El año cero
Hoy por hoy todas las personas cargamos una cámara en el bolsillo. Nuestro Smartphone (o Iphone) cuenta con esta herramienta básica. Muchos no saben el proceso minucioso y tedioso que fue crearlo, por lo que a continuación develaremos los primeros tiempos de la fotografía.
En 1839, el físico y astrónomo francés Louis- Francois Arago sorprendía al mundo con un invento sin precedentes. El diputado republicano presentó el invento de Luis Mandé Daguerre. Las imágenes que salían de su cámara oscura tenían una afinidad en los detalles como ninguna otra.
Desde 1835 su invento ya existía, pero en la Academia de Ciencias muy pocos podían acceder a las imágenes que daba este artefacto mecánico. Nadie del público general había visto el “daguerrotipo”, por lo que ese año más de uno quedó sorprendido.
Daguerre no era cualquier desconocido. Era el director del Diorama, un lugar donde se presentaban juegos de luz y espejos que los parisinos disfrutaban. Por ello, nadie dudó del inventor cuando presentó lo que sería la primera cámara fotográfica.
El Diorama que funcionaba desde 1822, consistía en un lienzo gigantesco por donde se reflejaban distintas imágenes de paisajes italianos, montañas y ruinas góticas. Nadie consideraba esto arte, sino entretenimiento, por lo cual recibía personas de todos los tipos.
Daguerre era un empedernido curioso. Desde su trabajo en la ópera de París, se aficionó con la escenografía. Siempre deseó fijar las imágenes que veía en la cámara oscura que existía desde tiempos antiguos. El primer paso fue su Diorama, pero con los años fue entrando al campo de la química.
Sus conocimientos de la óptica, la pintura y la química lo llevaron a inventar una máquina que estaba al tanto de los avances de las ciencias, aunque no era el único que en esos años buscaba a toda costa perpetuar la imagen en un papel.
Los rivales de Daguerre
Cuando se descubrió la sensibilidad a la luz de las sales de plata (nitrato de plata y cloruro de plata), varios ingleses, alemanes y genoveses buscaron crear imágenes con un alto nivel de fidelidad. El ingles Thomas Young y el inventor estadounidense Samuel Morse se empeñaron por igual en esta tarea.
A todos ellos se les presentaba un inconveniente: no podían fijar la imagen al papel. La imagen les salía por un rato y luego desaparecía. Sólo podían mantenerla en el papel si estaba en completa oscuridad, y en ese caso nadie podría verlas. Las experimentaciones de estos científicos dieron el avance pertinente para que en unos cuantos años se inventara la cámara fotográfica.
El primero en lograr impresiones en papel fue Nicéphore Niépce, en la década de los veinte. Él, gran amigo y colega de Daguerre, pudo sacar imágenes en negativo. Con asfalto de Judea, un líquido viscoso hecho con polvo de carbón disuelto en aceite de lavanda, creó la “heliografía»: escritura del sol. Niépce murió en 1833 y no logró avances prósperos pero su compañero Daguerre buscó perfeccionar su técnica. Lo que más le importó era la precisión de la imagen en vez de la multiplicidad.
En 1837, Daguerre logró su objetivo. En una placa de cobre recubierta de plata ubicó vapores de yodo, la colocó dentro de la cámara oscura y al revelar la imagen lo hizo con vapores de mercurio. Esta técnica logró el primer daguerrotipo con grandes detalles.
Lo primero que intentó hacer con su invento fue venderlo, pero fracasó en eso, así que se hizo con un amigo: el diputado Francois Arago. Él y su capacidad de convencer, ayudaron a que todos conocieran esta cámara daguerrotípica que acababa de cambiar el mundo.
El efecto de la cámara en 1839
Fue una locura para todos. El gobierno francés pagó una cuantiosa suma a Daguerre por el invento y luego lo propagó por todo el mundo. Era un regalo de Francia para la humanidad. Se encontraban muchas personas a las afueras de los edificios, en las plazas, en los cafés, con máquinas de daguerrotipos.
Todos tomaban fotos y París se convirtió en el centro mundial de las imágenes. Esto no quiere decir que en otras partes el invento pasara desapercibido. La bienvenida a la máquina en EEUU fue muy apreciada. Miles de personas adquirieron sus cámaras y se pusieron a mejorar la técnica daguerre.
En Inglaterra surgió el primer gran rival de Daguerre. William Henry Talbot. Él trabajó varios años antes de Daguerre en la fabricación de la máquina de imágenes, cuando se enteró del triunfo francés, mandó sus imágenes que fueron tomadas con otro procedimiento.
Su talento consistía en crear negativos en sales de plata. Sus primeras imágenes fueron flores. Su método fue muy innovador y habría sido tremendamente famoso si no hubiese existido el francés. En los años posteriores, él fue el encargado de mejorar su técnica para superar a Daguerre.
El otro rival fue Hippolyte Bayard. Este aficionado obtuvo imágenes muy buenas pero sus experimentos comenzaron luego de que Daguerre fuera presentado al público. Al no obtener medios, se suicidó y se tomó una última fotografía muerto.
Daguerre
La invención de Hippolyte Fizeau
Ya inventado el daguerrotipo, siguió un gran camino para mejorar su instrumentaje. El primer problema fue la espera de 10 a 15 minutos para tomar una sola fotografía. El físico Fizeau de la Academia de Ciencias en París hizo que el método de exposición fuera 10 segundos, para reducir el “efecto espejo”.
Con cloruro de oro logró lo que no pudo Daguerre. En los años sucesivos las ventas del daguerrotipo se multiplicaron. Se creó el primer estudio fotográfico en Londres, que generó retratos llevados por los burgueses en estuches de oro dentro de sus bolsillos.
Desde este momento, la fotografía se convirtió en un objeto precioso personal que se llevaba encima. La alta sociedad llevaba retratos de las personas amadas y en la prensa se empezó a usar con mucha destreza los daguerrotipos.
La fotografía daba sus primeros pasos en el planeta.
Fuentes:
- Quentin Barac. La invención de la fotografía
- https://en.wikipedia.org/wiki/Louis_Daguerre
Imágenes: 1 y 2: photofontana.com, 3: wikipedia.org