El Pensante

Frases de admiración

Frases - octubre 6, 2015

Albert Camus

La Real Academia Española de la Lengua  define al acto de “admirar” como la acción de “ver, contemplar o considerar con estima o agredo especiales a alguien o algo, que llaman la atención por cualidades juzgadas como extraordinarias”.

Imagen 1. Frases de admiración

En esta ocasión analizaremos algunas de las frases que sobre este sentimiento han escrito los más célebres escritores a lo largo de la historia.

En el hombre hay más cosas dignas de admiración que de desprecio.
(Albert Camus, escritor francés).

En un claro sentido humanista, este escritor francés de principios de siglo XX trata de resaltar lo positivo que hay en la condición humana, afirmando que dentro de cada ser hay más cosas que son dignas de admiración que de desprecio. Es importante recordar que Camus es un escritor que vivió las dos Guerras Mundiales, y al igual que sus contemporáneos pudo ver al mismo tiempo lo peor de lo que puede haber en los humanos, así como lo más hermoso de lo que somos capaces, y a pesar de que en sus libros se pueden encontrar escenarios descarnados, no obstante siempre se hace un llamado a la belleza que yace en cada ser humano.

Gilbert Keith Chesterton

Admiramos las cosas por motivos, pero las amamos sin motivos.
(Gilbert Keith Chesterton, escritor británico)

En este caso, este escritor inglés viene a contraponer la Admiración versus el amor, afirmando que la primera siempre es motivada por razones claras positivas, que de alguna manera vienen a justificar nuestro sentimiento de maravilla ante aquello que admiramos, mientras que por el contrario el amor siempre es ciego o al menos no está basado en motivos claros, sino que simplemente surge sin razón aparente. En este sentido siempre tendremos claro por qué admiramos a alguien, pero nunca sabremos a ciencia cierta (aunque podamos ver las cualidades positivas del objeto de nuestro amor) por qué amamos.

Joseph Joubert

Lo que sorprende, sorprende una vez, pero lo que es admirable lo es más cuanto más se admira.
(Joseph Joubert, ensayista y moralista francés)

Este autor francés también trata de poner una contraposición entre dos sentimientos, en este cao el de la “sorpresa” y  el de la “admiración”. Así, Joubert plantea que lo sorprendente sólo lo es en primera instancia, pues este sentimiento depende del primer momento, después del cual va disminuyendo, siendo ya no tan sorprendente. Por otro lado, aquello que admiramos difícilmente dejará de parecernos menos admirable con el paso del tiempo, por el contrario nuestra admiración tenderá a crecer, pues entre más contemplemos aquello que nos maravilla, mucho más nos maravillará, haciendo que nuestra admiración crezca frente al objeto admirado.

Tristán Bernard

Dos cosas me admiran: la inteligencia de las bestias y la bestialidad de los hombres.
(Tristán Bernard, novelista y periodista francés)

En esta frase, Bernard trata de expresar cómo el humano, a pesar de creerse el ser superior de la escala evolutiva así como el más inteligente sobre la superficie de la tierra, en realidad guarda mucho de su lado salvaje y animal, y a cotidiano lo expresa en sus relaciones interpersonales y sociales, en contraste con aquellos seres animales, denominados por nosotros como bestias, y que sin embargo dentro de sus manadas y en el desarrollo de sus vidas no llegan a cometer las atrocidades de las que sí son protagonistas algunos de los miembros de la gran manada humana. Frente a esto, al escritor francés no le queda más que sentir gran admiración, aunque en este caso la palabra “admiración” esté bañada por un dejo de ironía.

Ernesto Sábato

Es que para admirar se necesita grandeza, aunque parezca paradójico.
(Ernesto Sábato, escritor argentino)

Para este escritor latinoamericano contemporáneo, la admiración implica en quien admira algo de grandeza. En primer lugar, Sábato debe referirse a que no se puede admirar lo que no se reconoce como admirable, en cuyo caso se debe tener un poco de entendimiento y conocimiento sobre la materia, objeto o persona hacia quien dirigimos dicho sentimiento, por lo que la admiración no puede darse en un ámbito donde reine la ignorancia. Por otro lado, admirar también requiere reconocer que alguien o algo nos supera en talento, habilidades o belleza, y para eso también se requiere cierta humildad implícita. En este sentido, la admiración sería el resultado del conocimiento y la humildad, rasgos que sin duda refieren a la grandeza personal de aquel que dirige su admiración hacia algo o alguien.

Juvenal

Haz de manera que seas tú admirado y no lo que te pertenece.
(Juvenal, poeta satírico romano)

Esta frase es la versión antigua de la frase que reza “uno debe valer por lo que es y no por lo que tiene”. En este caso, este poeta del antiguo imperio romano advierte a las personas a que debe ser su comportamiento y esencia humana las que deben enriquecerse cada día, para que se vean reflejadas en acciones concretas, que despierten la admiración de quienes los rodean. Y no sólo basarse en acumular riquezas que sorprendan o causen admiración, sin reparar en los actos cotidianos, que al fin y al cabo son los que hablarán por nosotros.

Fuente de imagen: culturacion.com