El Pensante

Familia de indigente descubre que era millonario luego de su muerte

Imagen 1. Familia de indigente descubre que era millonario luego de su muerte

Curt Degerman

Curt Degerman, nativo y habitante de Suecia, era poco más que un indigente particularmente aficionado a las latas para los vecinos de la ciudad de Skelleftea en la que vivía. Cuando murió en el pasado 2008 nadie pensó que su despedida fuese a resultar memorable.

A fin de cuentas, se trataba de un hombre solitario, excéntrico, que acostumbraba a comer en los basureros de los restaurantes y todas las mañanas se pasaba por la biblioteca a leer los periódicos del día. Su familia no pensaba mucho en él: había sido un niño brillante, pero en algún momento de su vida había perdido la chispa y su horizonte se había reducido a recoger latas de hojalata en la calle.

O eso creían ellos.

Degerman murió en 2008 de un ataque cardiaco. Llevaba 40 años recogiendo latas. Todos suponían que gastaba el dinero de su peculiar ocupación en dulces, pequeños lujos, incluso en drogas. Pero no.

Resultó que los gastaba invirtiendo en el mercado de valores.

Un millón de dólares

De hecho, la cifra supera el millón de Libras Esterlinas, por lo que seguramente estamos hablando de más de 1’500.000 dólares americanos. Una cantidad impresionante.

Resulta que Degerman era un aficionado al mercado de valores y desde muy joven comenzó a invertir allí todo su dinero. No lo hacía para ser rico, evidentemente, parece ser que sencillamente lo disfrutaba. Pero era muy bueno en ello.

Tras algunas preguntas, los encargados de la biblioteca confirmaron que efectivamente el hombre pasaba todos los días a leer el periódico y en particular se interesaba por la sección de negocios. Parece ser que conocía de arriba abajo todo el asunto empresarial y era capaz de apostarle a las mejores acciones.

Tras su muerte, Degerman dejó escrito en su testamento que su dinero debía quedar en manos de uno de sus primos, quien lo visitó regularmente antes de su muerte. Sin embargo, el asunto derivó en una pelea familiar y al final dos personas diferentes terminaron repartiéndose la fortuna, siendo una de ellas el primo que él había elegido.

Así que ya saben. Sean decentes con el indigente que vive por su barrio, pues podría ser millonario sin que nadie lo supiera.

Imagen: treehugger.com