De acuerdo con la leyenda, los Bunian normalmente habitan las densas selvas de las islas, pero pueden compartir incluso los hogares con las personas. Su organización social es muy semejante a la antigua organización malaya: tienen clanes, líderes locales y reyes, y se dice que dominan ciertas áreas y deben realizarse algunos ritos antes de atreverse a entrar en ellas.

Como la mayoría de entidades sobrenaturales, los Bunian tienen poderes sobrehumanos y suele culpárseles de las desapariciones de las personas. Un evento regular (aunque poco común) en las comunidades de estos lugares es que una mujer no dé a luz un niño, y al momento del parto no expulse sino la placenta. Normalmente en estos casos se dice que los Bunian han decidido llevarse al pequeño y volverlo uno de los suyos, ya sea por deudas que la madre ha contraído con ellos (por ejemplo, ofreciéndolo a cambio de beneficios materiales en su vida) o por razones que no comprendemos del todo.

Al contrario que la mayor parte de espíritus, no se puede obligar a los Bunian a que realicen ninguna acción, aunque si alguien es capaz de hablar con ellos podría convencerlos al ofrecer algo a cambio, o incluso ganarse su simpatía. Los eventos de encuentros con estas criaturas son más comunes de lo que uno creería:

Apariciones de estos seres misteriosos

En 1970 la economía indonesia era mayoritariamente rural y grandes plantaciones adornaban los paisajes de las islas. En aquel año, en Sumatra, en un valle deshabitado junto a una plantación sonidos de tambores comenzaron a retumbar noche tras noche. La mayoría de los trabajadores no se preocuparon por el asunto: son los Bunian, afirmaban, pero algunos no estaban dispuestos a dejar el misterio sin respuesta. Por varios días, un grupo de hombres se internó en la selva con la intención de encontrar la fuente de estos misteriosos tambores. Pero pese a que el sonido siempre parecía venir de un sitio apenas aledaño, jamás fueron capaces de encontrarla. Al final, se convencieron de que realmente se trataba de personas invisibles.

Otro caso documentado sucedió en el Hospital de la Universidad Malaya de Kebaangsaan, donde la doctora Ruzanna Zamzam dijo que había tenido un caso la década pasada en el que una mujer joven habría perdido, literalmente, a su hijo. Se trataba de un caso de embarazo que ella había seguido desde los 4 meses, siempre atenta a los resultados de las ecografías, pero en el que el feto prácticamente se esfumó unas dos semanas antes del nacimiento. El cuerpo de la mujer no mostraba señas de labor de parto, y al preguntársele, afirmó que había sufrido una “experiencia espiritual” el día anterior y una mujer se había aparecido para decirle que su hijo no nacería.

Aunque para muchos por fuera de la región no son más que una leyenda, los habitantes de Malasia e Indonesia han convivido con estas entidades por siglos y muchos tienen sus propias historias en las que demuestran la existencia de estas misteriosas entidades invisibles. ¿Crees tú que una sociedad así, paralela a la nuestra, podría realmente existir?

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