Según señala la Lingüística, el Grado comparativo del Adjetivo constituye uno de los tres distintos grados, que pueden encontrarse en esta clase de partícula lingüística. Sin embargo, antes de abordar una explicación sobre este rasgo, se revisarán algunas definiciones, que de seguro permitan entenderlo dentro de su contexto lingüístico propicio.
Definiciones fundamentales
Por consiguiente, también será necesario delimitar esta revisión teórica a cuatro nociones específicas: Palabras, Sustantivos, Adjetivos y Grado del adjetivo, por ser los conceptos que se encuentran directamente relacionados con el Grado comparativo, que se estudiará posteriormente. A continuación, cada uno de estos conceptos:
Las palabras
De esta manera, se comenzará diciendo que las Palabras han sido explicadas, de forma general, como uno de los principales tipos de partículas lingüísticas. Sin embargo, puede que para tener una visión más integral respecto a ellas, sea necesario entonces tomar también en consideración cada una de las definiciones particulares, promulgadas por las principales disciplinas lingüísticas.
En consecuencia, se podrá ver cómo, por ejemplo, la Morfología –materia que se encarga de estudiar la constitución de las diferentes partículas- ve la Palabra como una estructura morfológica, construida en base a la combinación coherente de ciertas partículas, como lo son los Lexemas –unidades lingüísticas que tienen como misión aportar información léxica a la palabra- y los Morfemas –unidades lingüísticas que se unen al Lexema, con el fin de complementarlos, agregando información léxica o gramatical.
Por su lado, la Semántica –disciplina que se preocupa por estudiar los distintos significados de las partículas lingüísticas- considera que la Palabra puede ser vista como una partícula con sentido propio, la cual hace necesariamente vida entre dos pausas, o silencios, que ocurren en un texto. En este punto, es necesario resaltar que cuando la Lingüística menciona el concepto “texto”, lo hace para referirse al “texto oral”, y nunca al escrito, puesto que para esta disciplina la Escritura es apenas un registro secundario de la realidad viva del Lenguaje.
En último lugar, podrá verse también como la Sintaxis –área lingüística que estudia las partículas, en tanto su posición en la oración- considera que las Palabras han de ser vistas entonces como el núcleo mismo de esta cadena superior de significado, así como cada uno de los eslabones o partículas que la conforman.
Sustantivos
Por otro lado, será también propicio revisar el concepto de Sustantivos, los cuales han sido explicados como uno de los principales tipos de palabras, que existen en las Lenguas naturales. Sin embargo, puede que en este caso también sea necesario hacer una revisión integral de la noción Sustantivo.
En consecuencia, se encontrará que la Semántica ha definido los Sustantivos como aquellas partículas lingüísticas, que cumplen con la tarea de nombrar o señalar una entidad específica, la cual puede estar constituida por una persona, animal, lugar, objeto o concepto. Siendo entonces su misión nombras, los Sustantivos pueden ser considerados entonces como nombres.
Por su lado, la Morfología ha señalado que los Sustantivos pueden ser entendidos también como una clase de palabra variable, la cual cuenta con la capacidad de cambiar su estructura, con el fin de concordar tanto en género como en número con las distintas entidades, que esta partícula nombra. Para la Sintaxis, en cambio, los Sustantivos han de ser vistos igualmente como el núcleo mismo del Sujeto, así como de los sintagmas nominales y preposicionales.
Adjetivos
En tercer lugar, también se tomará un momento para lanzar luces sobre el concepto de Adjetivos, los cuales han sido identificados –al igual que los Sustantivos- como una de las principales clases de palabras, que se encuentran en la mayoría de las lenguas naturales.
Desde una óptica mucho más precisa, se tendrá que la Sintaxis considera que los Adjetivos pueden ser vistos como aquellas palabras que, en la oración, acompañan al Sustantivo, tanto de forma anterior como posterior, con el fin de modificarlo. Así mismo, para la Morfología, los Adjetivos serán entendidos como una clase de palabra variable, pues cuenta con la capacidad de cambiar su estructura, con el fin de concordar en género y número con los sustantivos que desean acompañar.
Por su parte, para la Semántica, los Adjetivos serán entendidos como aquellas palabras que se encargan de acompañar al Sustantivo, con el fin de señalar una de las características de la entidad nombrada, bien sea para calificarla o para determinarla.
Grado del Adjetivo
Por último, será necesario centrar la atención en la definición de Grado del Adjetivo, el cual puede ser entendido como una noción semántica, que hace referencia a una característica precisa del Adjetivo, cuyo propósito es revelar entonces el grado o intensidad con el que cuenta la cualidad de la entidad, a la que hace referencia el Adjetivo, una vez ha decidido acompañar al Sustantivo que nombra este ente.
Según señala la Lingüística, existen tres distintos grados para el Adjetivo: el Positivo, el Comparativo y el Superlativo.
Grado comparativo del Adjetivo
Una vez se han revisado cada una de estas oraciones, puede que ciertamente sea mucho más sencillo aproximarse a una explicación sobre el Grado comparativo del Adjetivo, el cual puede explicarse desde el punto de vista semántico como la característica que porta el Adjetivo toda vez que acompaña a un Sustantivo, con el fin de comparar la entidad nombrada con otra.
No obstante, en el Grado comparativo pueden encontrarse tres subcategorías, las cuales dependen del grado de comparación que esta partícula quiere señalar. Estos son descritos entonces de la siguiente manera:
- De superioridad: cuando compara la entidad con otra, para referir que esta es mejor. Por ejemplo: Mi tío es más alto que yo.
- De inferioridad: cuando por el contrario compara la entidad con otra, para indicar que esta primera se encuentra por debajo de la segunda. Por ejemplo: Tengo menos frío que tú.
- De igualdad: por último, también puede suceder que la comparación entre las dos entidades arrojen igualdad entre ellas. Por ejemplo: Mi perro es tan viejo como el suyo.
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