Desde la antigua Grecia, en Occidente, se ha instaurado el pensamiento del filósofo Platón, “mente sana en cuerpo sano”, lo cual quiere decir que la práctica del Deporte es una gran opción para cultivar un individuo integral, puesto que no puede haber una mente sana desconectada del cuerpo, o viceversa.
Siendo esto un pensar colectivo, no es de extrañar que sean cientos de pensadores, a lo largo de los siglos hayan expresado su propia visión sobre el Deporte, y la necesidad del humano de practicar alguno. No obstante, antes de revisar algunas de las más célebres frases al respecto, se revisará la propia definición de esta actividad.
Definición de Deporte
No obstante, al ser una práctica tan analizada durante siglos, puede resultar un poco complejo escoger de tal diversidad de conceptos una sola definición. Por ende, la forma más objetiva y sencilla de aproximarse a una explicación sobre el Deporte, su naturaleza y beneficios, será por medio de la definición que ha promulgado sobre ella la Real Academia Española de la Lengua (RAE) institución esta que ha designado una entrada en su Diccionario, en la que pueden leerse las siguientes acepciones:
- m. Actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas.
- m. Recreación, pasatiempo, placer, diversión o ejercicio físico, por lo común al aire libre.
Lo primero que se puede destacar sobre esta definición, además de explicar el Deporte en general como una actividad física, es el carácter lúdico que este puede tener, de ahí que además de ser sano para el cuerpo, porque lo mantiene en movimiento, permitiéndole activar muchas funciones necesarias, así como la segregación de sustancias indispensables, y de su propia desintoxicación por medio del sudor, puede resultar muy positivo para la mente, pues le hace recrearse, al tiempo que establece nuevas conexiones y aprende a resolver situaciones.
Por otro lado, tanto si es una práctica individual como colectiva, genera en el humano el deseo de superación, al ser competitivo, así como si se practica en grupos puede enseñarle a los individuos a trabajar en equipo, de forma respetuosa, organizada y colectiva. Ergo, tal como señalaba el filósofo griego, practicar Deporte es una actividad que trae beneficios tanto para el cuerpo como para la mente.
Así mismo, existe la creencia social que insiste en que el individuo que practica Deporte, al estar conectado con su cuerpo, tiende a alejarse de sustancias y prácticas que puedan dañar su principal vehículo, es decir su cuerpo físico, por lo que las actividades deportivas estimularían que quienes las practican se mantengan a salvo de alcohol, drogas y demás situaciones nocivas para la salud.
Frases célebres sobre el Deporte
Por ende, son varios los pensadores que han promulgado sus pensamientos individuales sobre el Deporte. De forma general, casi todos alaban su práctica, al tiempo que advierten que este solo es beneficioso si no se olvida cultivar también la mente, pues el ser humano es un individuo integral, en donde todos los elementos son iguales de importantes. A continuación, algunos de los más célebres pensamientos sobre el Deporte:
Nelson Mandela (1918 – 2013) El deporte tiene el poder de transformar el mundo. Tiene el poder de inspirar, de unir a la gente como pocas otras cosas… Tiene más capacidad que los gobiernos de derribar barreras raciales.
El deporte tiene el poder de transformar el mundo. Tiene el poder de inspirar, de unir a la gente como pocas otras cosas… Tiene más capacidad que los gobiernos de derribar barreras raciales.
Una de las grandes virtudes que siempre se le ha atribuido al Deporte es su capacidad de hermanar a quienes lo practican, pues aun cuando haya competencia, el espíritu deportivo hace ver al otro, a un tiempo como rival, y a otro como un ser humano más, por lo que en las Olimpiadas, por ejemplo, desaparecen en el terreno de juego las nacionalidades, los orígenes étnicos, entre otras características que en la política o la religión son vistas como barreras.
Un ejemplo de esta visión la constituye este pensamiento del líder político sudafricano del siglo XX, Nelson Mandela, para quien el Deporte se le rebelaba como una maravilla, puesto que además de derribar las barreras que separan a los individuos, pese a que todos comparten la humanidad, es capaz de unir a las personas, que lo practican, y de inspirar a quienes lo observan. En ese sentido, Mandela solo podía ver el Deporte como un gran transformador del mundo, pues venía a proponer algo distinto a la guerra y la división.
Heywood Hale Broun (1918- 2001) El deporte no forja el carácter, lo pone de manifiesto.
El deporte no forja el carácter, lo pone de manifiesto.
Sin embargo, no todos coinciden en pensar que el Deporte es una práctica que va esculpiendo el carácter del ser humano, puesto que para algunos, como por ejemplo del escritor estadounidense del siglo XX, Heywood Hale Broun, el Deporte no tenía esa facultad, pero sí la de someter al ser humano a situaciones específicas en las que simplemente su carácter particular salía a flote.
En consecuencia, el Deporte puede ser un buen mecanismo para conocer la personalidad de los individuos de un grupo en específico, por lo que puede resultar una buena práctica en el caso de que se manejen grupos humanos, y se desee conocerlos un poco mejor.
Montesquieu (1689 -1755) El deporte gusta porque halaga la avaricia, es decir, la esperanza de poseer más.
El deporte gusta porque halaga la avaricia, es decir, la esperanza de poseer más.
Así mismo, como hay pensadores que opinan que el espíritu competitivo que puede venir de mano del Deporte estimula la rivalidad sana, hay otros que creen que este precisamente es uno de los contra que puede tener esta práctica.
Un ejemplo de esta clase de opiniones adversas la constituye esta frase del filósofo francés del siglo XVIII, Montesquieu, para quien el Deporte calaba tan bien en el alma humana porque era una práctica que incentivaba la avaricia, debido quizás a dos situaciones específicas: las ganas de ganar siempre y el deseo de ser cada día mejor en el Deporte que se practica.
Francisco Umbral (1935 – 2007) El deporte es una estilización de la guerra.
El deporte es una estilización de la guerra.
Otro de los ejemplos de pensadores que han dado su opinión sobre cómo el Deporte puede ser entendido como una práctica que incentiva una competencia, no del todo sana, es esta frase del escritor español del siglo XX, Francisco Umbral, para quien en realidad el Deporte viene a ser una práctica civilizada que evita que sobrevenga la guerra, por ser un enfrentamiento a muerte, pero sin muertos.
Paul Auster El fútbol es un milagro que le permitió a Europa odiarse sin destruirse.
El fútbol es un milagro que le permitió a Europa odiarse sin destruirse.
Sin embargo, no todos creen que el Deporte como catarsis del deseo bélico, derivado en práctica lúdica, sea tan malo, sino que por el contrario lo ven como un milagro, que puede haber ahorrado en el siglo XX más víctimas que las vacunas, sin temer a estar exagerando.
Un ejemplo de esto, lo constituye esta frase del escritor español Paul Auster, para quien el Fútbol vino a regalarle a Europa la posibilidad de vivir otra guerra mundial, permitiéndole expresar sus odios y rivalidades, de forma limpia, en la cancha.
Jorge Luis Borges (1899 – 1986) Yo creo que habría que inventar un juego en el que nadie ganara.
Yo creo que habría que inventar un juego en el que nadie ganara.
Obviamente, no todos están de acuerdo con el espíritu competitivo que puede traer consigo la práctica de algún deporte, ya que para que exista un ganador, debe haber un perdedor, y aun cuando las cámaras siempre se van detrás del primero, los segundos no la pasan del todo bien, por así decirlo.
En consecuencia, algunos, como por ejemplo el célebre autor argentino del siglo XX, Jorge Luis Borges, para quien –aun cuando un poco utópico- le parecía que el mejor invento posible en esta materia sería lograr concebir un juego en donde nadie ganara, es decir, en donde no hubiese perdedores, ni desigualdad.
George Bernard Shaw (1856 – 1950) Cuando un hombre quiere matar a un tigre, lo llama deporte; cuando es el tigre quien quiere matarle a él, lo llama ferocidad.
Cuando un hombre quiere matar a un tigre, lo llama deporte; cuando es el tigre quien quiere matarle a él, lo llama ferocidad.
Por su puesto que una práctica sea denominada como Deporte, no quiere decir que ella en realidad involucra los principios honorables de esta práctica física. Esto puede ocurrir por ejemplo con algunas actividades tan controvertidas como el toreo o la caza, que si bien son admitidas como Deporte por retar al cuerpo en habilidades y destrezas, son desechadas por varios detractores, quienes señalan que no se puede hablar de Deportes honorables si en él mueren seres, incluidos los animales.
Entre los que parecen abogar por la necesidad de desconocer estas prácticas como deportes, para inscribirlas en su justo contexto: la ferocidad del hombre contra otro ser, que quizás no sepa que está compitiendo, o al que quizás no se le preguntó si quería jugar o no, se encuentra la frase del escritor irlandés George Bernard Shaw, para quien al parecer la cacería no era una práctica justa, ni si quiera en su denominación.
Eduardo Galeano (1940 – 2015) El fútbol es la única religión que no tiene ateos.
El fútbol es la única religión que no tiene ateos.
Empero, más allá de las aprobaciones, los detractores o las teorías, lo cierto es que el Deporte se puede constituir la gran pasión del corazón humano, tanto para quienes lo practican, como para quienes se inspiran en ellos o en sus competencias.
Un fenómeno así se puede observar fácilmente por ejemplo en la práctica del fútbol, deporte que moviliza a millones de personas en el mundo, quienes ven en sus equipos la esperanza de la gloria.
En este sentido, se inscribe la frase del autor uruguayo Eduardo Galeano, para quien el Fútbol, más que un Deporte, al menos el Latinoamérica, se había constituido en una religión, en la que era imposible encontrar ateos, pues en algún momento todo el mundo se enamoraba de este deporte, y le entregaba su corazón a la cancha.
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