Quizás una de las condiciones o elementos humanos que más interés y debate ha causado a lo largo de los miles de años que componen la Historia del pensamiento es el Alma, la cual ha sido definida por cada una de las culturas, así como desde distintos puntos de vista.
Principales definiciones del Alma
En este sentido, se podrían hacer mención a varias de sus definiciones. Sin embargo, desde el punto de vista occidental, son dos las que dominan en el pensamiento colectivo. La primera de ellas, por ser la más antigua, nació en el seno de la antigua civilización griega, para quien el Alma era denominada con el nombre psyché, palabra esta que refería a la noción de “ser vivo”. Así mismo, en algún momento de la civilización griega, de acuerdo al pensamiento de Platón, el individuo era considerado como un ser que contaba con dos entidades: el cuerpo (sōma) y el alma (psyché), la cual usa al sōma como instrumento para experimentar la vida.
Por otro lado, se encuentra la definición de Alma por medio de la cual se rigen los cristianos, y que puede ser rastreada en la Biblia, en donde el Alma es llamada indiferentemente néfesch (término hebreo que bien podría traducirse como “criatura que respira”) o psykjé (vocablo de origen griego, que puede ser entendido como “persona”. Por consiguiente, los cristianos –a diferencia del pensamiento platónico- al menos en lo que al Cristianismo primigenio se refiere, entendía al ser humano como una unidad, inseparable, por lo que el concepto de Alma se encontraba relacionado con la vida misma, es decir, cuerpo y alma eran uno solo. Igualmente, para los cristianos el Alma se constituía como una entidad mortal. No obstante, y pese a las escrituras, desde la Edad Media, en el pensamiento occidental se afianzó la idea platónica, del Alma como una entidad que habitaba y usaba el cuerpo, para abandonarlo después de la muerte de éste. Así mismo, basándose en la idea de Platón, se asume al Alma como una entidad inmortal.
Frases del Alma
Por consiguiente, asumida desde la Edad Media la idea platónica sobre el Alma, en la época contemporánea, la discusión ya no residía en cómo concebir el Alma, sino en si esta existía o no, de ahí que la gran mayoría de artistas y filósofos se hayan hecho preguntas y dado sus opiniones al respecto en algún momento. A continuación, algunas frases sobre el Alma de los pensadores y artistas más reconocidos de todas las épocas, las cuales permitirán a su vez recoger un poco cuál ha sido el pensamiento sobre el Alma, a lo largo de la Historia:
Platón (427 a.C. – 347 a.C.) El poder de moverse a sí mismo es la esencia del alma.
El poder de moverse a sí mismo es la esencia del alma.
Un ejemplo claro de la concepción de Platón sobre el Alma es esta frase, en donde el antiguo filósofo griego expresa la relación que existía para él entre la noción de Alma y animación. Por ende, solo lo animado –y precisamente porque “animado” refiere a aquello que tiene alma- es un síntoma explícito de la existencia de Alma en el ser que lo experimente. Como consecuencia, el Alma es aquello que hace mover al cuerpo, al tiempo que es considerada entonces cómo la principal razón por la cual un cuerpo tiene vida. De esta forma, el Alma se convierte en una de las dos entidades humanas, al tiempo que se le responsabiliza de tener el poder de movilizar y animar al cuerpo, lo que ratifica la visión platónica de la dualidad humana.
Platón (427 a.C. – 347 a.C.) Cuando la muerte se precipita sobre el hombre, la parte mortal se extingue; pero el principio inmortal se retira y se aleja sano y salvo.
Cuando la muerte se precipita sobre el hombre, la parte mortal se extingue; pero el principio inmortal se retira y se aleja sano y salvo.
Por otro lado, también se puede encontrar, entre las muchas obras y pensamientos de Platón, esta frase en donde el filósofo clásico indica cómo el ser humano puede considerarse conformado por una parte mortal: el cuerpo, y una entidad inmortal, que una vez llegada la muerte, se aleja ilesa, y que podría ser entendida como el Alma. De hecho, en su obra Fredo, Platón llega a hablar de la Reencarnación, afirmando que el Alma, después de la muerte, busca cómo renacer en otro cuerpo. Así mismo, en La República, Platón describe cómo es el proceso de regreso de las Almas después de la muerte del cuerpo.
Aristóteles (384 a.C. – 322 a.C.) Lo que tiene alma se distingue de los que no la tiene por el hecho de vivir
Lo que tiene alma se distingue de los que no la tiene por el hecho de vivir
Otro de los filósofos clásicos que abordó igualmente el tema del Alma fue Aristóteles, discípulo de Platón, y para quien –como puede verse en esta frase- el Alma era también la responsable de la vida. Es decir, que la presencia del Alma, básicamente era la que diferenciaba a aquellos objetos inanimados, y a los seres que poseían vida. De ahí se puede concluir igualmente que para este filósofo entonces la muerte también significaba la ausencia o despedida del Alma, un Alma que abandonaba un cuerpo. Por otro parte, al igual que su maestro Platón, Aristóteles concebía al ser humano conformado por dos entidades: alma y cuerpo, las cuales tenían esencias diferentes.
Aristóteles (384 a.C. – 322 a.C.) El Alma es aquello por lo que vivimos, sentimos y pensamos.
El Alma es aquello por lo que vivimos, sentimos y pensamos.
En esta otra frase de Aristóteles, sobre el Alma, se puede ver cómo este filósofo asumía que el Alma era aquella entidad que le permitía al hombre existir y vivir, pero así mismo pensar y sentir. Por ende, según esta visión aristotélica, el cuerpo era sólo un vehículo, que conseguía la vida, así como las acciones básicas humanas: pensar y sentir, gracias a la presencia del Alma. Igualmente, de este pensamiento se puede inferir que una vez el Alma abandonara el cuerpo estas acciones desaparecían.
Blaise Pascal (1623-1662) ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo, si pierde su alma?
¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo, si pierde su alma?
En un sentido mucho más moralista, esta frase del filósofo y escritor francés, Blaise Pascal, hace referencia a los peligros que corre el alma humana cuando el humano se entrega a la carrera de conseguir solamente cosas materiales, pues en este camino –según se puede inferir de la frase de Pascal- su Alma puede llenarse de vicios, perdiendo de a poco su pureza. Por ende, no se debería olvidar la importancia del ser en pro de aquello material.
Paul Charles Bourget (1852-1935) Me llamas tu vida, llámame tu alma, porque el alma es inmortal, y la vida es un día
Me llamas tu vida, llámame tu alma, porque el alma es inmortal, y la vida es un día
Finalmente, mucho más contemporáneo, este escritor francés deja ver también el sentido romántico que se le ha dado al Alma, considerándola la parte humana en donde residen las emociones no perecederas, lo cual le acerca bastante al pensamiento platónico de la inmortalidad del Alma. Por consiguiente, según afirma Paul Charles Bourget, resultaría mucho más sincero y duradero considerar al ser amado como la propia alma que la propia vida, puesto que la vida se pierde, mientras el alma perdura.
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