Es probable, que lo más conveniente, antes de avanzar en una exposición sobre algunas de las frases más célebres de Artistas, sobre el Arte y el oficio del artista, sea revisar de forma breve a qué se refieren específicamente estos conceptos humanistas.
El Arte y el Artista
En consecuencia, una forma bastante objetiva de aproximarse a estas nociones será a través de la definición que de cada uno de ellos hace la Real Academia Española de la Lengua. De esta manera, se tendrá que en el Diccionario de esta institución, se puede encontrar en la segunda acepción de la entrada Arte, la siguiente definición:
“Manifestación de la actividad humana mediante la cual se interpreta lo real o se plasma lo imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros”.
Por ende, en primera instancia, se puede decir que el Arte es una actividad esencialmente humana, es decir, que es inherente a la condición del ser Humano. Así mismo, se entiende, según esta manifestación que es una actividad expresiva, por medio de la cual, y a través de distintos medios o métodos, el hombre logra plasmar lo que ha imaginado, o por también su propia interpretación del mundo.
De esta forma, el Arte servirá al hombre para hacer su propia traducción, tanto del externo como del interno, pues toda obra de Arte, a la luz de ciertas teorías, sería el intento del Artista de grabar, esculpir, dibujar, pintar, escribir, bailar o interpretar aquellos de su mundo, interior o exterior, lo ha conmovido.
Por otro lado, también será pertinente revisar el concepto de Artista, el cual –también basándose en el concepto de la Real Academia Española de la Lengua- ha sido definido por el Diccionario de esta institución lingüística de la siguiente manera:
“Persona dotada de la capacidad o habilidad necesarias para alguna de las bellas artes”.
Así mismo, al querer profundizar el concepto que este Diccionario maneja sobre las Bellas Artes, se encuentra entonces que esta Institución lo maneja como el “Conjunto de las que tienen por objeto expresar la belleza, y especialmente la pintura, la escultura y la música”. Por ende, un Artista será entonces aquel individuo que se vale de alguna de las técnicas y lenguajes de las Bellas Artes, para expresar su interpretación de algo que en su interno o externo le ha conmocionado, y que es identificado de forma general por la Academia occidental como la Belleza.
Arte y Belleza
En este sentido, la tradición occidental señala que es propio de la condición Humana conmoverse y sentirse atraído por la Belleza, comprendida la Belleza como ese algo, inexplicable, único y que cambia al individuo que lo observa, y que en realidad poco o nada tiene que ver con otros conceptos como lindo o hermoso. Por el contrario, y aun cuando está relacionado con la armonía, las formas o lo simétrico, la Belleza está relacionado con otra cosa, siendo entonces un ente, un concepto o una realidad que se encuentra, tanto dentro del Humano, como en el mundo, pero que al encontrarse cambia la vida.
De hecho, los conceptos de Belleza y Deseo se encuentran profundamente ligados en la Filosofía y el conocimiento occidental, pues luego de que todo humano se para frente a frente ante lo que para él es identificado como Bello, no podrá olvidarse de esto tan fácilmente, sino que por el contrario tratará de tener la Belleza a como dé lugar. Sin embargo, para desgracia del hombre, tal como señala la corriente de pensamiento occidental, la Belleza también es intangible, por lo que por más esfuerzos que haga el Humano para acercarse a ella, jamás podrá alcanzarla, y al hacerlo y tocarla, la Belleza cambiará, o se alejará todavía más.
Quizás por esto, para la Filosofía y Literatura occidental la Belleza es vista como una entidad maravillosa, debido a su carácter de sublime, y a la vez terrible, pues pese a que encontrarla provoca en el humano el deseo insaciable de tenerla y poseerla, esto nunca podrá conseguirse.
En este camino aparece entonces el Arte, el cual es entendido por Occidente como el camino por medio del cual el hombre intenta acercarse a la Belleza, pues un Artista no es más que un Humano con un nivel de sensibilidad un poco mayor que los otros hombres, y en disposición de ser raptado por la Belleza, quien después de este encuentro, dedica su vida en tratar de plasmar o acercarse por medio de su obra a aquellos que ha identificado como lo Bello.
Sin embargo, su Creación nunca podrá acercarse realmente a la Belleza, por lo que algunos han descrito también la obra de Arte como el intento-fracaso del artista por hacerse con la Belleza, por acercarla, imitarla, materializarla. Tal vez por esto es que los grandes artistas se caracterizan por una gran producción, así como por cierto desdeño hacia la obra creada, pues en realidad no importa tanto los productos artísticos generados, como el camino que se sigue recorriendo en la carrera por encontrar lo Bello, entrar en contacto con ello, y tratar de tenerlo.
La importancia de la Belleza
No obstante, la Belleza y su apreciación no es solo un asunto de los Artistas, puesto que todos los Humanos se encuentran en capacidad de percibir e identificar la Belleza. Solo que los Artistas, quizás por una predisposición natural a ver las cosas de otro modo, y también a cierto nivel de sensibilidad, se encuentran más sensibles a encontrarse con lo Bello.
Empero, según han señalado algunos filósofos, la Belleza es tan inherente y necesaria para la condición humana, que de hecho no podría existir Occidente sino fuera por ella. En este orden de ideas, corresponde entonces traer a colación el mito del rapto de Helena, mujer griega símbolo de la belleza, y quien fuera raptada, haciendo que toda una civilización fuese tras su rastro. De esta manera, la civilización occidental –según han señalado algunos filósofos y artistas- surge cuando le es robada la Belleza, y lucha por recuperarla.
De esta manera, se vería entonces que la Belleza, así como la noción de lo Bello, es un enorme movilizador del Alma humana, quien reconoce en el mundo la Belleza que lleva arquetipalmente en su interno, así como es capaz de identificar en su interno la Belleza que se encuentra materializada en su contexto. Una vez ante ella, además de poder reconocerla de inmediato por la conmoción que provoca en el alma, surgirá también el deseo de tenerla, y con ello las grandes cruzadas, sueños, aventuras y creaciones del Alma humana, las cuales tienen un solo germen y propósito: el hombre ante la Belleza.
Frases sobre artistas
En consecuencia, el Artista será como todos los hombres, solo que él ha escogido los métodos expresivos para relacionarse, reclamar, hablar y buscar la Belleza. Quizás por esto, a diferencia de los otros hombres, el artista se concentra en ejercitar su disposición de ser raptado y conmovido, es decir, se enfoca en estimular y ejercitar su sensibilidad. Así mismo, trata siempre de ver las cosas desde otros puntos de vista, pues intenta también ejercitar su capacidad innata de ver el mundo desde el extrañamiento. En esta búsqueda es posible que termine también ubicándose en los bordes del mundo o la sociedad, pasando entonces como un excéntrico para el común denominador.
Empero, esta percepción de los otros no es desconocida por el propio artista, quien en realidad pese a sufrirla, la toma como un requisito necesario para dedicar su vida a la constante búsqueda de la Belleza. A continuación, algunas relevantes frases de Artistas, en donde puede verse la conciencia del individuo sobre su posición en la sociedad, o su condición humana ante el Arte o la Belleza:
Doménico Cieri Estrada (1954) El artista es siempre un perseguidor de la belleza.
El artista es siempre un perseguidor de la belleza.
Un claro ejemplo de esta concepción occidental del Artista es esta frase del escritor mexicano Doménico Cieri Estrada, en donde de forma contundente resume el oficio del Arte, o la vocación del Artista como un “perseguidor de la Belleza”. Es decir, el Artista en realidad, al entregarse a su Arte, y a su lenguaje artístico, no está buscando en realidad acumular obras, o conseguir fama, sino que este cúmulo de obras se va dando de manera natural, pues cada una de ellas es un intento por alcanzar esa Belleza que ha encontrado, pero que por la condición misma de lo Bello se hace inasible, por lo que simplemente, como decía el poeta T.S. Eliot para los humanos “solo queda el intento”.
Juan Pablo II (1920 – 2005) Todos los artistas tienen en común la experiencia de la distancia insondable que existe entre la obra de sus manos, por lograda que sea, y la perfección fulgurante de la belleza percibida en el fervor del momento creativo: lo que logran expresar en lo que pintan, esculpen o crean es sólo un tenue reflejo del esplendor que durante unos instantes ha brillado ante los ojos de su espíritu.
Todos los artistas tienen en común la experiencia de la distancia insondable que existe entre la obra de sus manos, por lograda que sea, y la perfección fulgurante de la belleza percibida en el fervor del momento creativo: lo que logran expresar en lo que pintan, esculpen o crean es sólo un tenue reflejo del esplendor que durante unos instantes ha brillado ante los ojos de su espíritu.
Pese a no ser Artista, este Papa de la Iglesia católica logró plasmar en un párrafo bastante conciso el drama creativo que vive el Artista entre la búsqueda constante de la Belleza, y la realidad de no poder encontrarla. En este sentido, parafraseando la idea de Juan Pablo II, se podría decir, entonces, que el frenesí creativo de un Artista, en el momento que se entrega a su obra artística es el puente que une el momento de encontrarse frente a la Belleza, y la posterior conciencia de no poder alcanzarla. De esta manera, la obra de un artista sería la recopilación de sus intentos de captura como perseguidor de la Belleza.
Thiessen El requisito definitivo para la grandeza de un artista es su propia muerte.
El requisito definitivo para la grandeza de un artista es su propia muerte.
De esta forma, y pese a que en esta frase, quizás Thiessen apunta más a un asunto de fama, en realidad ciertamente una de las peculiaridades que tiene la obra de un artistas, es que no se puede estudiar como un bloque completo hasta que este artista no muere, puesto que en ese momento deja de crear y producir, entonces la obra se puede estudiar desde sus inicios hasta su final. Al hacerlo, tomando al Artistas entonces como un perseguidor de la Belleza, quizás se pueda cartografiar el mapa particular que ese artista específico siguió para poder atraparla, asirla, tenerla.
Oscar Wilde (1854 – 1900) Ningún gran artista ve las cosas como son en realidad; si lo hiciera, dejaría de ser artista.
Ningún gran artista ve las cosas como son en realidad; si lo hiciera, dejaría de ser artista.
Por otro lado, además del empeño y la fascinación ante la Belleza, el Artista también tratará de entrenar la forma en la que ve y se relaciona con el mundo, pues si viera las cosas desde la monotonía de la realidad de su época, no podría desarrollar su carrera por la Belleza. Por el contrario, extrañar su mirada, experimentar con su lenguaje, con su vista, con su cuerpo, hacen que el Artista pueda permanecer la mayor cantidad del tiempo en una posición excéntrica, en donde viendo las cosas de forma distintas, pueda estar mucho más dispuesto para ser raptado en cualquier momento nuevamente por la Belleza.
Ernesto Sábato (1911 – 2011) El artista debe de ser mezcla de niño, hombre y mujer.
El artista debe de ser mezcla de niño, hombre y mujer.
No obstante, no todo se trata de ser excéntrico, puesto que el Artista, tal como lo refiere este escritor argentino, del siglo XX, no solo debe empeñarse por estar fuera de la Sociedad, sino que además debe tratar de integrar en él todos los posibles sentimientos y visiones. Debe tratar en consecuencia de devenir en otros, de contenerlos, para así poder observar el mundo, no solo desde afuera, sino también desde todas las emociones posibles, para así poder apuntar hacia lo universal, pues el Arte –según señalan algunos- es universal o no es Arte.
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