La burla

Por consiguiente, puede que lo más adecuado a la hora de querer traer a capítulo el concepto de burla, pues existen varias definiciones e interpretaciones, sea regirse por la definición que da sobre este sustantivo femenino la Real Academia Española de la Lengua, institución que en su Diccionario le concede una entrada, en la que pueden leerse la siguiente acepción:

Acción, ademán o palabras con que se procura poner en ridículo a alguien o algo.

De esta forma, se puede ver entonces cómo la “burla” es entendida como la acción que se emprende contra alguien, con tal de hacerle quedar mal, o simplemente reírse de él. Además, puede materializarse en palabras, gestos, insinuaciones, o incluso también a través de otros métodos, como por ejemplo los medios gráficos o impresos.

Aunque saber reírse, de uno mismo o de los otros, es un atributo de personas sanas, equilibradas y con alta autoestima, la burla siempre está asociada a una mala intención, pues al parecer no es una risa que invite a la camaradería, sino que busca por el contrario el desprecio del otro, incluso para hacerlo sentirse mal.

Frases sobre la burla

Quizás por esto, es decir, por el impacto social y psicológico que ha desatado la burla a lo largo de la historia, es que ha sido siempre un tema que ha captado la atención de la mayoría de los escritores y pensadores de todas las épocas, quienes ven en ella un acto social que no debería suceder, pues además de considerarlo de mal gusto, deja consecuencias nada satisfactorias, ni para quien sufre la burla, ni para quien la ejecuta. A continuación, algunos ejemplos de este tipo de frases:

Milan Kundera

La burla es el óxido que corroe todo lo que toca.

En el caso de Milán Kundera, escritor checho del siglo XX, se puede ver cómo la burla es considerada simplemente una acción nociva, que atenta contra aquello a lo cual se dirige. Pero cuando alguien se burla de otro también es tocado por la burla, por lo que entonces también sufriría las consecuencias de esta oxidación. En consecuencia, parafraseando a Kundera, la burla debería evitarse a toda costa, para que nadie salga lastimado.

Lord Alfred Tennyson

La burla es el humo de pequeños corazones.

Por su parte, este poeta y dramaturgo del siglo XIX, Lord Alfred Tennyson, también consideraba la burla como algo despreciable, incluso llegaba a asumirla como señal o síntoma de lo pequeño de la Humanidad de quien la ejecutaba. En consecuencia, así como en algunos casos se ha dicho que las palabras amables son mensajes de las almas nobles, pues en este caso, según el primer barón Tennyson, la burla era señal de un corazón pequeño y sin importancia.

Jean de la Bruyere

La burla es a menudo el resultado de una pobreza de ingenio.

De igual manera, este moralista francés del siglo XVII parece coincidir con la frase que Tennyson pronunciaría el siglo siguiente, considerando entonces que la burla también puede ser uno de los recursos más probables de quien carece de ingenio. Por consiguiente, puede que esto se encuentre relacionado con aquella idea que sostiene que para las personas de poco entendimiento o riqueza intelectual será siempre mucho más sencillo burlarse de lo que no se entiende, que tratar de entenderlo.

George Santayana

El mundo es una perpetua caricatura de sí misma, en cada momento es la burla y la contradicción de lo que pretende ser.

En otro orden de ideas, la Burla también ha sido tomada como una acción que juega constantemente la vida contra el hombre. Un ejemplo de esta visión la compone esta frase del escritor y filósofo español del siglo XX, para quien la propia vida era una burla, puesto que siempre resultaba ser algo distinto a lo que mostraba en un principio que sería, como si le encantara burlarse en la cara de los hombres de entusiasmarlos con un destino, y depararles otro.

Sófocles

¿No es la más dulce burla el poder burlarnos de nuestro enemigo?

Sin embargo, no siempre la burla ha sido entendido como algo malo, puesto que en ocasiones puede ser también una gran recompensa. Por consiguiente, aun cuando la mayoría de los pensadores consideran que burlarse de otro, así como ser objeto de burla puede ser un momento desagradable, y nada productivo, en realidad según otros pensadores, como por ejemplo este filósofo Sófocles, podía ser también una recompensa, si uno lograba hacerlo de sus enemigos, pues esto puede resultar una dulce venganza, además de bastante gratificante.

Así también puede ser una buena forma de prepararse para la batalla, porque cuando la persona logra burlarse de algo, ya no lo ve tan intimidante.

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