Lenguas sagradas
Ya hemos hablado en este portal de diversas reliquias religiosas procedentes de varias Santas y Santos, una de las cuales, curiosamente, consistía en el Cabello y Uñas de Santa Clara. Continuando con la misma temática, el día de hoy tenemos a San Antonio de Padua, quien fue un sacerdote de la orden franciscana, predicador y teólogo portugués, el cual vivió entre los años 1191 y 1231.
Nació en Lisboa, en el reino de Portugal. Su labor llegó a ser tan reconocida que llegó a ser llamado Arca del Testamento por el Papa de la época y eso se debió a una de sus cualidades más representativas, la gran capacidad para predicar, llegando a alcanzar a grandes multitudes con su oratoria.
Su gran influencia en el camino religioso, así como su ejemplo de vida, le ha sido más que suficiente para conseguir un espacio destacado en la historia del cristianismo: conforme el relato este santo falleció de un edema en 1231; sus expelías entre una enorme muchedumbre e inmediatamente varios milagros se le atribuyeron.
Canonización y Lengua Santa
Los sucesos de su muerte llevaron a que se promoviera su instantánea canonización, siendo el segundo santo en ser canonizado más inmediatamente a únicamente 352 días de su fallecimiento. Una vez que los restos del santo fueron exhumados en 1263, se cuenta que estaba del todo descompuesto excepto por su lengua: según los registros, estaba tan húmeda y sana como lo hubiese estado en vida, puesto que justamente era el instrumento con el que hacía sus populares predicas.
La lengua del Santo, así como su mandíbula, son una reliquia que se conserva en la Basílica de San Antonio de Padua, los cuales se encuentran en relicario de oro. Esta lengua todavía se mantendría notablemente bien a pesar de los siglos e incluso ha sido llevada en giras a toda Europa y América. Finalmente, la basílica donde se encuentra ha sido por años un lugar de peregrinaje para aquellos que desean verla o venerar.
Fuentes:
- https://www.santantonio.org/es/content/reconocimientos
Imagen: elmundo.es