Más allá de la religión que practiquen los contrayentes, por lo general, se conoce como matrimonio a la unión que dos personas realizan, por medio de una ceremonia o acto legal específico, con el fin de declarar que a partir de ese momento sus vidas quedan unidas, formando un hogar, en donde ambos integren una familia y trabajen por un patrimonio en común.
Matrimonio y sociedad
Con respecto a la forma como es percibido, el Matrimonio juega un papel de suma importancia tanto en las sociedades occidentales como orientales, pues este vínculo es considerado el primer peldaño y base del núcleo que constituye a estos colectivos humanos: la familia. Por ende, si el matrimonio se rompe o no se realiza dentro de la sociedad, esta sufre riesgo de fragmentarse o descomponerse, de ahí su importancia como sustento mismo de este grupo humano.
Así mismo, el Matrimonio será la semilla de la institución familiar, en el cual se criarán los futuros miembros de la sociedad, por lo que se estima que en la medida que éste sea un lazo fuerte, lleno de valores y aspectos positivos, los niños crecerán a su vez como adultos positivos, que aportarán lo mejor de ellos a sus semejantes y a los distintos aspectos que integren su vida, de ahí que algunos estimen que de la existencia, fortaleza y calidad de los matrimonios de una sociedad, dependerá la suerte de las futuras generaciones. Por ende, en el matrimonio y su éxito radica el bienestar actual y futuro de la sociedad.
Frases sobre el matrimonio
No obstante su importancia social, al tratarse de un nexo entre dos personas, más allá del amor, respeto y compromiso que pueda existir entre los esposos, precisamente por ser un lazo entre humanos, el Matrimonio no es perfecto, y puede que para alcanzar ese ansiado “felices para siempre” ambos integrantes deban madurar juntos y aprender el arte de la Paciencia, el Perdón, el Compañerismo, la Solidaridad, y todos los otros valores que harán que el vínculo se fortalezca y perdure, pues a diferencia de lo que sucede en las películas romántica, el día de la boda no es el fin, sino el comienzo de toda una vida.
Visto así, se puede concluir entonces que el matrimonio no es sólo un nexo de gran importancia, sino que a la vez surge como una relación humana de gran complejidad, de ahí que haya llamado la atención de varios pensadores e intelectuales, a través de varias generaciones, quienes se han tomado algún momento de sus vidas para emitir alguna opinión –dramática, divertida, sarcástica, sabia o moral- sobre esta unión primordial de la sociedad. A continuación, algunas de las frases más célebres sobre el matrimonio:
Sócrates (470 a.C. – 399 a.C.) Mi consejo es que te cases: si encuentras una buena esposa serás feliz, si no, te harás filósofo.
Mi consejo es que te cases: si encuentras una buena esposa serás feliz, si no, te harás filósofo.
Esta frase del filósofo clásico Sócrates puede dar idea de cuán antiguo es el dilema y la reflexión sobre la institución del matrimonio, y sobre todo en relación con la oportunidad de ser o no feliz dentro de esta. Con referencia a su contenido, Sócrates no duda en aconsejar a la persona que le consulta que se case, pues independientemente del destino que le espere en ese vínculo, obtendrá beneficios: bien, ser feliz, o de lo contrario, conocer más a fondo la condición humana.
Honoré de Balzac (1799-1850) El matrimonio debe combatir sin tregua un monstruo que todo lo devora: la costumbre.
El matrimonio debe combatir sin tregua un monstruo que todo lo devora: la costumbre.
Así mismo, esta frase del escritor francés del siglo XIX, Honoré de Balzac trae a colación una de las grandes preocupaciones sobre el matrimonio: cómo combatir la costumbre, puesto que el amor y la pasión, que hicieron que un día dos personas decidieran no separarse ya al llegar la noche, puede terminar diluida en medio de la rutina y las obligaciones. En este caso, Balzac no da una receta sobre cómo combatir la costumbre, sino que simplemente advierte que es ese el monstruo más temible del cual debe cuidarse todo matrimonio.
Gabriel García Márquez (1927-2014) El problema del matrimonio es que se acaba todas las noches después de hacer el amor, y hay que volver a reconstruirlo todas las mañanas antes del desayuno.
El problema del matrimonio es que se acaba todas las noches después de hacer el amor, y hay que volver a reconstruirlo todas las mañanas antes del desayuno.
En este orden de ideas, y mucho más contemporáneo, el escritor colombiano Gabriel García Márquez señala una cualidad del matrimonio, donde quizás radique el éxito o no de ese vínculo: el saber que no es una continuidad eterna, sino una relación que se construye día a día, y aunque de forma quizás jocosa lo pinta como un problema o inconveniente, puede también considerársele como una especie de fórmula para construir la felicidad, comenzar cada día como si fuese el primero, a reconstruir el matrimonio que ha quedado suspendido en la noche, después de la consumación del amor que une a los esposos.
Leon Tolstoi (1828 – 1910) El matrimonio es una barca que lleva a dos personas por un mar tormentoso; si uno de los dos hace algún movimiento brusco, la barca se hunde.
El matrimonio es una barca que lleva a dos personas por un mar tormentoso; si uno de los dos hace algún movimiento brusco, la barca se hunde.
Por otro lado, más allá de la costumbre que atenta con acabar el matrimonio, en su momento el escritor ruso del siglo XIX, Leon Tolstoi hizo referencia también a la importancia de cultivar dentro de la relación del matrimonio un buen trato, puesto que ya de por sí, según interpretaba este escritor, la vida era como una tormenta, y el matrimonio una barca sobre la que van los esposos, si alguno olvida ser delicado, o cae en acciones bruscas, condena a la barca a hundirse. Por consiguiente, el matrimonio no sólo debe luchar contra la rutina, sino que ambos esposos deben estar conscientes de la importancia de tratar bien a su compañero.
Joseph Joubert (1754 – 1824) No hay que elegir por esposa sino a la mujer que uno elegiría por amigo si fuera hombre.
No hay que elegir por esposa sino a la mujer que uno elegiría por amigo si fuera hombre.
Igualmente, la frase de este ensayista del siglo XVIII puede servir para tocar otro de los grandes temas que ronda sobre el éxito de todo matrimonio: la compatibilidad, pues más allá del amor, el romance, la pasión y la atracción, la posibilidad de realizar cada día cosas diferentes, así como de hacer y llevar a cabo planes en conjunto depende de la compatibilidad entre los esposos, y la química que haya entre ellos, pues es ella la base de la amistad y el compañerismo que hará del matrimonio una verdadera aventura. Por consiguiente, el compañero que se elija para este vínculo, además del amor que puede sentirse, debe constituir también un gran amigo.
Mignon McLaughlin (1913-1983) Para un buen matrimonio hay que enamorarse muchas veces, siempre de la misma persona.
Para un buen matrimonio hay que enamorarse muchas veces, siempre de la misma persona.
Sin embargo, como relación compleja que es, aun cuando se tenga amistad, complicidad, respeto y aventura, si en el Matrimonio no existe amor, tampoco habrá felicidad. Es por eso, que la frase de este periodista estadounidense del siglo XX, Mignon McLaughlin es tan relevante, pues en ella está contenida otra de las fórmulas esenciales de todo matrimonio exitoso: tener la capacidad de enamorarse muchas veces de la misma persona, es decir, comprender que el amor se acaba, pero también puede volver a nacer, y que es necesario que renazca y se renueve, para continuar compartiendo la vida juntos.
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