Batalla de Barú
Hallazgo de un tesoro hundido
En el 2015 se halló los restos del galeón San José, un barco que había salido de América rumbo a España en 1708, llevando una enorme cantidad de oro, producto de 13 años de impuestos coloniales. Todo ese oro era fuertemente codiciado por los ingleses. Saliendo de Portobelo, el galeón San José fue interceptado por un navío de línea ingles llamado “The Expedition”.
Sin notarlo, el San José iba tranquilo hacia Cartagena para que una tropa de barcos lo custodiara hasta España. En ese momento el navío inglés se acercó e hizo pedazos al San José. Todo esto hace parte de la famosa Batalla de Barú, pues fue frente a la famosa isla caribeña donde tuvo lugar y así fue bautizada por los historiadores.
El 8 de Junio de 1708 empezó la batalla, las defensas españolas eran lentas y los ingleses hundieron sin mucho problema los galeones que custodiaban el tesoro. Los cañoneros no daban abasto en disparar a las órdenes de Wager, el inglés encargado de las ofensivas.
Por el otro lado estaba el Conde de Casa Alegre manejando la operación defensiva. A toda costa defendió la flota por medio de maniobras tácticas para tener al enemigo a tiro, los ingleses al ser mucho más rápidos dañaron la estrategia española, haciéndolos retroceder hasta el fuerte de Bocachica, entre las murallas de Cartagena.
Por cientos de años la isla Barú se consideró enigmática porque cerca se había hundido el tesoro más grande que América hubiera imaginado. A partir de ahí varias familias de navegantes de varias partes de España y Francia llegaron a vivir allá, junto con sus esclavos y riquezas. El propósito de vivir en Barú era tener la suerte de algún día encontrar la flota que estaba hundida.
La caída de la Hacienda San Juan
La isla era dueña de una familia de apellido Medrano, ellos habían desembocado de España directamente en el siglo XIX cuando América era independiente. Se hizo una hacienda muy extensa por toda la isla llamada “Hacienda San Juan”, pero lastimosamente no duró mucho.
Aquí llegó a vivir el señor Jorge Medrano con su extensa familia y con el maravilloso sueño de hacerse con las monedas reales del galeón que según la leyenda eran toneladas y toneladas de oro que podían traer desarrollo a toda la región Caribe. Esto sucedía a inicios del siglo XX, época enmarcada en Colombia por las guerras intestinas que desangraron al país.
El Señor Jorge Medrano era parte de la conocida rama familiar de hacendados españoles que vivían frente a la frontera española y que habían migrado por la llegada del rey Alfonso XII. Todo esto a finales del siglo XIX. Sin pensarlo dos veces, vendió todas sus tierras españolas y se fue con toda su comitiva a Colombia para hacer el sueño de sus ancestros, pero las cosas no terminarían bien.
Las órdenes del dueño de las tierras habían sido que los jornaleros exploraran los alrededores para saber dónde estaba el tesoro que nunca encontraron. O por lo menos la pequeña aristocracia de la isla no encontró sino la muerte, pues los jornaleros cansados de tanta explotación le cortaron la cabeza al señor Medrano.
Todas estas tierras pasaron a ser parte de la gente de la isla: descendientes de antiguos esclavos, palenqueros escapados de otras haciendas costeras y ladrones y asesinos que habían huido de las órdenes oficialistas eran parte de la nata social que se levantó contra su amo y ahora vivían en esta zona.
Tristemente Barú quedó en la miseria y pobreza, sólo por sus ricas playas se pudo desarrollar el turismo con el que ahora es tan conocida la isla. Con el reciente encuentro del galeón, la isla captaría muchas ganancias por la cantidad de personas que vinieron para conocer donde había sucedido la batalla naval. El olvido en el que había quedado relegada la isla parecía que se recuperaría, pues la isla esperaba cierta inversión del tesoro.
El feliz hallazgo
La cantidad de oro encontrada en el Caribe era gigantesca y así lo dijo el presidente colombiano Juan Manuel Santos, en la rueda de prensa del 5 de Diciembre del 2015 para contar el feliz hallazgo del Galeón San José.
Se esperaba que este tesoro ayudara a los pobladores del Caribe colombiano, pero las rencillas se empezaron a ver cuando los españoles y los norteamericanos dijeron que parte de este tesoro les pertenecía a ellos. Finalmente Santos vendió el tesoro a los norteamericanos, todo el oro de siglos de explotación, el oro de las poblaciones indígenas y mestizas de los habitantes de Perú y otras zonas de América sería llevado por otras personas que estaban más interesados en él.
Lastimosamente Barú no recibió nada y siguió en el olvido. Tal vez no tanto como antes, pues el poco turismo que mantiene la región hace posible que las condiciones de vida de estas poblaciones sea un poco mejor que antes.
Imágenes: 1: wikipedia.org, 2: elpais.com.co, 3: caracol.com.co