Aun cuando la mayoría de la atención está dirigida a la lucha y el esfuerzo, para que estas acciones tengan éxito debe existir el descanso, pues no puede haber enfoque, concentración y fuerzas sin que el guerrero se recupere, cada tanto, en la batalla. No obstante, poco se habla de él, quizás porque es considerado como negativo, por su tendencia a la inmovilidad.
Empero, antes de abordar algunas de las posturas que se han podido encontrar a lo largo de la historia, en referencia al Descanso, se revisará la propia definición de este estado humano, pues esto permitirá entender cada una de las frases que se tengan en cuenta, en su justo contexto teórico.
Definición de Descanso
Sin embargo, aun siendo un tema poco visibilizado en la era moderna, en realidad existen varias corrientes filosóficas, psicológicas e incluso financieras que han tomado postura sobre el Descanso, por lo que quizás elegir una sola definición sobre él pueda resultar un proceso complejo.
En este sentido, tal vez la forma más objetiva de aproximarse a una definición objetiva sobre el Descanso será revisando el concepto promulgado por la Real Academia Española de la Lengua, institución lingüística, que le designa a la palabra Descanso una entrada en su Diccionario, en el cual pueden leerse las siguientes acepciones:
Quietud, reposo o pausa en el trabajo o fatiga.
Causa de alivio en la fatiga y en las dificultades físicas o morales.
De esta manera, el concepto Descanso está íntimamente relacionado con la idea de pausa, es decir, con la acción de hacer un alto en la lucha o el trabajo, por ende, no es de extrañar entonces que en una sociedad industrializada como el Occidente moderno, siempre contrarreloj y deseoso de aumentar la producción y el consumo al infinito, la idea de Descanso sea vista como negativa, o incluso como un hecho que puede atentar contra el frenético ritmo de la fabricación en serie.
No obstante, esto no ha sido siempre así, puesto que por ejemplo para la Antigua Grecia, cuna de Occidente, el Descanso era necesario para la Creatividad, es decir, que según esta cultura, la Creación se produce en medio del bostezo que nace del tedio o el ocio, no hacer nada creaba.
Así mismo, Oriente se ha mostrado también entusiasta del Descanso, entendiéndolo como el momento en el cual el individuo puede colocar su mente en reflexión, para así poder mirar de forma clamada las decisiones y movimientos que deberá seguir una vez reanude su lucha.
Incluso, para la Psicología cognitiva, aun cuando la adquisición de conocimientos es una acción activa, en realidad, el cerebro fija conocimientos mientras duerme o descansa. Por ende, al revisar estas distintas posturas, podría parecer que la dupla Actividad-Descanso son inseparables, para que se puedan realizar los objetivos trazados en la primera cara, algo así como el sonido que necesita del silencio para hacer música.
Frases célebres sobre el descanso
Por ende, se puede afirmar, sin temor a equivocarse, que el Descanso es visto como algo importante, bien sea que se abogue por su práctica o que se considere algo necesario a evitar, de ahí que sean muchas las frases o pensamientos que se pueden encontrar a lo largo de la historia sobre el Descanso. A continuación, algunas de ellas:
Gayo Julio Fedro (hacia el 20 0 15 a.C. – hacia 50 d.C) Si tienes el arco siempre tenso, muy pronto lo romperás.
Si tienes el arco siempre tenso, muy pronto lo romperás.
Un ejemplo de cómo, en la antigüedad, Occidente abogaba por la necesidad del Descanso, concibiéndolo dentro del propio mecanismo del trabajo, es esta frase del fabulista latino Gayo Julio Fedro, para quien el trabajo sin pausa solo podía conducir al colapso, tanto del cuerpo humano, como también de las herramientas que se usaran en el proceso.
En consecuencia, el Descanso simplemente era una garantía de que las fuerzas y los elementos que se emplearan en la lucha, se conservarían durante mucho más tiempo.
Sócrates (470 a.C. – 399 a.C.) Los ratos de ocio son la mejor de todas las adquisiciones.
Los ratos de ocio son la mejor de todas las adquisiciones.
Otro de los grandes pensadores que han mostrado una postura entusiasta hacia el descanso es Sócrates, filósofo clásico, quien en su voz dejaba leer lo importante que en realidad resultaba para los antiguos griegos el ocio, pues este espacio no se veía como una pérdida de tiempo, sino en realidad como la gran oportunidad para colocar a divagar la mente, para entregarse a la contemplación, o para entrar en comunión con los propios pensamientos, hechos que sólo podían arrojar nuevas ideas y nuevas creaciones.
Cicerón (106 a.C. – 43 a.C.) No considero libre a quien no tiene algunas veces sus ratos de ocio.
No considero libre a quien no tiene algunas veces sus ratos de ocio.
Así también, el antiguo pensador latino Cicerón presentaba una postura a favor de la necesidad del descanso, incluso del ocio, puesto que para él, tener estos momentos eran reflejo directo de la Libertad de la cual gozaba aquel que podía disfrutar de esta sensación, que más que sentimiento, conducía al ser humano a un estado de reposo creativo, en donde podía hacer lo que realmente deseara, y no sólo aquello que debía hacer.
François de la Rochefoucauld (1680 – 1628) Cuando no se encuentra descanso en uno mismo, es inútil buscarlo en otra parte.
Cuando no se encuentra descanso en uno mismo, es inútil buscarlo en otra parte.
Empero, descansar no sólo se refiere a no hacer nada físicamente, sino que implica también lograr un reposo también a nivel espiritual, que le permita al individuo lograr realmente una relajación reflexiva y creativa. Para esto, según sugería el filósofo europeo, François de la Rochefoucauld, entre otros, el descanso se encontraba dentro del propio ser, lo cual, si se especula un poco más sobre su postura, sólo podría alcanzarse si se estaba en total paz consigo mismo.
Rabindranath Tagore (1861 – 1941) El descanso pertenece al trabajo, como los párpados a los ojos.
El descanso pertenece al trabajo, como los párpados a los ojos.
De acuerdo a lo que señalan los pensadores, la Música se logra sólo por el sonido, sino porque entre cada sonido hay silencios que permiten apreciar y comprender la melodía. Algo similar ocurre con el Trabajo y el Descanso, es decir, van unidos en una dupla inseparable, puesto que para que el trabajo pueda ser próspero y productivo se necesita que el trabajador se encuentre descansado, por ende, debe tener un tiempo para sus labores, y un tiempo para su reposo, en el cual pueda practicar con libertad lo que más le plazca, mientras recupera fuerzas, para volver con más energía al empleo.
Marco Tulio Cicerón (106 a.C. – 43 a.C.) Gran descanso es estar libre de culpa.
Gran descanso es estar libre de culpa.
Por su parte, Marco Tulio Cicerón, antiguo filósofo romano, consideraba que el mayor descanso que podía tener un ser humano era una conciencia tranquila, pues seguramente la culpa era una de las cosas que más podía agotar al ser humano. Ergo, si alguien vivía atormentado por el remordimiento, seguramente por más que lograra el reposo de su cuerpo, difícilmente lograría el descanso total, puesto que le ocasionaría un desgaste bárbaro.
Walter Scott (1771 – 1832) Descansar demasiado es oxidarse.
Descansar demasiado es oxidarse.
Aun cuando la mayoría de los pensadores abogan por la necesidad de descansar adecuadamente, para recuperar fuerzas y lograr dar lo mejor en las jornadas laborales o creativas, algunos de ellos, como por ejemplo el escritor del romanticismo británico, Walter Scott, demasiado descanso podía ser contraproducente para el ser humano, puesto que lo más seguro sería que el cuerpo, e incluso también el espíritu, terminaran oxidándose. Por ende, había que ser igualmente comedido a la hora de descansar. Mucho trabajo era negativo, así como también podía serlo mucho descanso.
Thomas Carlyle (1795 – 1881) El descanso es bueno para los muertos. La contemplación no es un lujo, es una necesidad.
El descanso es bueno para los muertos. La contemplación no es un lujo, es una necesidad.
Igualmente, existen filósofos que han advertido sobre la necesidad de entender bien la definición o el propósito que debe tener las pausas que el ser humano toma de su labor.
En este orden de ideas, por ejemplo, el historiador escocés Thomas Carlyle señalaba que es necesario entender que el Descanso no es simplemente no hacer nada, pues esa actividad debería estar destinada a los muertos, quienes no tienen otra posibilidad, por el contrario, la pausa que se consigue del trabajo debe estar destinada a entregarse a la Contemplación, comprendiendo esta acción como el arte de permitir a las cosas del mundo integrarse al entendimiento y el alma, así como la capacidad de devenir en las cosas para asirlas con la comprensión y el espíritu.
William Cowper (1731 – 1800) La ausencia de ocupación no es reposo. Una mente absolutamente vacía es una mente angustiada.
La ausencia de ocupación no es reposo. Una mente absolutamente vacía es una mente angustiada.
Así como la mayoría de los pensadores abogan por la necesidad del Descanso, e incluso sobre la necesidad de entregarse a la contemplación, también advierten que este, es decir, el Descanso, debe ser siempre tomado como una pausa a la labor, y no el estado natural del ser humano, puesto que a la larga un individuo sin una ocupación termina llegando a un estado terrible de angustia, pues su alma quedaría un poco sin rumbo y sin sentido, lo cual solo podría generar ansiedad.
Immanuel Kant (1724 – 1804) El mayor goce es el descanso después del trabajo.
El mayor goce es el descanso después del trabajo.
En la era moderna, se ha aceptado la necesidad de mantener un equilibrio entre Trabajo y Descanso, sin embargo, el individuo moderno se enfrenta igualmente a la procrastinación, entrando en ciclos de mucho ocio y descanso, y luego teniendo que trabajar aceleradamente, en contra del tiempo, por ende, se debe tomar –como sugería en su momento el filósofo alemán- como una recompensa, para así poder retrasarlo hasta el momento en que se terminara totalmente la labor.
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