Inglaterra y los castores
Inglaterra es una isla. Ustedes seguramente sabían eso.
(Bueno, técnicamente Inglaterra, Escocia y Gales conforman una sola isla).
El hecho de que sea una isla resultó en la debilidad de su fauna nativa. Mientras que en países como Francia o Alemania especies como los lobos, los venados o los alces podían desaparecer temporalmente de ciertas regiones para luego repoblar de otras poblaciones sanas en el continente. En Inglaterra, en cambio, la extinción de cualquier especie era definitiva. Por esta razón ya en la edad media el lobo y el alce habían desaparecido de las tierras inglesas.
Hace poco más de 400 años le llegó el turno al castor. Este roedor acuático es famoso por la construcción de diques de madera, los cuales crean pequeñas represas que limitan el paso de agua en los ríos (y se convierten en hogar de los animalitos)… pero hace 400 años aproximadamente murieron los últimos castores de la isla y las represas no volvieron a aparecer.
Inundaciones, biodiversidad y represas
Pero resulta que las represas no son únicamente un adorno.
En temporadas de lluvias extremas los castores actúan en consecuencia y van ampliando los diques. Esto hace que con el tiempo estos se conviertan en “seguros” contra las crecidas que evitan catástrofes o daños a las propiedades río abajo. Por esta razón los castores se conservan en muchos países y han sido reintroducidos en otros (como Noruega o Finlandia) luego de que se extinguieran por ser perseguidos por sus pieles. Se calcula, por ejemplo, que una población saludable de castores podría haber prevenido las inundaciones del 2006 en Inglaterra que costaron más de 6 millones de libras en pérdidas.
Pero además de esto las represas convierten los ríos en humedales, creando innumerables nichos e impulsando de manera dramática la biodiversidad de las regiones. A su manera, los castores son tan importantes como el fuego o la lluvia en la construcción de sus paisajes e incrementan la Resiliencia y la fortaleza de los ecosistemas que habitan.
Reintroducción
Estas razones motivaron a las autoridades del Reino Unido a comenzar a considerar la reintroducción de los castores como una política a realizarse en los próximos años. Y el proceso de investigación comenzó en marzo de 2011.
Luego de analizar médicamente a los castores (podrían traer parásitos o enfermedades que afecten otros animales, o a los humanos) una pequeña familia se introdujo en un área encerrada en Devon, en el sudoeste de Inglaterra.
Los animalitos han construido 13 represas en los años que llevan allí y los beneficios son palpables: la reducción en el flujo del agua ha disminuido las crecidas del río y concentrado los contaminantes orgánicos en los suelos del humedal, donde pueden fertilizar las raíces de las plantas en lugar de contaminar el agua que bebemos. La diversidad del bosque se ha así mismo incrementado.
Algunas personas aún se niegan a la reintroducción, en particular los pescadores, que consideran que las represas afectarán a los peces migratorios (como el salmón) de los que dependen. Richard Brazier, investigador de la Universidad de Exeter, asegura que esto se debe a supersticiones y conceptos erróneos, pues de hecho las represas pueden incrementar el stock de peces. Muchos pescadores creen, por ejemplo, que los castores se comen los peces, cuando en verdad son herbívoros.
El único peligro real que se ha detectado de las presas es que incrementan la presencia de insectos acuáticos, incluyendo los zancudos. Pero este parece ser un precio pequeño a pagar por todos los beneficios de los castores en los ecosistemas ingleses.
Bibliografía - https://www.bbc.com/earth/story/20161005-beavers-are-back-in-the-uk-and-they-will-reshape-the-land
- https://www.theguardian.com/environment/2017/dec/12/uk-to-bring-back-beavers-in-first-government-flood-reduction-scheme-of-its-kind
Imágenes: 1: service.gov.uk, 2: bbowt.org.uk