Fue precisamente este último suceso – clave en el génesis de la ufología moderna – el que popularizó el Área 51 en la cultura popular y la convirtió en el lugar de la conspiración por excelencia, aquel donde nadie entra… y quien entra, no vuelve a salir.

A lo largo de los últimos 60 años, el Área 51 ha estado vinculada con innumerables avistamientos misteriosos (de acuerdo con las versiones oficiales, se trata de proyectos secretos que en su momento fueron claves para la seguridad nacional y no podían ser revelados) y aún más innumerables teorías de la conspiración que encuentran más que sospechoso tanto secretismo.

Y recientemente una de las familias que habita en sus alrededores decidió romper el silencio.

La Familia Sheahan                                         

Habitante de aquella región de Nevada desde hace más de un siglo, la familia Sheahan hoy se enfrenta al despojo. Se trata de una batalla nada común que está siendo luchada en los alrededores del Área 51:

Por una parte, están los militares que aseguran que se trata de proteger a la familia que de vez en cuando visita sus terrenos en los que se encuentran enterrados sus abuelos y bisabuelos. Aseguran que han llegado a cancelar operaciones con tal de evitarles peligro alguno, algo que puede resultar extremadamente oneroso para los proyectos.

Pero Joe Sheahan, miembro de la familia, no está de acuerdo. Según él, su esposa y sus hijos, el asunto ha sido mucho más perverso y ha involucrado un sistemático abuso de las fuerzas armadas con tal de obligar a la familia a abandonar el lugar.

Parte de la Familia Sheahan

Todo comenzó en la segunda mitad de los 1940’s, en fechas cercanas al famoso Incidente de Roswell (vaya coincidencia). En aquel momento las Fuerzas Armadas parecen haber comenzado una serie de pruebas deliberadamente sonoras, disruptivas del orden e incluso peligrosas con el ánimo de forzar a los escasos pobladores a abandonar el lugar.

Los Sheahan no se fueron… y las presiones comenzaron a aumentar. En 1954 dieron paso a un bombardeo.

En efecto, aquel año el molino de la familia fue completamente destruido por un proyectil que, argumentaron las autoridades, cayó allí por casualidad. Al parecer se trataba de los restos de algún tipo de motor (no de un misil, pues ni aparentaba ser uno ni estalló) que fue lanzado desde un avión en medio de alguna prueba.

Pese a sus esfuerzos, los Sheanan no fueron capaces de costear la demanda contra el estado a causa del molino y terminaron por retirarla. Tras el bombardeo, la familia comenzó a ser aún más amedrentada y en ocasiones llegaron a apuntarles con fusiles mientras visitaban sus terrenos.

La mina que pronto pasará a manos de la Fuerza Aérea Estadounidense

La mina perdida

Aunque el hogar de los Sheanan queda en las cercanías del campo, el conflicto  principal ocurrió en la mina que es propiedad de la familia y que dejó de producir a raíz de las pruebas que allí se realizan. Pese a que las autoridades han ofrecido 5 millones de dólares por la propiedad – precio que, aseguran, es significativamente superior a los precios de mercado – la familia se niega y asegura que el precio de mercado se debe a que la mina no es operativa: algo que indudablemente es consecuencia de la existencia del Área 51.

Pese a que su caso parece sólido, todo indica que los Sheanan perderán y tendrán que aceptar una retribución por parte del gobierno. Todo ello con tal de proteger los secretos que esconde el Área 51.

Fuente de imágenes: 1: unexplained-mysteries.com, 2: edition.cnn.com, 3: reviewjournal.com