Un antiguo documento secreto
Las conspiraciones más interesantes son las que se encuentran, a su vez, envueltas en una conspiración. Este es el caso de “Los Protocolos de los Sabios de Sion”, un documento revelado que supuestamente develaba los secretos de la élite judía (y de sus intentos por dominar el mundo), pero que (también supuestamente) en verdad hacía parte de una agenda antisemita impulsada por el zarismo y, más adelante, por el partido nazi alemán.
La filtración de los Protocolos
Empecemos por la primera versión. De acuerdo con ella, los Protocolos de los Sabios de Sion sería un documento filtrado de una reunión de los líderes mundiales judíos en el que se revelarían los secretos de una conspiración universal. Estos protocolos serían las minutas de la reunión y en ellos se explicaría, paso a paso y con detalles, cada uno de los elementos de la conspiración.
Cada uno de los Protocolos trataría un tema específico: en total serían 24 protocolos en los que se revelaría la verdad de la conspiración judía. En esencia, los documentos afirmarían lo siguiente:
En primer lugar, que los judíos tenían en aquel momento el control sobre dos elementos fundamentales de la sociedad: la banca y la prensa. Mediante la primera, se dedicaban a financiar guerras y garantizar que “no confieran ninguna ventaja territorial a los beligerantes… siendo así transportadas al terreno de lo económico, con lo que las naciones verán la fuerza de nuestra supremacía”.
La Guerra, entonces, era un elemento fundamental para el proyecto desestabilizador de los Sabios de Sion. Sin embargo, no era el único. El control de la prensa, con el objetivo de imponer gobiernos débiles y fáciles de manipular, sería otro de los grandes logros de este colectivo secreto. Y todo, por supuesto, en el marco de una supuesta libertad política y de prensa de todos los ciudadanos. Mantener la “ficción liberal” era uno de los planes fundamentales de los judíos.
Algunos de ustedes comenzarán a notar semejanzas con otras conspiraciones famosas orientadas a conseguir el dominio mundial. En efecto, los judíos, como los iluminati, estarían interesados en conseguir el dominio mediante un solo gobierno mundial… a pesar de sus logros, en el siglo XX habrían visto grandes limitaciones a su plan, pero el siglo XXI les dio la bienvenida con una progresiva disminución del poder del estado nacional. Quizás la paciencia premia a los que esperan.
¿Fue obra de la policía zarista?
Esto con respecto al contenido de los Protocolos. Porque su aparición, como todo, también estuvo llena de polémica y fue organizada, según muchos investigadores, por la policía secreta zarista. El interés de esta organización sería buscar chivos expiatorios para la crisis económica rusa de principios del siglo XX y para justificar los abundantes pogromos (o persecución a judíos) en este periodo.
Cuando el gobierno zarista cayó ante la fuerza de la Revolución de Octubre, los Protocolos se convirtieron en una herramienta para culpar a los judíos de la Revolución y acusarlos de intentar desestabilizar los regímenes mundiales. Sin embargo, a esta misteriosa publicación le esperaba un destino mucho más oscuro.
Nadie sabe exactamente cuando cayeron los Protocolos en manos de Adolf Hitler. Seguramente fue a comienzos de la década de 1920, pues para 1921 ya era común que los citara en sus discursos. La popularización de estos textos en la Alemania de entreguerras llegó a ser tal que un grupo de jóvenes asesinó al líder político Walter Rathenau (de orígenes judíos) pues estaban convencidos de que se trataba de uno de los Ancianos. Durante el nazismo, los protocolos se convertirían en un texto escolar y serían ampliamente difundidos como una justificación contra la exclusión judía.
La influencia de los Protocolos en la Historia del siglo XX
Pero no fue solo en Alemania que los Protocolos se volvieron importantes. Henry Ford, el acaudalado empresario, imprimió más de 500 mil copias del documento con la intención de volverlo famoso en este país. De acuerdo con Ford, su comprensión de la realidad correspondía exactamente con lo que estaba anotado en los Protocolos. Ford seguiría insistiendo en su veracidad incluso después de que una corte norteamericana lo obligara a retractarse.
Nadie sabe con seguridad si los Protocolos tienen algo de cierto o si son una completa ficción. En todo caso, son un buen ejemplo de como una conspiración puede hacer parte de una agenda política interesada en suprimir un grupo particular. Pero lo más interesante es que, sin lugar a dudas, los Protocolos ilustran hechos parcialmente verídicos con respecto, al menos, al comportamiento de la banca.
Si esta banca es manejada por judíos o no, es más difícil de probar (aunque muchos teóricos de la conspiración han realizado innumerables avances en este sentido), pero no cabe duda de que los grandes poderes económicos (judíos, iluminati, reptilianos o humanos comunes y corrientes) sacan un gran provecho de la crisis y el sufrimiento humanos. Esto es muy claro en la publicación.
Actualmente, poco se dice de este documento. Debido al genocidio, se convirtió en tabú el acusar al pueblo judío de cosas semejantes. Solo en los pueblos árabes es aún popular el documento (por sus conocidos conflictos con Israel), lo que ha llevado a muchos a afirmar que este es en verdad el plan de los judíos, que por fin pueden dedicarse a trabajar en paz.
¿Qué opinas? ¿Realidad o creación política?
Fuente de imágenes: 1: danwymanbooks.com, 2 y 3: i.ytimg.com.