Antes de exponer algunas de las frases pronunciadas por los pensadores más célebres respecto a la Cobardía, se tomará un momento para revisar la propia definición de esta emoción humana, que no cuenta con muchos admiradores, en la sociedad occidental.
Definición de Cobardía
No obstante, el concepto de Cobardía ha sido definido por varias generaciones de intelectuales, a lo largo de los siglos, contando entonces con varias visiones, correspondientes también a las distintas disciplinas que la han estudiado. Por ende, la forma más objetiva de aproximarse a la noción de Cobardía será reparando en la promulgada por la Real Academia Española de la Lengua, institución esta que le ha otorgado una entrada en su Diccionario, en donde la define textualmente, de la siguiente manera:
Falta de ánimo y valor.
En consecuencia, se tendrá que la Cobardía es antónimo al Valor. Así mismo, considerando que la Valentía es un valor humano alabado en Occidente, considerándose propio de las personas dignas y de bien, no es de extrañar que la Cobardía no lo sea tanto, pues para la mayoría –al menos en Occidente- es una sensación asociada a la inacción y la debilidad.
No obstante, existen corrientes que recuerdan que esa clasificación maquínea entre emociones buenas y emociones malas, puede estar errada al incentivar a que las personas coleccionen aquellas positivas, y huyan de las malas. En este sentido, algunos recuerdan que todas, por ser emociones humanas, son inherentes entonces a la persona, por lo que si se pretende ocultar, negar o reprimir alguna de ellas, simplemente se le olvidará por algún tiempo, hasta que esta comience a afectar de alguna forma, sorprendiendo a quien ha tratado ocultarla.
Por otra parte, algunos otros han señalado que la Cobardía es una consecuencia directa del Miedo, siendo reconocida esta emoción como una forma de protección natural del Humano, pues es ella el que le recuerda al ser humano que la vida y su cuerpo son frágiles. De esta manera, tanto la Cobardía como el Miedo son emociones totalmente naturales, y con una función específica: la autoprotección.
Frases célebres con respecto a la Cobardía
Sin embargo, esta diatriba, entre quienes aúpan la supresión de la Cobardía y quienes señalan que es una emoción necesaria, ha originado, durante siglos, un fuerte debate, del cual han surgido frases como las que se muestran a continuación:
William Shakespeare (1564 – 1616) Los cobardes mueren muchas veces antes de su verdadera muerte; los valientes prueban la muerte sólo una vez.
Los cobardes mueren muchas veces antes de su verdadera muerte; los valientes prueban la muerte sólo una vez.
Un ejemplo de cómo la Cobardía es tenida como una emoción negativa, de la cual hay que huir, es esta frase del célebre escritor británico William Shakespeare, para quien la Cobardía significaba simplemente la muerte del honor, de ahí que considerada que el cobarde era una persona que podía morir muchas veces, a diferencia del valiente, que si ciertamente se exponía y moría, al menos lo hacía una sola vez.
No obstante, hay que tomar también en cuenta el contexto de Shakespeare, en el cual todavía era idealizado el carácter agónico del héroe, en detrimento del resguardo, considerando el esconderse o protegerse, incluso como un acto indigno.
Ambrose Bierce (1842 – 1914) Un cobarde es una persona en la que el instinto de conservación aún funciona con normalidad.
Un cobarde es una persona en la que el instinto de conservación aún funciona con normalidad.
Empero, no todos los escritores o intelectuales coinciden en ver la Cobardía como un acto indigno a evitar. De hecho, muchos señalan que es perfectamente natural que los humanos sientan miedo, y frente a él decidan preservar su integridad. En este orden de ideas, puede insertarse la frase del escritor estadounidense del siglo XIX, Ambrose Bierce, para quien la Cobardía era sinónimo de salud mental, pues básicamente todo humano que tenga salud mental, buscaría –por sentido de preservación natural- cuidarse del peligro.
Evidentemente, esta posición contrasta con lo afirmado por quienes defienden el hecho de ser valiente, frente a todo riesgo. No obstante, para los tiempos modernos, la valentía a ultranza ha quedado para el terreno emocional, es decir, para la fuerza de enfrentar situaciones y sentimientos, mientras que ya los riesgos físicos no son considerados algo sensato, pues para el Hombre, después del siglo XX, lo más preciado a conservar es la vida, aun cuando deba valerse de la Cobardía para salvaguardarla.
Charles Bukowski (1920 – 1994) Un cobarde es un hombre capaz de prever el futuro. Un valiente es casi siempre un hombre sin imaginación.
Un cobarde es un hombre capaz de prever el futuro. Un valiente es casi siempre un hombre sin imaginación.
Incluso, además de que algunos coinciden en entender la Cobardía como algo natural, y hasta saludable, hay quienes le atribuyen otros rasgos positivos como por ejemplo la imaginación. Al respecto, puede citarse esta frase del escritor estadounidense del siglo XX, Charles Bukowski, para quien la Cobardía era reflejo de la capacidad imaginativa del hombre, que previendo los posibles finales catastróficos, detenía o evitaba ciertas acciones, para así resguardarse.
De forma contraria, según entendía Bukowski, el Valiente sería un ser sin este sentido de la imaginación, pues se enfrenta al peligro, sin imaginar qué tantas desgracias podrían sobrevenirle.
Proverbio irlandés Vale más ser cobarde un minuto que muerto el resto de la vida.
Vale más ser cobarde un minuto que muerto el resto de la vida.
Sin embargo, no sólo son los intelectuales o filósofos los que han resaltado el carácter positivo que puede tener la Cobardía, en tanto sirve de recurso para preservar la vida, ya que existen algunos refranes de la sabiduría popular, que coinciden con este pensamiento. Un ejemplo de esto lo constituye esta frase, propia de la cultura irlandesa, para la cual ser cobarde es una cuestión que puede causar vergüenza, pero que sólo le produce este sentimiento por un minuto a quien le hace caso, mientras que el valiente, puede pasar el resto de la eternidad muerto por no cuidarse.
Por ende, al parecer, en las culturas del mundo, existen ciertos defensores del sentido de preservación humana, que hace que instintivamente se huya del peligro.
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