Venganza contra el emperador de Francia
Cómo lo mencionamos antes Aimée se encontraba relacionada con Josefina, más precisamente eran primas por matrimonio de la segunda y ambas se tenían cierta estimación y aprecio, pues no solo compartían un árbol familiar, sino que ambas convivieron en Martinica.
Fue así que, al enterarse del divorcio de Josefina con Bonaparte debido a una supuesta esterilidad, la sultana Nakşidil no dudó en mostrar su apoyo al Zar Alejandro I de Rusia, pidiéndole que derrotará a Bonaparte.
La leyenda nos dice que la sultana tuvo un hijo, Mahmud II, encargado de asumir el sultanato y dejar que su madre continuase con estilo de vida francés, extendiendo los diferentes modelos de vestidos y costumbres por todo el harem. También se dice que a la muerte de la sultana Nakşidil, su hijo permitió el ingreso de un sacerdote católico para que le aplicara los últimos sacramentos, respetando en todo momento sus creencias católicas.
Cerca de la Basílica de Santa Sofía dicen que fue enterrada, al parecer logrando una estima en el alma imperial otomana que ayudarían a mantener una relación geopolítica más estable, al parecer los tronos compartían lazos de sangre real.
Napoleón III llegó a decir que se encontraba relacionado con el sultán Abdülaziz I y ambos monarcas se encontraban extasiados al decir que a ellos los unía un lazo familiar. Sin embargo, la duda de los historiadores los hace exclamar que aquella historia relacionada con la historia de Nakşidil o Aimée, es dudosa. Mejor dicho: no cuadran las fechas.
Todo es romance y política alrededor de la supuesta sultana
Lo que sucedía dentro de un harem era secreto, pocos podían saber y más de uno suponer, así que se cree que aquella historia de la sultana fue una propaganda política bien planeada, imaginada por la familia de Aimée para vangloriarse o esquivar preguntas acerca de la desaparición de su hija. Decir que se encontraban relacionado tanto a la monarquía francesa como al sultanato otomano les daba más estima social.
Entre los datos que no concuerdan están los siguientes: Mahmud II nació en 1785 y para aquella fecha Aimée todavía se encontraba en Martinica, tanto Nakşidil como Aimée son de países distintos y ambas tienen una diferencia de edad de 7 años. También se sabe que el sultán Abdul fallecería a la fecha estimada de la supuesta llegada de nuestra protagonista al palacio.
Aquella leyenda fue tan cuidadosamente elaborada, tratando de establecer conexiones con el Imperio Otomano que muestra sus verdaderos fines; propaganda política que se dice lo siguiente: “El mito de dos primas de una isla caribeña convirtiéndose respectivamente en la esposa del emperador francés y en la madre del sultán otomano tiene una obvia atracción romántica – pero de la misma manera, es altamente improbable, a menos que se proporcione una prueba objetiva sólida.”
Fuentes:
- es.wikipedia.org/wiki/Aim%C3%A9e_du_Buc_de_Riv%C3%A9ry
- www.nuevatribuna.es/articulo/historia/sultana-francesa-aimee-du-buc-rivery/20170825143511142854.html
Imágenes: 1. wikimedia.org 2. allthatsinteresting.com
La leyenda de la náufraga que conquistó el sultanato
Aimée du Buc de Rivéry, fue una joven que nació el 4 de diciembre de 1768, en la población francesa de Pointe Royale. Fue hija de Henri du Buc de Rivéry y de Marie Anne Arbousset-Beaufond.
Perteneció a las altas esferas de la sociedad parisina gracias a la riqueza familiar. Su padre fue poseedor de una extensa plantación de caña de azúcar en la isla de la Martinica y llegó a formar una extensa fortuna. Aimée siendo niña fue enviada a un convento pontentoso en la zona francesa de Nantes, para formarse como señorita y poder contraer un buen matrimonio, algo que era bastante habitual entre la sociedad burguesa de aquellos tiempos que buscaba escalar socialmente y obtener una buena reputación.
Durante su estancia en Francia, la chica mantuvo buenas relaciones con algunos de sus familiares, entre los que se encontraba Alejandro de Beauharnais, primer esposo de la próxima emperatriz francesa Josefina de Beauharnais.
Para el verano de 1788, la señorita se embarcó hacia la Isla de La Martinica para finalizar sus estudios, pero su transporte nunca llegó debido a un trágico naufragio, donde apenas hubo supervivientes. El cuerpo de la joven no fue encontrado y es a partir de éste hecho que nace la leyenda.
La leyenda construída
Hay varias versiones e historias proporcionadas por los cronistas de aquella época, entre ellas la más famosa: el barco de Aimée fue abordado por piratas berberiscos y ella fue capturada y convertida en esclava. Propiedades de gran valor, así como personas fueron entregadas como regalo al sultán de Constantinopla, Abdul Hamid.
Gracias a las diferentes historias y leyendas que tenemos acerca del harem, se tiene una idea de que la joven Aimée fue escalando poco a poco en su nuevo ‘hogar’, hasta captar la atención del Sultán que se sintió atraído por ella. Se había convertido ya en una dama de alta sociedad antes del naufragio.
De esclava a concubina y más adelante como su esposa, Aimée abrazó la cultura de su esposo por costumbre, hasta se cambió el nombre por Nakşidil. Al parecer lo único que no dejó fue su fé católica.
La nueva sultana enseñó a su marido las costumbres, la cultura y el idioma europeo. Por lo cual, el sultán permitió a su sultana tener un palacio personal decorado al más puro estilo rococó y además, se le permitió ir vestida con la moda impuesta en su país de origen. Al parecer esto ayudaba a mejorar las relaciones del Imperio Otomano con Francia…
Venganza contra el emperador de Francia
Cómo lo mencionamos antes Aimée se encontraba relacionada con Josefina, más precisamente eran primas por matrimonio de la segunda y ambas se tenían cierta estimación y aprecio, pues no solo compartían un árbol familiar, sino que ambas convivieron en Martinica.
Fue así que, al enterarse del divorcio de Josefina con Bonaparte debido a una supuesta esterilidad, la sultana Nakşidil no dudó en mostrar su apoyo al Zar Alejandro I de Rusia, pidiéndole que derrotará a Bonaparte.
La leyenda nos dice que la sultana tuvo un hijo, Mahmud II, encargado de asumir el sultanato y dejar que su madre continuase con estilo de vida francés, extendiendo los diferentes modelos de vestidos y costumbres por todo el harem. También se dice que a la muerte de la sultana Nakşidil, su hijo permitió el ingreso de un sacerdote católico para que le aplicara los últimos sacramentos, respetando en todo momento sus creencias católicas.
Cerca de la Basílica de Santa Sofía dicen que fue enterrada, al parecer logrando una estima en el alma imperial otomana que ayudarían a mantener una relación geopolítica más estable, al parecer los tronos compartían lazos de sangre real.
Napoleón III llegó a decir que se encontraba relacionado con el sultán Abdülaziz I y ambos monarcas se encontraban extasiados al decir que a ellos los unía un lazo familiar. Sin embargo, la duda de los historiadores los hace exclamar que aquella historia relacionada con la historia de Nakşidil o Aimée, es dudosa. Mejor dicho: no cuadran las fechas.
Todo es romance y política alrededor de la supuesta sultana
Lo que sucedía dentro de un harem era secreto, pocos podían saber y más de uno suponer, así que se cree que aquella historia de la sultana fue una propaganda política bien planeada, imaginada por la familia de Aimée para vangloriarse o esquivar preguntas acerca de la desaparición de su hija. Decir que se encontraban relacionado tanto a la monarquía francesa como al sultanato otomano les daba más estima social.
Entre los datos que no concuerdan están los siguientes: Mahmud II nació en 1785 y para aquella fecha Aimée todavía se encontraba en Martinica, tanto Nakşidil como Aimée son de países distintos y ambas tienen una diferencia de edad de 7 años. También se sabe que el sultán Abdul fallecería a la fecha estimada de la supuesta llegada de nuestra protagonista al palacio.
Aquella leyenda fue tan cuidadosamente elaborada, tratando de establecer conexiones con el Imperio Otomano que muestra sus verdaderos fines; propaganda política que se dice lo siguiente: “El mito de dos primas de una isla caribeña convirtiéndose respectivamente en la esposa del emperador francés y en la madre del sultán otomano tiene una obvia atracción romántica – pero de la misma manera, es altamente improbable, a menos que se proporcione una prueba objetiva sólida.”
Fuentes:
- es.wikipedia.org/wiki/Aim%C3%A9e_du_Buc_de_Riv%C3%A9ry
- www.nuevatribuna.es/articulo/historia/sultana-francesa-aimee-du-buc-rivery/20170825143511142854.html
Imágenes: 1. wikimedia.org 2. allthatsinteresting.com
La leyenda de la náufraga que conquistó el sultanato
Aimée du Buc de Rivéry, fue una joven que nació el 4 de diciembre de 1768, en la población francesa de Pointe Royale. Fue hija de Henri du Buc de Rivéry y de Marie Anne Arbousset-Beaufond.
Perteneció a las altas esferas de la sociedad parisina gracias a la riqueza familiar. Su padre fue poseedor de una extensa plantación de caña de azúcar en la isla de la Martinica y llegó a formar una extensa fortuna. Aimée siendo niña fue enviada a un convento pontentoso en la zona francesa de Nantes, para formarse como señorita y poder contraer un buen matrimonio, algo que era bastante habitual entre la sociedad burguesa de aquellos tiempos que buscaba escalar socialmente y obtener una buena reputación.
Durante su estancia en Francia, la chica mantuvo buenas relaciones con algunos de sus familiares, entre los que se encontraba Alejandro de Beauharnais, primer esposo de la próxima emperatriz francesa Josefina de Beauharnais.
Para el verano de 1788, la señorita se embarcó hacia la Isla de La Martinica para finalizar sus estudios, pero su transporte nunca llegó debido a un trágico naufragio, donde apenas hubo supervivientes. El cuerpo de la joven no fue encontrado y es a partir de éste hecho que nace la leyenda.
La leyenda construída
Hay varias versiones e historias proporcionadas por los cronistas de aquella época, entre ellas la más famosa: el barco de Aimée fue abordado por piratas berberiscos y ella fue capturada y convertida en esclava. Propiedades de gran valor, así como personas fueron entregadas como regalo al sultán de Constantinopla, Abdul Hamid.
Gracias a las diferentes historias y leyendas que tenemos acerca del harem, se tiene una idea de que la joven Aimée fue escalando poco a poco en su nuevo ‘hogar’, hasta captar la atención del Sultán que se sintió atraído por ella. Se había convertido ya en una dama de alta sociedad antes del naufragio.
De esclava a concubina y más adelante como su esposa, Aimée abrazó la cultura de su esposo por costumbre, hasta se cambió el nombre por Nakşidil. Al parecer lo único que no dejó fue su fé católica.
La nueva sultana enseñó a su marido las costumbres, la cultura y el idioma europeo. Por lo cual, el sultán permitió a su sultana tener un palacio personal decorado al más puro estilo rococó y además, se le permitió ir vestida con la moda impuesta en su país de origen. Al parecer esto ayudaba a mejorar las relaciones del Imperio Otomano con Francia…
Venganza contra el emperador de Francia
Cómo lo mencionamos antes Aimée se encontraba relacionada con Josefina, más precisamente eran primas por matrimonio de la segunda y ambas se tenían cierta estimación y aprecio, pues no solo compartían un árbol familiar, sino que ambas convivieron en Martinica.
Fue así que, al enterarse del divorcio de Josefina con Bonaparte debido a una supuesta esterilidad, la sultana Nakşidil no dudó en mostrar su apoyo al Zar Alejandro I de Rusia, pidiéndole que derrotará a Bonaparte.
La leyenda nos dice que la sultana tuvo un hijo, Mahmud II, encargado de asumir el sultanato y dejar que su madre continuase con estilo de vida francés, extendiendo los diferentes modelos de vestidos y costumbres por todo el harem. También se dice que a la muerte de la sultana Nakşidil, su hijo permitió el ingreso de un sacerdote católico para que le aplicara los últimos sacramentos, respetando en todo momento sus creencias católicas.
Cerca de la Basílica de Santa Sofía dicen que fue enterrada, al parecer logrando una estima en el alma imperial otomana que ayudarían a mantener una relación geopolítica más estable, al parecer los tronos compartían lazos de sangre real.
Napoleón III llegó a decir que se encontraba relacionado con el sultán Abdülaziz I y ambos monarcas se encontraban extasiados al decir que a ellos los unía un lazo familiar. Sin embargo, la duda de los historiadores los hace exclamar que aquella historia relacionada con la historia de Nakşidil o Aimée, es dudosa. Mejor dicho: no cuadran las fechas.
Todo es romance y política alrededor de la supuesta sultana
Lo que sucedía dentro de un harem era secreto, pocos podían saber y más de uno suponer, así que se cree que aquella historia de la sultana fue una propaganda política bien planeada, imaginada por la familia de Aimée para vangloriarse o esquivar preguntas acerca de la desaparición de su hija. Decir que se encontraban relacionado tanto a la monarquía francesa como al sultanato otomano les daba más estima social.
Entre los datos que no concuerdan están los siguientes: Mahmud II nació en 1785 y para aquella fecha Aimée todavía se encontraba en Martinica, tanto Nakşidil como Aimée son de países distintos y ambas tienen una diferencia de edad de 7 años. También se sabe que el sultán Abdul fallecería a la fecha estimada de la supuesta llegada de nuestra protagonista al palacio.
Aquella leyenda fue tan cuidadosamente elaborada, tratando de establecer conexiones con el Imperio Otomano que muestra sus verdaderos fines; propaganda política que se dice lo siguiente: “El mito de dos primas de una isla caribeña convirtiéndose respectivamente en la esposa del emperador francés y en la madre del sultán otomano tiene una obvia atracción romántica – pero de la misma manera, es altamente improbable, a menos que se proporcione una prueba objetiva sólida.”
Fuentes:
- es.wikipedia.org/wiki/Aim%C3%A9e_du_Buc_de_Riv%C3%A9ry
- www.nuevatribuna.es/articulo/historia/sultana-francesa-aimee-du-buc-rivery/20170825143511142854.html
Imágenes: 1. wikimedia.org 2. allthatsinteresting.com