadas fueron habilidades verbales y matemáticas, pues para lógica ambos grupos se comportaron igual sin importar la temperatura.
Una aclaración importante es que mientras la mayor parte de las mujeres tuvieron desempeños significativamente mejores a mayor temperatura, en los hombres la cosa estuvo menos sesgada, con puntajes más promedio y una ligera mejora a temperaturas bajas.
Las tendencias, que fueron constantes en el grupo de 500 estudiantes (todos alemanes), indican que en efecto algo parece cambiar en el comportamiento cerebral de hombres y mujeres a distintas temperaturas. Los científicos que dirigieron este experimento alertan que esta tendencia está clara para la etnicidad y cultura alemanas, pero que es necesario realizar otros experimentos si se quiere verificar esta información para grupos étnicos diferentes.
Para garantizar que los estudiantes respondieran a la mejor de sus capacidades, se les ofreció un premio monetario por cada respuesta que tuvieran correcta. En la prueba, el 41% de los participantes fueron mujeres, número que se considera suficiene para darle validez estadística. Es importante tener en cuenta que esto es una tendencia, y en toda población siempre habrá individuos que se salgan de la tendencia, así que esto no significa que todas las mujeres operen mejor a temperaturas más altas.
Pero aun así, según esto, al parecer la insistencia en subir el termostato tiene una raíz biológica.
Fuentes:
- https://www.sciencedaily.com/releases/2019/05/190522141829.htm
Imágenes: 1: washingtonpost.com, 2: abc.net.au