Los jesuitas eran una orden regular de la Iglesia Católica, seguidores de la Orden de Jesús. Estuvieron acompañando a los conquistadores y colonos durante todos los años del proceso de aculturación vivido en el Nuevo Mundo y además, llevaban la bandera de Cristo a todos los grupos nativos. Fueron expertos en convertir indígenas al catolicismo en todo el Nuevo Mundo.
Aunque esto no era gratis. Los jesuitas también fueron conocidos por sus tierras y riquezas, pues la orden religiosa tenía la obligación de mantener grandes haciendas en todo el territorio. Fueron prácticamente los dueños de todo Paraguay, donde producían con los nativos distintas mercancías agrícolas que esparcían por las colonias australes, además de que se beneficiaban enteramente del tributo.
El incremente poder de la órden
Debido al creciente poder, los jesuitas habían mantenido sus riquezas sin que nadie los tocara. Varias otras compañías regulares como los franciscanos o dominicos habían podido mantener su reputación pero bajo las órdenes del clero secular.
Los jesuitas se habían mantenido e incluso habían peleado por sus derechos. No más en Puebla de los Ángeles en el Virreinato de la Nueva España, habían intercedido para la expulsión del virrey obispo Juan de Parafox. Las demás órdenes eran creyentes en los votos de humildad pero la gran empresa jesuita seguía siendo poderosa entrado el siglo XVII.
Las reformas borbónicas y la expulsión
Con el final de la Casa de los Habsburgos y las siguientes guerras de Sucesión que se libraron por toda Europa a inicios del siglo XVIII, los jesuitas mantuvieron su poder en unas circunstancias donde los españoles estaban perdiendo su poderío a costa de los ingleses.
Fue por ello, que el Estado español decidió incrementar su poder económico y lo hizo a costa de sus súbditos. Obviamente no era visto con buenos ojos que una compañía religiosa equiparara tanto poder, por lo cual fue cuestión de tiempo para que el rey decidiera expulsar a los jesuitas de todo el imperio.
La orden llegó y los jesuitas tuvieron que entregar todos sus bienes y ellos fueron repatriados a Roma en un éxodo inesperado, donde muchos (debido a su edad mayor) padecieron.
Fuentes:
- https://www.muyinteresante.es/revista-muy/noticias-muy/articulo/1767-los-jesuitas-son-expulsados-de-espana-861491548626
- https://www.cervantesvirtual.com/portales/expulsion_jesuitas/
Imágenes: 1. www.muyinteresante.es 2. www.mexicodesconocido.com.mx/la-expulsion-de-los-jesuitas-en-1767.html
Una política inesperada y trágica
1767 fue un año que marca un hito en la historia de la Iglesia Católica. La expulsión sumaria que el rey Carlos III de España ordenó en todas sus colonias y territorios, no fue justificada en ningún momento, aunque varios años atrás se venía orquestando una tensión que irremediablemente llegó a este radical ordenamiento.
Los jesuitas eran una orden regular de la Iglesia Católica, seguidores de la Orden de Jesús. Estuvieron acompañando a los conquistadores y colonos durante todos los años del proceso de aculturación vivido en el Nuevo Mundo y además, llevaban la bandera de Cristo a todos los grupos nativos. Fueron expertos en convertir indígenas al catolicismo en todo el Nuevo Mundo.
Aunque esto no era gratis. Los jesuitas también fueron conocidos por sus tierras y riquezas, pues la orden religiosa tenía la obligación de mantener grandes haciendas en todo el territorio. Fueron prácticamente los dueños de todo Paraguay, donde producían con los nativos distintas mercancías agrícolas que esparcían por las colonias australes, además de que se beneficiaban enteramente del tributo.
El incremente poder de la órden
Debido al creciente poder, los jesuitas habían mantenido sus riquezas sin que nadie los tocara. Varias otras compañías regulares como los franciscanos o dominicos habían podido mantener su reputación pero bajo las órdenes del clero secular.
Los jesuitas se habían mantenido e incluso habían peleado por sus derechos. No más en Puebla de los Ángeles en el Virreinato de la Nueva España, habían intercedido para la expulsión del virrey obispo Juan de Parafox. Las demás órdenes eran creyentes en los votos de humildad pero la gran empresa jesuita seguía siendo poderosa entrado el siglo XVII.
Las reformas borbónicas y la expulsión
Con el final de la Casa de los Habsburgos y las siguientes guerras de Sucesión que se libraron por toda Europa a inicios del siglo XVIII, los jesuitas mantuvieron su poder en unas circunstancias donde los españoles estaban perdiendo su poderío a costa de los ingleses.
Fue por ello, que el Estado español decidió incrementar su poder económico y lo hizo a costa de sus súbditos. Obviamente no era visto con buenos ojos que una compañía religiosa equiparara tanto poder, por lo cual fue cuestión de tiempo para que el rey decidiera expulsar a los jesuitas de todo el imperio.
La orden llegó y los jesuitas tuvieron que entregar todos sus bienes y ellos fueron repatriados a Roma en un éxodo inesperado, donde muchos (debido a su edad mayor) padecieron.
Fuentes:
- https://www.muyinteresante.es/revista-muy/noticias-muy/articulo/1767-los-jesuitas-son-expulsados-de-espana-861491548626
- https://www.cervantesvirtual.com/portales/expulsion_jesuitas/
Imágenes: 1. www.muyinteresante.es 2. www.mexicodesconocido.com.mx/la-expulsion-de-los-jesuitas-en-1767.html