En el ámbito de la reflexión y la creatividad, se conoce como Acción Propositiva al momento en el cual un científico, filósofo o artista convierte una idea o hipótesis en un hecho creativo, a través de la elaboración de un ensayo argumentativo, en el cual de forma extensa expone sus tesis, marcando pauta tanto en el ámbito argumentativo como creativo.
Niveles de Reflexión
De esta forma también se afirma que las acciones propositivas estarían ubicadas en el tercer nivel de reflexión intelectual. Resulta pertinente entonces explicar cuáles son estos niveles, los cuales tienen todos como origen la capacidad contemplativa del humano, y de qué forma la acción propositiva se encuentra ubicadas en ella:
Primer nivel de reflexión (reflexión)
Se trata de un nivel meramente intelectual en donde el individuo se entrega a pensar sobre un hecho o fenómeno particular. Este nivel procede directamente del hecho contemplativo, en donde el humano toma interés sobre un fenómeno, a fin de observarlo y aprender como es. Sin embargo, para que esta observación detenida se convierta en aprendizaje es necesario que intervenga un proceso reflexivo en donde se clasifique y comprenda lo observado.
Segundo nivel de reflexión (racionalidad)
En segundo grado, el individuo somete a la fuerza de la razón los hechos identificados en el fenómeno de estudio que ha decidido abordar. En el estadio en donde la persona implementa la racionalidad. En este estadio, la persona ya cuenta con una serie de hechos identificados y observados sobre el fenómeno estudiado, por lo que es capaz de relacionarlo con otras ideas, que le permitan concebir distintas hipótesis y tesis sobre el origen del fenómeno, su utilidad y incluso su futuro.
Tercer nivel de reflexión (creatividad)
Como tercer nivel se encuentra la acción propositiva, nivel en donde por medio del oficio de la escritura el individuo logra accionar sus argumentos racionales en hechos creativos, que vengan a exponer a través de ensayos argumentativos las ideas que la persona ha concebido en sus procesos de reflexión y racionalidad. De esta forma, se completa el proceso de reflexión, ya que el individuo ha contemplado, reflexionado y racionalizado sobre determinado fenómeno, llevando este proceso a un acto creativo, por el medio del cual es capaz de crear un hilo argumentativo, para presentarlo ante una audiencia con la intención de trasmitir lo que ha pensado, y al mismo tiempo hacer que otros -por medio de su creación- se convenzan de sus hallazgos.
¿Por qué Acción Propositiva?
Así mismo es necesario reflexionar un poco sobre el significado del nombre de esta cualidad creativa. En este sentido algunas fuentes indican que en primer lugar se puede hablar de Acción por estar ante un acto creativo, que como tal no responde al ámbito mental-reflexivo, sino creativo-ejecutorio, el cual involucra necesariamente que el sujeto se movilice en “hacer” es decir en emprender acciones que lo lleven a elaborar el producto que su creatividad le demanda.
Por otro lado, también se agrega el adjetivo “propositiva”, el cual no está emparentado con la denominación gramatical de proposición, sino con la acción de proponer, puesto que en el momento en que el individuo toma una tesis y la convierte en ensayo argumentativo a través de su creatividad –de acuerdo a lo que indican los expertos- estaría realizando una propuesta al lector. Es decir, le estaría presentando una serie de argumentos, encadenados creativamente, a fin de lograr su entendimiento y adopción: se le propone al lector una tesis para que la acepte.
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