A lo anterior se debe agregar el precio de los alquileres, del tocino y del pan (alimentos básicos del momento) subieron hasta el techo. En cinco años, en valor de la época, pasó de siete cuartos la libra a doce cuartos los alimentos consumidos por una familia. Sin alimentos a su alcance y ahora sin velas, la gente se estaba comenzando a cansar, pues las autoridades los estaban abandonando y no les estaban garantizando sus derechos abastecerse a los bienes de consumo básico.
La ley que quebró al pueblo
Ya hemos mencionado antes que la capa larga, complementada con el sombrero de ala ancha hacían parte de la indumentaria española. Sin embargo, aquello cambió el 10 de marzo de 1776, cuando el Márquez impulsó un edicto en el que se obligaba a criados, civiles y domésticos a usar una capa corta y un sombrero de tres picos. Esta reforma hacía parte de las anteriores hablada, lo absurdo de todo aquello era que la persona que fuera atrapada violando el edicto debía pagar 6 ducados o 12 días de cárcel y si se atrapaba nuevamente infraganti, pagaría el doble.
Esquilache creía que el sombrero de ala ancha permitía a los rufianes ocultar su rostro y una capa larga daba facilidad para ocultar armas. Los españoles vieron aquello como una imposición de moda extranjera y comenzaron a repartir volantes en contra del marqués, él cual no se quedó atrás y ordenó a los soldados perseguir a quienes violaran sus reformas.
Prohibiciones y resistencia
Los militares cortaban capas, detenían a infractores y ponían multas para su propio beneficio. Sin embargo, todo salió de control el 23 de marzo 1776 a la plaza llegó un hombre que usaba capa larga y un sombrero de ala ancha, quien no se dejó amedrentar por las amenazas de los soldados y fue ahí cuando sacó una espada, su acción fue imitada por otras personas que sabían lo iba a suceder.
Los oficiales terminaron huyendo mientras la multitud se apoderó de espadas y fúsiles, la turba iracunda fue en busca de Esquilache, quien sabiendo el destino que le esperaba terminó huyendo. A toda persona que se encontraba, le pedían que deshicieran los tres picos de sus sombreros e iban rompiendo los faroles. La casa del marqués fue saqueada y en la plaza quemaron uno de sus retratos, el rey se enteró de lo sucedido y aunque reunió a sus tropas para controlar el motín, el pueblo le hizo frente y el monarca escuchó las exigencias.
Las personas pedían que se bajara el precio de la comida, que se permitiera el uso de la capa larga y el sombrero de ala ancha y, además que se desterrara a Esquilache. El pueblo advirtió al rey que, si no se cumplían sus demandas, las revueltas serían más grandes.
Finalmente, el Conde de Aranda se convirtió en el presidente del consejo de Castilla, cuya misión principal fue mostrarle al pueblo que las capas largas y el sombrero de ala ancho era el disfraz perfecto para los criminales. Para motivar a los nobles, el mismo Conde usó la vestimenta y lo popularizó entre la clase alta. Complementó todo al instituir que el verdugo usara la capa larga y el sombrero ancho, así aquella imagen se terminó relacionando con algo turbio.
Fuentes:
- https://es.wikipedia.org/wiki/Capa_espa%C3%B1ola
- https://porsolea.com/la-capa-espanola-cultura-y-tradiciones/
- https://santimar1.webcindario.com/la_capa_espanola_.html
Imágenes: 1. es.wikipedia.org 2. antimar1.webcindario.com 3.
Los que no podían permitirse un vestuario más variado usaban las capas de color pardo, la cual era más sencilla y menos costosa. La moda masculina también dio su incursión entre las féminas de la época, pero la capa se convirtió en algo más, un símbolo de identidad que causaría un sentimiento de rebelión.
Reformas tributarias causaron descontento en la población de España
En pleno siglo XVII, el rey Carlos III, disgustado por la ‘suciedad e inseguridad’ de las calles madrileñas, pidió a su funcionario de confianza el ministro Leopoldo de Gregorio, Marqués de Esquilache de origen italiano, una serie de reformas que no gustaron entre los pobladores. Muy sencillo, la mayoría de ellas afectaba el bolsillo de los más pobres sin tocar a los nobles y el monarca no fue movido por razones sinceras, sino que creía que su ciudad no era digna de una corte ilustrada.
Entre las primeras necesidades que observó Carlos III, era la limpieza y la pavimentación de las calles. Al igual que la iluminación, así fue como se instalaron faroles cuyo costo fue muy alto y los cuales debían ser mantenidos por las personas de la zona, lo que causó que el precio del aceite y las velas de cebo aumentara.
A lo anterior se debe agregar el precio de los alquileres, del tocino y del pan (alimentos básicos del momento) subieron hasta el techo. En cinco años, en valor de la época, pasó de siete cuartos la libra a doce cuartos los alimentos consumidos por una familia. Sin alimentos a su alcance y ahora sin velas, la gente se estaba comenzando a cansar, pues las autoridades los estaban abandonando y no les estaban garantizando sus derechos abastecerse a los bienes de consumo básico.
La ley que quebró al pueblo
Ya hemos mencionado antes que la capa larga, complementada con el sombrero de ala ancha hacían parte de la indumentaria española. Sin embargo, aquello cambió el 10 de marzo de 1776, cuando el Márquez impulsó un edicto en el que se obligaba a criados, civiles y domésticos a usar una capa corta y un sombrero de tres picos. Esta reforma hacía parte de las anteriores hablada, lo absurdo de todo aquello era que la persona que fuera atrapada violando el edicto debía pagar 6 ducados o 12 días de cárcel y si se atrapaba nuevamente infraganti, pagaría el doble.
Esquilache creía que el sombrero de ala ancha permitía a los rufianes ocultar su rostro y una capa larga daba facilidad para ocultar armas. Los españoles vieron aquello como una imposición de moda extranjera y comenzaron a repartir volantes en contra del marqués, él cual no se quedó atrás y ordenó a los soldados perseguir a quienes violaran sus reformas.
Prohibiciones y resistencia
Los militares cortaban capas, detenían a infractores y ponían multas para su propio beneficio. Sin embargo, todo salió de control el 23 de marzo 1776 a la plaza llegó un hombre que usaba capa larga y un sombrero de ala ancha, quien no se dejó amedrentar por las amenazas de los soldados y fue ahí cuando sacó una espada, su acción fue imitada por otras personas que sabían lo iba a suceder.
Los oficiales terminaron huyendo mientras la multitud se apoderó de espadas y fúsiles, la turba iracunda fue en busca de Esquilache, quien sabiendo el destino que le esperaba terminó huyendo. A toda persona que se encontraba, le pedían que deshicieran los tres picos de sus sombreros e iban rompiendo los faroles. La casa del marqués fue saqueada y en la plaza quemaron uno de sus retratos, el rey se enteró de lo sucedido y aunque reunió a sus tropas para controlar el motín, el pueblo le hizo frente y el monarca escuchó las exigencias.
Las personas pedían que se bajara el precio de la comida, que se permitiera el uso de la capa larga y el sombrero de ala ancha y, además que se desterrara a Esquilache. El pueblo advirtió al rey que, si no se cumplían sus demandas, las revueltas serían más grandes.
Finalmente, el Conde de Aranda se convirtió en el presidente del consejo de Castilla, cuya misión principal fue mostrarle al pueblo que las capas largas y el sombrero de ala ancho era el disfraz perfecto para los criminales. Para motivar a los nobles, el mismo Conde usó la vestimenta y lo popularizó entre la clase alta. Complementó todo al instituir que el verdugo usara la capa larga y el sombrero ancho, así aquella imagen se terminó relacionando con algo turbio.
Fuentes:
- https://es.wikipedia.org/wiki/Capa_espa%C3%B1ola
- https://porsolea.com/la-capa-espanola-cultura-y-tradiciones/
- https://santimar1.webcindario.com/la_capa_espanola_.html
Imágenes: 1. es.wikipedia.org 2. antimar1.webcindario.com 3.
Una prenda a la moda medieval
La capa española, fue una prenda que se usó por varios siglos, las personas que estaban mejor posicionados se podían dar el lujo de cambiar la capa varias veces al día: en la mañana usaban una de color azul, en la tarde se vestían con una capa color marrón y en la noche no podía faltar el ítem de color negro.
Los que no podían permitirse un vestuario más variado usaban las capas de color pardo, la cual era más sencilla y menos costosa. La moda masculina también dio su incursión entre las féminas de la época, pero la capa se convirtió en algo más, un símbolo de identidad que causaría un sentimiento de rebelión.
Reformas tributarias causaron descontento en la población de España
En pleno siglo XVII, el rey Carlos III, disgustado por la ‘suciedad e inseguridad’ de las calles madrileñas, pidió a su funcionario de confianza el ministro Leopoldo de Gregorio, Marqués de Esquilache de origen italiano, una serie de reformas que no gustaron entre los pobladores. Muy sencillo, la mayoría de ellas afectaba el bolsillo de los más pobres sin tocar a los nobles y el monarca no fue movido por razones sinceras, sino que creía que su ciudad no era digna de una corte ilustrada.
Entre las primeras necesidades que observó Carlos III, era la limpieza y la pavimentación de las calles. Al igual que la iluminación, así fue como se instalaron faroles cuyo costo fue muy alto y los cuales debían ser mantenidos por las personas de la zona, lo que causó que el precio del aceite y las velas de cebo aumentara.
A lo anterior se debe agregar el precio de los alquileres, del tocino y del pan (alimentos básicos del momento) subieron hasta el techo. En cinco años, en valor de la época, pasó de siete cuartos la libra a doce cuartos los alimentos consumidos por una familia. Sin alimentos a su alcance y ahora sin velas, la gente se estaba comenzando a cansar, pues las autoridades los estaban abandonando y no les estaban garantizando sus derechos abastecerse a los bienes de consumo básico.
La ley que quebró al pueblo
Ya hemos mencionado antes que la capa larga, complementada con el sombrero de ala ancha hacían parte de la indumentaria española. Sin embargo, aquello cambió el 10 de marzo de 1776, cuando el Márquez impulsó un edicto en el que se obligaba a criados, civiles y domésticos a usar una capa corta y un sombrero de tres picos. Esta reforma hacía parte de las anteriores hablada, lo absurdo de todo aquello era que la persona que fuera atrapada violando el edicto debía pagar 6 ducados o 12 días de cárcel y si se atrapaba nuevamente infraganti, pagaría el doble.
Esquilache creía que el sombrero de ala ancha permitía a los rufianes ocultar su rostro y una capa larga daba facilidad para ocultar armas. Los españoles vieron aquello como una imposición de moda extranjera y comenzaron a repartir volantes en contra del marqués, él cual no se quedó atrás y ordenó a los soldados perseguir a quienes violaran sus reformas.
Prohibiciones y resistencia
Los militares cortaban capas, detenían a infractores y ponían multas para su propio beneficio. Sin embargo, todo salió de control el 23 de marzo 1776 a la plaza llegó un hombre que usaba capa larga y un sombrero de ala ancha, quien no se dejó amedrentar por las amenazas de los soldados y fue ahí cuando sacó una espada, su acción fue imitada por otras personas que sabían lo iba a suceder.
Los oficiales terminaron huyendo mientras la multitud se apoderó de espadas y fúsiles, la turba iracunda fue en busca de Esquilache, quien sabiendo el destino que le esperaba terminó huyendo. A toda persona que se encontraba, le pedían que deshicieran los tres picos de sus sombreros e iban rompiendo los faroles. La casa del marqués fue saqueada y en la plaza quemaron uno de sus retratos, el rey se enteró de lo sucedido y aunque reunió a sus tropas para controlar el motín, el pueblo le hizo frente y el monarca escuchó las exigencias.
Las personas pedían que se bajara el precio de la comida, que se permitiera el uso de la capa larga y el sombrero de ala ancha y, además que se desterrara a Esquilache. El pueblo advirtió al rey que, si no se cumplían sus demandas, las revueltas serían más grandes.
Finalmente, el Conde de Aranda se convirtió en el presidente del consejo de Castilla, cuya misión principal fue mostrarle al pueblo que las capas largas y el sombrero de ala ancho era el disfraz perfecto para los criminales. Para motivar a los nobles, el mismo Conde usó la vestimenta y lo popularizó entre la clase alta. Complementó todo al instituir que el verdugo usara la capa larga y el sombrero ancho, así aquella imagen se terminó relacionando con algo turbio.
Fuentes:
- https://es.wikipedia.org/wiki/Capa_espa%C3%B1ola
- https://porsolea.com/la-capa-espanola-cultura-y-tradiciones/
- https://santimar1.webcindario.com/la_capa_espanola_.html
Imágenes: 1. es.wikipedia.org 2. antimar1.webcindario.com 3.