Antes de exponer algunas de las frases más célebres o relevantes, en torno al Autoestima, puede que en realidad resulte conveniente tomarse un momento para revisar de forma breve cuál es la naturaleza e impacto que puede tener este valor y sentimiento en la vida humana.
La autoestima
En este sentido, puede que también la forma más objetiva de acercarse a la definición de Autoestima sea a través del concepto que da de ella la Real Academia Española de la Lengua (RAE) institución esta que considera la Autoestima como un sustantivo femenino, que se refiere a la estima o valoración que un individuo tiene sobre sí mismo. Es decir, que la Autoestima puede ser interpretada también como lo que otros llaman Amor propio o Amarse a uno mismo.
Para la Psicología moderna, la Autoestima es un valor y un sentimiento esencial en la psique humana, al punto que es considerada como el escalón base de la construcción de relaciones humanas positivas, así como de la integración adecuada del individuo en la sociedad. De esta manera, para algunos autores por ejemplo, una personas sin suficiente Autoestima no sabrá cómo amar adecuadamente a otra, desde el respeto, la integridad y procesos de construcción y crecimiento mutuos, teniendo por el contrario tendencia a desarrollar procesos de codependencia, o relaciones destructivas.
Otro tanto puede suceder en cuanto a la integración adecuada del sujeto en sociedad, ya que esta persona, al no auto-valorarse puede tener en sí la creencia falsa de que otros no lo valorarán lo suficiente, o de que nadie le presta la suficiente atención, por lo que entonces puede que recurra a conductas extremas o dañinas, con el fin de suplir esa falta de afecto que percibe, o incluso como método para llamar la atención, así no sea del tipo que está buscando.
Por ende, la Autoestima es un elemento –a la luz de estas consideraciones modernas- vital para la conformación de un individuo sano, asertivo y positivo, lo cual hace que sea un valor que deba inculcarse desde la más tierna infancia, es decir, a los infantes se les debe enseñar la importancia del autocuidado, el auto-reconocimiento y del amor propio. No obstante, el trabajo no queda solo ahí, sino que tampoco los adultos deben destruir la Autoestima del niño, a través de frases hirientes o degradantes.
En consecuencia, una de las etapas cruciales para sembrar, cultivar y formar la Autoestima de los humanos es la infancia, y la adolescencia, épocas de la vida en donde los individuos necesitan la contención y el reconocimiento de los otros, para en el futuro poder verse de manera positiva a ellos mismos. De cierta manera entonces, el trato inicial de los otros enseña al individuo a cómo debe quererse y tratarse, para que en el futuro el conocimiento que tenga sobre el Amor propio lo guíe en la tarea de amar, respetar y querer a los otros, hecho este impensable si no existe un buen auto concepto y una relación saludable con el propio ser.
Frases sobre la Autoestima
Considerando estos puntos, destacados de forma general por la Psicología moderna, se entiende entonces que la Autoestima tiene gran importancia dentro del esquema de valores, que deben ser estimulados en los seres humanos, de allí entonces que haya atraído la atención de pensadores, artistas y escritores, quienes identifican en este valor una de las herramientas emocionales más importantes para el hombre moderno, y en su ausencia, una de las causas principales de los problemas de conducta y de relaciones.
Esta concepción del Autoestima puede verse resumida en algunas frases célebres o contundentes, que los pensadores y psicólogos han ido soltando al voleo durante sus carreras, y que servirán como una forma de hacerse una idea clara y concisa de cómo es concebida la Autoestima por el hombre moderno. A continuación, algunos ejemplos de ellas:
Mark Twain (1835 – 1910) La peor soledad es no estar a gusto con uno mismo.
La peor soledad es no estar a gusto con uno mismo.
Quizás una de las consecuencias más negativas de una baja autoestima se vea reflejada en las relaciones humanas. Una advertencia de esto lo puede constituir esta frase del escritor estadounidense del siglo XIX, Mark Twain, quien ya advertía en su momento que una persona que no sabe estar consigo misma será una persona condenada a la soledad.
Infiriendo un poco en la frase de Twain se pueden concluir varias cosas. En primer lugar, que un individuo que no sepa estar consigo mismo, desde el disfrute y la valoración, de seguro no sabrá estar con otras personas, lo que puede llevarlo a relaciones distantes, y tal vez condenadas al fracaso, puesto que se puede cumplir la regla de que quien no sabe estar consigo mismo, difícilmente sabrá cómo estar con otro.
Así mismo, siendo la Soledad un sentimiento tan abrumante para el ser humano, puede que suceda que el sentirse solo, por no saber estar consigo mismo, impulse al individuo a forzar relaciones, o estar con cualquier persona que se preste, sin importar si esta persona es positiva o no para su vida, aumentando entonces la posibilidad de arrojar a los individuos a relaciones disfuncionales. Por ende, la primera compañía que deberá disfrutarse es la propia.
Michel de Montaigne (1553 – 1592) No existe una cura mágica para hacer que todo lo que no te gusta desaparezca para siempre. Sólo hay pequeños pasos hacia arriba; un día más tranquilo, una risa inesperada, un espejo que ya no importa.
No existe una cura mágica para hacer que todo lo que no te gusta desaparezca para siempre. Sólo hay pequeños pasos hacia arriba; un día más tranquilo, una risa inesperada, un espejo que ya no importa.
Por lo general, la Autoestima es más un asunto de valoración y de apreciación que de realidad. Es decir, todo ser humano es un cúmulo de virtudes y de defectos, por lo que la perfección es un valor relativo, y además con tendencia a oscilar. De esta manera, todo aquel que mire en sí mismo encontrará tanto cosas maravillosas, como terribles.
En este orden de ideas, la Autoestima será la capacidad de enfocarse en las cosas positivas, y por otro lado, aceptar las malas, y quizás trabajar en ellas, para corregirlas, no asumir una postura derrotista ante ellas, y autocastigarse por tener ciertas cualidades que no son del propio agrado. Para este tema, calza a perfección esta frase del Filósofo francés, Michel de Montaigne, quien señalaba cómo las cosas que no le gustan a la persona no desaparecerán con el simple disgusto, pero sí pueden cambiar, si se varía la forma de verlas.
Es decir, si la persona se concentra en lo positivo de ellas, o en la forma asertiva de cómo cambiarlas. En este punto, también podría caber la frase que indica que ciertamente no se puede cambiar una situación de la noche a la mañana, pero sí la forma en que el ser humano se deja afectar por ella.
Marilyn Monroe (1926-1962) Un deseo de ser otra persona, sería una pérdida de la persona que realmente soy.
Un deseo de ser otra persona, sería una pérdida de la persona que realmente soy.
Sin embargo, una autoevaluación o el reconocimiento de los defectos propios debe estar encaminada siempre a la aceptación, pues también puede suceder que la persona con baja autoestima desarrolle a la larga una autoconciencia cruel, que la lleve solo a centrarse en sus defectos, creyendo que quizás si no los tuviese, o fuese otro individuo tendría mayores posibilidades de éxito, o de amor y aceptación de parte de los otros.
En este sentido, la frase de la célebre actriz estadounidense coloca en escena una gran verdad: si al individuo se le cambiar una sola de sus cualidades, dejaría de ser él para ser otro, este pensamiento puede parecer maravilloso para alguien que atraviese una crisis de amor propio, pero en realidad no es del todo positivo, porque ser otro implica dejar de ser uno mismo, lo cual si se tiene un Autoestima sano y alto resultará una idea catastrófica, pues implica dejar de existir.
Cada ser humano es único, y es un compendio de cosas positivas y negativas, un collage de cosas buenas y malas, pero único y maravilloso. No ser consciente de eso, puede ser un síntoma importante de baja autoestima, en el cual habrá de repararse, pues una falta de amor propio, en palabras de algunos autores, puede desencadenar otras situaciones menos positivas, como por ejemplo la Depresión.
Shannon L. Alder La ira, el resentimiento y los celos no cambian el corazón de otros, sólo cambia el de uno mismo.
La ira, el resentimiento y los celos no cambian el corazón de otros, sólo cambia el de uno mismo.
Empero, el Autoestima no es solo una cuestión de pararse en el espejo y decirse a sí mismo cuánto se ama, sino que ese amor propio debe traducirse también en autocuidado, es decir, el Autoestima –y de ahí su importancia en la estructura de valores- impulsa al individuo tomar las mejores decisiones sobre su vida. Entre ellas también el reconocer cuáles sentimientos y prácticas son las que más le convienen.
Un ejemplo de esto pueden ser las situaciones a las que refiere esta frase de Shannon L. Alder, la cual deja en evidencia el cómo el decidirse por sentimientos negativos, como el odio o el resentimiento, no es una situación que afecte a aquellos por los cuales se sienten estas emociones, sino que directamente daña o altera la conformación emocional de quien lo siente. La autoestima sería el valor que le permitiría al ser humano entender esta realidad, y tomar las medidas pertinentes para evitarlas.
Sarah Dessen Por una vez, se creí en mi misma. Creí que era hermosa y también lo hizo el resto del mundo.
Por una vez, se creí en mi misma. Creí que era hermosa y también lo hizo el resto del mundo.
Por último, la Autoestima no sólo será un valor indispensable para saber cómo relacionarse con los otros y con el mundo en general, o para entender qué cosas se deben permitir en la vida, sino que será la estructura que ayudará a conformar la imagen que se le mostrará al mundo. Es decir, el mundo percibe a la persona tal como ella se muestra, y este proceso revela también el cómo se siente. Si el individuo se cree brillante, valioso y capaz de aportar grandes cosas, su entorno notará esas cosas también, y seguramente lo tratarán desde esa verdad. La persona es percibida, tal como se percibe a sí mismo. De ahí, la importancia de tener una buena autoimagen, porque es el germen de la aceptación y adaptación del individuo en sociedad.
Imagen: pixbay.com