Incluso el polémico candidato Donald Trump ha acusado al gobierno de su país de proteger a Daech
La Guerra contra ISIS
Hoy, como nunca antes en la Historia del Mundo (y eso es mucho decir) arde el Creciente Fértil. Aquella región, cuna de la civilización humana, que se extiende a grandes rasgos entre el actual Irak y Turquía.
La causa es la guerra: una guerra particularmente sangrienta contra un grupo que, de manera prácticamente universal, se considera cruel, sanguinario y en una palabra “malvado”. Me refiero, cómo no, a Estado Islámico, mejor conocido como ISIS o Daech.
Daech es, en muchos sentidos, una personificación de los miedos de Occidente y una muestra de los alcances del extremismo. Es, así mismo, la causa del desplazamiento de millones de personas y de uno de los conflictos más sangrientos de los que tengamos registro en los últimos años.
Afianzados en un territorio en el que han encontrado amplio soporte económico, y con el dudoso objetivo político de imponer un califato que ocupe los territorios del otrora califato abasida, Daech utiliza de manera consistente el terror como herramienta de guerra psicológica para con todo aquel que se atreva a oponerse a su dominio.
Por esta razón, la oposición al grupo islamista ha sido prácticamente universal, y a raíz de los atentados en Paris la semana pasada, se ha convertido en una asonada mundial contra los universalmente reconocidos terroristas. A las bombas rusas, que caen desde hace más de un mes en territorio gobernado por el grupo islamista, se suman ahora prácticamente todos los países de la OTAN. Incluyendo, como es lógico, a los Estados Unidos.
Objetivos estratégicos
En la actualidad, uno de los objetivos principales de la coalición que bombardea ISIS es la destrucción de su economía, esto es, de los oleoductos, pozos y caravanas de petróleo que hoy financian al grupo terrorista. En este aspecto, según fuentes oficiales, al menos, los bombardeos rusos habrían sido bastante efectivos.
Sin embargo, de acuerdo con varias fuentes, no podría decirse de los bombardeos norteamericanos. Y no porque los rusos tengan mejor tecnología, precisión o información sobre los blancos, no. Sino porque deliberadamente los altos mandos buscarían evitar estos sitios en los bombardeos de los Estados Unidos.
John McCain, el hombre al que muchos consideran culpable
Las acusaciones son tremendamente graves, y resulta interesante que pocos medios internacionales hayan hecho eco de ellas. Veamos qué dicen:
Las acusaciones de Rusia
En primer lugar, las acusaciones vienen del frente ruso, que desde principios de noviembre decidió comenzar una serie de bombardeos sistemáticos sobre el grupo terrorista. Pese a que no soy particularmente aficionado a la política rusa, es forzoso admitir que dichos golpes parecen haber debilitado seriamente las finanzas del grupo islamista.
Pero entonces, ¿por qué un año de bombardeos de los Estados Unidos había presentado tan pocos avances? De acuerdo con Alexei Pushkov, cabeza del Comité parlamentario de asuntos exteriores, es porque sencillamente no estaban intentándolo.
Pushkov afirmó varias veces en los últimos dos meses que los Estados Unidos estaban “bombardeando la arena”, y que el 80% de sus bombas, por lo menos, no atacaban lugares críticos para hacer daño a los terroristas.
Así mismo, varios periodistas turcos acusaron a los Estados Unidos de evitar el bombardeo de los campos petroleros y de los sistemas de transporte de crudo usados por Daech. Las razones, argumentan, son completamente inexplicables.
Y cabe mencionar las recientes acusaciones de Vladimir Putin a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, de defender a Daech y comprar petróleo a bajo precio brindado por el grupo. Erdogan, aliado de los Estados Unidos, podría estar actuando bajo órdenes de la Casa Blanca, según algunas teorías de la conspiración.
Supuesta foto de McCain con militantes de Daech. El origen de la fotografía no está claro.
Acusaciones de pilotos norteamericanos
Pero no es Putin el único indignado. De acuerdo con varias fuentes alternativas en los Estados Unidos, los pilotos en misiones sobre Siria acusan a sus altos mandos de no autorizar, al menos, un 75% de los bombardeos incluso cuando tienen un blanco a la vista.
Se lee entre líneas que mientras algunos culpan a la administración de Obama, otros consideran a John McCain (senador y excandidato presidencial) como el verdadero culpable. En cualquier caso, desde mismo territorio norteamericano algunos consideran que se está usando el ejército como una herramienta para apoyar, más que lesionar, al grupo Estado Islámico.
Estas acusaciones, como dije antes, son serias, e implicarían una completa traición de los Estados Unidos a prácticamente todo el mundo, incluyendo la coalición europea (sus viejos aliados) que a consecuencia de los atentados de París está concentrando todo su fuego sobre Daech. Por esta razón considero que las pruebas dadas no son suficientes – no, al menos, para concluir un verdadero apoyo al grupo terrorista –.
¿Qué está pasando?
Responder esta pregunta es extremadamente complejo: con la información que tenemos no podemos más que establecer algunas teorías:
En primer lugar, la Conspiración. Los Estados Unidos habrían creado a Daech, en primer lugar, y lo estarían usando para desestabilizar la región y, entre otras, privar de valiosos aliados a Rusia y China. Aunque es posible (y no dudo de las intenciones de debilitar a sus oponentes), es importante tener en cuenta lo que significaría para Europa un aumento en el poderío del grupo. Y Europa es seguramente el más importante aliado de los Estados Unidos.
En segundo lugar, la omisión. Es poco probable que los Estados Unidos sean incapaces de bombardear un blanco determinado… excepto, claro, en caso de que no quieran hacerlo. Y una importante razón para no hacerlo son los civiles.
En efecto, la administración Obama ha sido duramente criticada por su política de “0 civiles muertos” en Siria (aunque en Afganistán esto parece que no les importara), ya que básicamente implica no lanzar bomba alguna.
Esta justificación puede ser válida para los combatientes, pero no explica la ausencia de golpes a las fuentes económicas del grupo.
En tercer lugar, cabe mencionar la importancia de los grupos separatistas kurdos, que han asestado graves golpes a Daech pero que buscan así mismo consolidar el Kurdistán en territorios que van de Irak a Turquía. Las acusaciones contra los turcos con respecto a su indiferencia ante Daech y su renuencia a ayudar a los kurdos han sido pan de cada día: es probable que el gobierno de Erdogan en verdad prefiera a un Daech poderoso fuera de sus fronteras que a un grupo kurdo armado en el interior de Turquía. Estados Unidos podría estar frente a un dilema semejante en territorio iraquí.
¿Tienen ustedes alguna otra idea para aportar al debate?
Fuente de imágenes: 1: conservativeread.com, 2: khaama.com, 3: redicecreations.com