La belleza es algo abstracto y, lo que para alguien puede ser absolutamente bello, para otro no; lo que para alguien puede resultar sobrecogedor, para otro apenas si es percibido. Y es algo que vemos, por ejemplo, en los certámenes de belleza en los cuales, muy frecuentemente, nos parece más bella una mujer diferente a quien resulta ganadora.
La belleza, así mismo, está condicionada por los patrones culturales de un grupo poblacional. Por ejemplo, entre la tribu Kayan las mujeres son consideradas más bellas en tanto más largo tengan el cuello, lo que ha dado origen a las denominadas mujeres con cuello de jirafa, y que en nuestro mundo occidental no sólo no resultarían atractivas, sino que hasta podríamos sentir algún tipo de prevención.
Sin embargo, de acuerdo a la ciencia, hay una mujer que inequívocamente se hace acreedora a la mujer más bella del mundo por sus facciones perfectas. Se trata de Florence Colgate, una mujer nacida en Reino Unido en 1994 y quien ganó el concurso Lorraine Naked por su belleza natural. Florence no se ha sometido a ninguna cirugía y, de acuerdo al Perception Lab de Escocia, tiene ojos grandes, pómulos algo salientes, labios rellenos y color de piel claro, algo que corresponde con los estándares de la belleza actual.
Pero hay algo más por lo cual Florence es considerada como la mujer más bella del mundo, y eso se encuentra en la simetría perfecta de sus facciones. La distancia de sus orejas es exactamente el doble de la distancia entre sus pupilas, su nariz y boca se encuentran perfectamente alineadas y la distancia que hay entre sus ojos y su boca es un tercio de la distancia que hay entre la línea de su cabello y su barbilla. Todo ello sin ningún tipo de cirugía, botox o retoque de Photoshop.
Florence resultó ganadora entre más de 8000 rostros que se presentaron al concurso y le valió no sólo su reconocimiento mundial, sino también firmar para algunas campañas de modelaje y comerciales en su país.
Fuente de imagen: antena3.com