¿Estamos preparados para enfrentar el cambio climático?

De nuevo, se trata de dos casos diferentes que, aunque relacionados, tiene impactos divergentes en la sociedad. El primer caso se refiere al cambio climático tal como se le entiende en la actualidad, es decir, al calentamiento global. El segundo, a la posibilidad de desarrollar tecnologías capaces de modificar el clima a escala global y a usarlas como armas o como herramientas humanitarias y de desarrollo económico.

El primer caso es el del calentamiento global. De acuerdo con el Foro, la principal preocupación es que se trata de un proceso que se retroalimenta, es decir, que a medida que aumenta genera nuevas dinámicas que, a su vez, hacen que siga aumentando. La principal preocupación es el derretimiento de los gigantescos glaciares de la Antártida y Groenlandia despejaría grande áreas de suelo. Mientras que el hielo refleja la luz solar, el suelo la absorbe, lo cual aumentaría el porcentaje de calor que se queda en la superficie terrestre… aumentando de nuevo la velocidad del derretimiento y comenzando el ciclo.

Algunos científicos también hablan de las “trampas de carbono” ubicadas en los océanos que comenzarían a liberar gases de invernadero dentro de poco, si no es que lo están haciendo ya… aumentando también el ritmo al que la temperatura del planeta asciende. A medida que los océanos se calientan liberarían más y más de estos gases, retroalimentando el proceso.

Los peligros de un mundo que se calienta

Y ¿qué puede pasar con la humanidad en un planeta que lentamente se está calentando? Las respuestas varían, pero en general se teme sobre el efecto en vastas áreas que se volverían desérticas (como la región de California en el occidente estadounidense) o semidesérticas, y otras en las que el aumento en las lluvias amenazaría con un aumento en las inundaciones. Esto tendría un grave impacto en las regiones rurales de los países en desarrollo – donde se encuentran las poblaciones más vulnerables del mundo – y en la producción agrícola de los países desarrollados – donde se produce con mayores niveles de eficiencia –.

En conjunto, podríamos estar hablando de una hambruna mundial, un dramático aumento en los precios de los alimentos… y en las revoluciones sociales: si algo enseña la Historia es que cuando las personas tienen hambre, son mucho más proclives a rebelarse y a adoptar líneas radicales de pensamiento. La inestabilidad mundial producto de un aumento en los precios de los alimentos podría perfectamente terminar con nuestra sociedad tal como la conocemos.

Un eventual mundo con clima controlado

El segundo factor es la creación de nuevas tecnologías capaces de modificar el clima a voluntad. Si bien esta podría ser una potencial solución a los problemas del primer factor, también se presenta como un problema de seguridad global. ¿Qué tan difícil será acceder a estas tecnologías? ¿Quién será el encargado de manejarlas?

Existe un debate, por ejemplo, sobre la posibilidad de llevar lluvias a zonas de sequía: al hacer esto, ¿no le estoy quitando agua a regiones que, de otra manera, habrían recibido estas precipitaciones? En caso de que un país lo haga en una de sus regiones fronterizas, ¿no estaría técnicamente robando a sus vecinos? Regular una tecnología de este tipo parece ser algo extremadamente complejo y no sabemos qué entidad será capaz de hacerlo.

Pero los problemas van más allá de esto: una máquina capaz de controlar el clima se convierte potencialmente en un arma terrible. Sería capaz de doblegar un país sin disparar un tiro amenazando los sectores más vulnerables de su población. De poder generar fenómenos como huracanes, tifones o terremotos, se convierte en un factor capaz de desestabilizar completamente la política mundial y de ponernos a merced de un gran poder.

Y ¿qué tan difícil de obtener sería esta tecnología? ¿No sería posible que un colectivo radical o terrorista pudiera construir una? ¿Cómo limitar sus efectos? Al igual que en el caso anterior, atacar el clima se convierte en un arma potencialmente mortífera para la humanidad. Y recordemos que, según algunos, el Proyecto HAARP de los Estados Unidos ya es capaz de modificar el clima a voluntad.

Nadie sabe los efectos de modificar el clima. La tierra es un sistema parcialmente cerrado, por lo que todas las alteraciones presentes aquí o allí se verán reflejadas en otros lugares del globo. ¿Seremos capaces de usar con responsabilidad estas tecnologías? ¿O se convertirán en la semilla de nuestra destrucción? Al fin de cuentas, el clima es extremadamente complejo y somos incapaces de predecirlo incluso a una escala de semanas.
Existen tecnologías que podrían limitar un potencial aumento de la temperatura en la superficie (en el Foro se habló de la posibilidad de inyectar sulfuros en la atmósfera), pero su uso podría tener consecuencias inesperadas (y aún desconocidas). ¿Qué tanto estamos dispuestos a arriesgar?
Estos factores, de la mano con la creación de habilidades especiales en humanos y la posibilidad de encontrar una inteligencia extraterrestre, son consideradas por el Foro como un peligro potencial para nuestro futuro. ¿Cuál crees que sucederá primero? ¿Y cuál tendría un efecto más nefasto?

• Extraterrestres, superhumanos y cambio climático: los “Factores X” del Foro Económico Mundial, parte 1
• Extraterrestres, superhumanos y cambio climático: los “Factores X” del Foro Económico Mundial, parte 2

Fuente de imágenes: 1: climaticocambio.com, 2: semanariopreguntas.files.wordpress.com, 3: arrl.org