Definición de Mujer
Al consultar el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, encontramos que la palabra Mujer es usada para designar al ser humano, perteneciente al sexo femenino.
No obstante, en los últimos tiempos esta definición se ha inclinado más a una identidad sexual que a un hecho meramente biológico, por lo que en la actualidad en muchos países se prefiere establecer como definición de mujer, al ser humano identificado o que ejerza el género femenino.
Lugar de la Mujer en la Sociedad
Por otra parte, aun cuando hay estudios que afirman que demográficamente las mujeres constituyen en número mayor cantidad de hombres, el desarrollo histórico ha hecho que sean los hombres los que estén a la cabeza del poder, subyugando a las mujeres a su mando, y delegándoles un papel secundario y apartado de las decisiones, y por el contrario deparándoles una función estereotipada de estar destinadas única y exclusivamente a las tareas domésticas y el cuidado de los niños.
Situación que se mantuvo durante años, y que más recientemente fue el contexto de las luchas feministas, emprendidas por cientos de mujeres alrededor del mundo, con el objetivo de derrumbar años de opresión, explotación, maltrato e indiferencia, puesto que un pensamiento estereotipado sobre esta población, no sólo se traduce en la designación de las mujeres al ámbito doméstico, sino que puede evidenciarse en la esclavitud física y sexual, en ser percibidas como objetos, en el trato de blancas, la violencia doméstica, la violencia institucional, la violencia obstétrica, y muchas más situaciones que pueden irrespetar la integridad de la mujer como ser humano.
De esta forma, la mujer actual ha venido ganando espacios en las empresas y cargos de dirección, lo cual estaba vetado hasta hace muy poco (medio siglo atrás). Así mismo, cada día es menos juzgada por tomar decisiones fuera del patrón diseñado para las mujeres, al tiempo en que se reivindican y reconocen varios derechos humanos. No obstante, esto no es una realidad extendida en el mundo, quedando todavía cientos de miles de mujeres que son oprimidas por las estructuras del patriarcado.
En cuanto a las causas que originaron un conformación social que le dé el máximo poder al hombre, dejando atrás a la mujer, algunos investigadores se han atrevido a señalar a la religión cristiana como fuente del machismo cultural, que se ve identificado en Dios hombre, dejando a la mujer como parte de todas las cosas sobre las que el hombre tiene dominio. No obstante sería preciso revisar las escrituras bíblicas, para beber directo de la fuente cuál es el papel que según la fe Cristiana, Dios designa a la mujer:
Mujer complemento del Hombre
Para esto sería preciso consultar el primer libro de la Biblia, el Génesis, en el cual se narra la creación del mundo, y del hombre y la mujer, representados por Adán y Eva. En este sentido, cabe resaltar el versículo 27 del capítulo 1 de este libro, en el cual se dice que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, siendo estos: hombre y mujer. Sin embargo durante años, la frase se ha reducido sólo a destacar que es el hombre el semejante a Dios, suprimiendo la última parte, en la que se incluye a la mujer.
Dios creó al hombre a su imagen,
a imagen de Dios lo creo,
macho y hembra los creó» (Gn 1,27).
De esta forma, en este libro fundacional de la Biblia refiere que en esencia, los hombres y las mujeres son iguales, pues ambos proceden de Dios, habiendo sido creados por este ser supremo, a su imagen y semejanza, siendo así dos mitades de un completo. Lo cual para muchos significa también, que a diferencia de como se ha interpretado por años, Dios no es un ser que pertenezca sólo al género masculino, pues en primer lugar, al ser un ser espiritual, no tendría sexo. Por otro lado, como afirman algunas religiones de origen pagano, al ser la mujer también imagen y semejanza de Dios, este a su vez debe incluir en su esencia carácter femenino, como ser perfecto y completo que es. De esta forma, la mujer –espiritualmente hablando- no sería la cara contraria del hombre, sino su complemento, pudiendo sólo alcanzar la perfección de Dios, uniéndose en todo sentido, pues es lo que forma el todo.
Así mismo, en el versículo siguiente, las escrituras por las que se rige la fe cristiana, afirman que Dios les dio le orden de poblar la Tierra y dominar sobre todas su especies. En este sentido, también durante años algunas corrientes cambiaron el enfoque de la palabra, señalando que este dominio se lo había dado Dios solo al hombre, quedando la mujer en la lista de posiciones. No obstante, la Biblia los coloca a los dos como gobernantes sobre la tierra:
«Sed fecundos, multiplicaos,
poblad la tierra y sometedla; dominad sobre los peces del mar,
las aves del cielo y los animales
de la tierra» (Gn 1,28).
De esta forma, la palabra por la que se rige la religión cristiana y judía, en ningún momento coloca preferencia sobre uno de los dos seres, ni le da autoridad a alguno para dominar sobre el otro, otorgándole por el contrario igualdad de condiciones para dominar la Tierra y sus especies. Incluso, yendo al preciso momento en que el Génesis reporta que Dios concibió la idea de crear a la mujer, se afirma que lo hizo para darle a Dios un ser igual a él, con quien pudiese acompañarse y dominar sobre la Tierra:
«No está bien el hombre solo;
le haré una ayuda igual a él» (Gn 2.,18).
Romper con esa igualdad, bajo la concepción de esta religión, sería ir en contra de los designios creadores de Dios, quien creó a la mujer para que fuese complemento del hombre, acompañándolo, siendo un ser igual a él, procreando y poblando la tierra, y siendo “una sola carne”. Lo cual estaría hablando un poco distinto de lo que hasta ahora ha sido la historia de convivencia entre hombres y mujeres.
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