La Hacienda Nápoles: Los años dorados

La Hacienda Nápoles: Los años dorados

Un lugar de los años violentos

Por sus corredores se asomaba la riqueza de los tiempos en que el narcotráfico marcó a Colombia. La gran propiedad del famoso mafioso Pablo Escobar esconde la historia del desmoronamiento del país en los años ochenta y la magnificencia producida por la cantidad de dólares que entraron al país. Actualmente la Hacienda Nápoles es un zoológico al que se puede ir con unos cuantos pesos. En sus años de esplendor, la Hacienda Nápoles era visitada por muchos colombianos, incluso llegó a recibir más de 30.000 carros en un fin de semana, motivo por el que Escobar mandaría a construir otra carretera.

La hacienda Nápoles describe los orígenes de los años aciagos en que el país colombiano fue controlado por la cultura del narcotráfico y los negocios ilícitos en los que participó buena parte de la población, según contó el hijo del fallecido Pablo Escobar, en su libro: Pablo Escobar, mi padre.

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La construcción de una gran propiedad

Cuando Pablo Escobar comenzó a llevar kilos de cocaína a Estados Unidos amasó una fortuna muy grande. En los primeros años de su negocio, la familia de Escobar obtuvo más dinero del que habrían soñado en su vida, la compra de carros, viviendas y muchos productos suntuosos hace que llamemos estos años, los años dorados.

Y no sólo para Escobar y su querida familia, este hombre tuvo la fortuna que todo pobre ha soñado alguna vez, por dicho motivo no dejó de compartir esos dineros con miles de familias de los barrios más pobres de Medellín y de los pueblos aledaños. Pablo Escobar no sólo construyó barrios para personas sin hogar que habían sido dejadas a la vera por el Estado colombiano. Les daba dinero si se lo pedían al igual que todos los grandes narcos de Colombia, ese es uno de los motivos por el cual Escobar es amado tanto en algunas regiones.

En Puerto Triunfo compró la propiedad de casi 2.000 hectáreas, conocida luego con el nombre de Hacienda Nápoles, bautizada así en honor a la ciudad donde había nacido el padre de Al Capone. No debemos olvidar que Pablo Escobar era un fiel seguidor de todo lo que se sabía del gran mafioso italiano, tanto que una vez compró un carro modelo 1930 para abalearlo con ametralladoras a la usanza de la época de oro de Capone. Ese carro permaneció muchos años dentro de la hacienda a la vista de los transeúntes.

La casa también fue construida según el modelo italiano y así tuvo mayores parecidos a su héroe. No escatimó en gastos. El piso adoquinado, los cielos rasos y la pintura blanca la hacían una de las casas más bellas de Colombia. Las 20 piscinas, los grandes ventanales y la puerta de la hacienda, famosa por tener en la parte alta una antigua avioneta con la que se presume que Escobar hizo su primer cargamento de droga a EEUU, fueron las características de la despampanante fortuna que derrochó en sus años dorados.

La Hacienda Nápoles: Los años dorados

Dinosaurios en tamaño natural

Pablo Escobar era un hombre de grandes aficiones, una era la marihuana, otra la historia de los mafiosos pero también amaba los animales y siempre tuvo una extraña afición por los dinosaurios.

Como tenía todo el dinero del mundo, mandó a construir una docena de grandes dinosaurios en tamaño natural. El artista era un hombre de la zona, al cual se le encomendó ese trabajo y se le pagó muy bien. Lastimosamente los dinosaurios fueron abiertos por la policía en la época del declive, porque creyeron que Escobar escondía ahí miles de dólares. Claramente no había un peso.

Dice uno de los asesinos de Pablo, un conocido “alias Popeye” que Escobar una vez mandó hacerle a su hijo un unicornio. De manera rústica intentaron hacerle a un caballo cierta cirugía para enclaustrarle un palo en medio de los ojos y todo su pelaje se lo opacaron con plumas. El animal no alcanzó a vivir más de dos días, pero esto sólo era uno de los bizarros lujos del reconocido narcotraficante colombiano.

La Hacienda Nápoles: Los años dorados

Los años dorados de la Hacienda Nápoles

El zoológico más bello

Y también compró animales. Traídos desde Dallas, Texas, “el patrón del mal” como es conocido actualmente, cargó un montón de animales para su hacienda. Hizo una exhausta investigación para saber cuáles eran los animales apropiados para su finca y desde Delfines rosados del Amazonas, hipopótamos, elefantes, rinocerontes, varias especies de aves, jirafas (ellas murieron rápidamente porque no se aclimataron), flamencos, etc., vivieron en la gran propiedad de Escobar.

Todos estos animales permanecieron acá hasta que comenzó la época oscura de Escobar, en la cual él se tuvo que ir a la clandestinidad, antes de eso este lugar era muy apreciado por todo el referente que traía. Escobar no cobraba las entradas a las personas, decía que todo el pueblo merecía ver estas criaturas, o eso es el testimonio de su hijo.

Esta sólo es la parte rosa de la historia de la famosa Hacienda Nápoles que perteneció a uno de los mayores narcotraficantes y mafiosos de todo el mundo. En la siguiente parte hablaremos de la parte oscura de la hacienda, que al mismo tiempo es la parte oscura de Escobar.

Hacienda Nápoles, los años Oscuros

Imágenes: 1: elmundo.com, 2: tripadvisor.com, 3: las2orillas.com

Bibliografía ►
El pensante.com (septiembre 8, 2016). La Hacienda Nápoles: Los años dorados. Recuperado de https://elpensante.com/la-hacienda-napoles-los-anos-dorados/