El Pensante

Frases sobre la adulación

Frases - julio 7, 2017

La adulación es descrita de forma general como la acción de alabar de forma interesada, repetida e insistente a una persona, a fin de acariciar su ego, y poder obtener a cambio sus favores.

Imagen 1. Frases sobre la adulación

Adulación igual a manipulación

En este sentido, se podría decir entonces que la Adulación reviste una acción que además de interesada, constituye una gran manipulación, puesto que se procura que una persona escuche constantemente halagos, a fin de lograr manejar su voluntad en beneficio propio, de ahí que sea visto también como una acción antiética, ya que no reviste un sentimiento sincero de admiración, sino que es usada como herramienta para lograr engañar a un semejante. Igualmente, hay quien afirma que dentro de esta acción también puede hablarse de cierta capacidad por parte del adulador de planificar su plan de manipulación, pues los halagos usados no siempre son cualquier comentario positivo hacia la persona, sino que por lo general están orientados a aquellos aspectos del ego que el adulador ha detectado puede alimentar en la persona, por lo que la Adulación está relacionada también con un acto premeditado.

Frases sobre la Adulación

Quizás por eso son muchos los pensamientos y frases que han surgido durante generaciones para advertir sobre la necesidad de cuidarse de la Adulación, así como de los aduladores, pues tanto lo uno como lo otro estarían basadas en simples mentiras, que en lugar de emitir una opinión sincera, en realidad desean doblegar la voluntad propia para intereses ajenos. A continuación, los pensamientos que algunos de los intelectuales y personajes más importantes de la Historia han hecho sobre la Adulación:

Tácito (55 d.C. – 115 d.C.)

La peor especie de enemigos es la de los aduladores.

Esta frase de Tácito es un claro ejemplo de cómo la Adulación es despreciada desde tiempos antiguos, pues en ella se reconoce un impulso oscuro y negativo. Así mismo, este filósofo latino advierte a sus contemporáneos, y a las futuras generaciones, el cómo el adulador, aun cuando sólo tenga palabras dulces, en realidad no es un amigo, sino el peor de los enemigos, pues finge su aprecio para sacar provecho particular. Así mismo, se puede interpretar sobre este pensamiento de Tácito, que el filósofo ve en los aduladores a la peor clase de enemigos, precisamente porque son los que más probabilidad tienen de engañar a su víctima, quien si se deja guiar por las adulaciones, no podrá ver venir la traición o adulación que esta esconde.

Françoise de La Rochefoucauld (1613-1680)

La adulación es una moneda falsa que tiene curso gracias sólo a nuestra vanidad.

Por su parte, este escritor francés del siglo XVII, señalaba en su momento dos aspectos que se necesitan para que la adulación cumpla con su oscuro propósito: un adulador y un adulado, ya que, la falsedad de la adulación no tendría éxito si la persona que escucha las lisonjas que le proponen no se dejara seducir por ellas. En este sentido, así como la adulación resulta un artificio del adulador, la vanidad es la debilidad más grande del que permite que lo adulen. Por ende, para seguir reflexionando sobre esta frase, se puede concluir también que así como la persona debe cuidarse de los aduladores, también debe estar atento a su ego, y a la necesidad de adulación que puede tener, puesto que estas debilidades podrían perderle.

Sigmund Freud (1856-1939)

Uno puede defenderse de los ataques; contra el elogio se está indefenso.

Sin embargo, el dejarse llevar por el dulce sonido de la Adulación pareciera estar más allá de las posibilidades de resistencia del ser humano, pues al parecer el Ego no está dispuesto a levantar mecanismos de defensa contra estas palabras. Al menos así parecía pensar Sigmund Freud, padre del psicoanálisis, quien según lo que se puede interpretar de este pensamiento, consideraba que todo hombre era víctima posible de la Adulación, debido a que ningún oído está preparado para defenderse de aquellas palabras que ensalcen la propia existencia.

Gilbert Keith Chersterton (1874 – 1936)

La función esencial de la lisonja es lisonjear a las personas por las cualidades que no poseen.

Empero, también se encuentra esta frase de Gilbert Keith Chersterton, escritor británico, el cual –aun cuando llama lisonja a la Adulación- que advierte que no sólo esta acción va dirigida al ego del individuo, sino que además de falsa, es una acción mentirosa, pues casi siempre el adulador se da cuenta de los grandes beneficios que puede obtener en resaltar en su objetivo aquellas cualidades que no tiene. En este caso, la persona que es llena de adulaciones sentirá la felicidad de que otro pueda ver en él las grandes virtudes que hasta ahora nadie había visto, quizás porque no las posee.

William Shakespeare (1564 -1616)

El que gusta de ser adulado es digno del adulador.

Existe una frase bíblica que reza “Vanidad de vanidades, todo es vanidad”, y quizás se la lleve de la mano perfectamente con el significado de esta frase atribuida al escritor británico William Shakespeare, quien teniendo en cuenta que la Adulación es una lisonja mentirosa extendida por el adulador a la vanidad su víctima, a fin de lograr que éste se comporte según su antojo, considera que tan bajo es quien la esgrime y la usa contra alguien, como aquel que la acepta y se alimenta de ella. Por ende, para el autor de Romeo y Julieta, en verdad, el adulado se merece a su adulador. Así mismo, se podría interpretar entonces, en base a esta frase, que el efecto de la Adulación sólo tiene efecto cuando existe un adulador, pero también un adulado que esté dispuesto a seguir el juego.

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